viernes, 4 de diciembre de 2020

Reseña: ORFEO, de Richard Powers.

 

En teoría, podemos ser lo que queramos en la vida, incluso podemos elegir más de una profesión u ocupación que en principio no parezcan tener nada que ver unas con las otras. Por ejemplo, un compositor y profesor universitario de música jubilado podría convertirse en un microbiólogo aficionado. Pero, ¿por qué, si a este hombre solo parecía interesarle la música en su vida? Esto es algo que descubriréis en Orfeo, la novela de Richard Powers. ¿Que queréis saber algo de esta obra antes de decidiros por ella? Entonces no tenéis más que seguir leyendo este artículo.

Asustado por la repentina muerte de su perra y mejor amiga en los últimos tiempos, Peter Els llama a las autoridades. La policía llegará enseguida al 806 de South Linden, Pensilvania, para descubrir no solo que la perra, efectivamente, está muerta, sino que Els es uno de tantos microbiólogos caseros que tanto hacen sospechar al gobierno estadounidense. Aterrado ante una próxima detención acusado de bioterrorismo, Els emprende la huida por carretera de final incierto durante la cual no solo le conoceremos en el presente, sino que también sabremos cómo ha llegado hasta ahí.

Esta es la historia de Peter Clement Els, un compositor y profesor de música universitario jubilado que pasa sus días dando clases a un grupo compuesto también de jubilados, y haciendo experimentos científicos que al gobierno de los Estados Unidos le resultarán del todo sospechosos una vez que entren en su casa.

Pero la historia de Els no comienza con la irrupción brusca de la policía en su casa para buscar pruebas de bioterrorismo, sino mucho antes, en la infancia. Vemos, así, que la huida hacia ninguna parte de Els en coche, recorriendo ciudades y parajes maravillosos, se entremezcla con su biografía, que arranca justamente cuando era niño y empezó a interesarse por la música.

El miedo escénico no sería un obstáculo para él como músico, aunque su mayor obsesión sería la composición. Así, Els pasaría toda su vida intentando encontrar la manera de que su música despertara al oyente, de que le hiciera reaccionar de una forma sublime. Ya tras su jubilación, descubriría la microbiología y tal vez la manera de llevar su música a otro nivel. Si es que acaso la policía no atrapa antes al Bach Bioterrorista (que es como lo han apodado).

Además de a los músicos que Els admira, de cuyas interesantes vidas y obras (algunas, desconocidas para el gran público) sabremos a lo largo de estas páginas, también conoceremos los logros y fracasos, las inquietudes y anhelos, de Els, ya no solo musicales, sino también como novio, esposo y amigo. Y es que tener un objetivo claro en la vida prácticamente inalcanzable (al menos, para el Els que vemos en su juventud) no solo te convierte en una persona un tanto obsesiva, sino también de difícil trato. Y, sin embargo, encontraremos que el Els del presente no acabará saliendo tan mal parado. ¿Será que esta huida al final resulta ser su gran obra?

Como vemos, esta es una obra en la que la música acaba relacionándose con la microbiología, y si bien parece que lo primero lo impregna todo, no podemos olvidar de ese otro tema tan interesante como candente del que nos hace conocedores esta novela: la obsesión de los americanos por un ataque bioterrorista, hasta el punto de que cualquiera que tenga un laboratorio de microbiología en cada como aficionado pueda convertirse en sospechoso de querer atentar contra sus conciudadanos.

Orfeo, en definitiva, es una brillante historia tan musical como obsesiva, tan viva como los microorganismos con los que experimenta Els, que nos contagia no solo ese amor desmedido por la música de su protagonistas y sus ganas de encontrar la melodía perfecta, sino que también nos habla de un hombre atormentado e infeliz que tal vez por culpa de una terrible acusación, curiosamente acabe encontrándose de verdad a sí mismo y a su verdadera música. Y tú, ¿a qué esperas para descubrir todos los buenos ritmos de esta sorprendente obra?

Cristina Monteoliva