En teoría, podemos ser
lo que queramos en la vida, incluso podemos elegir más de una profesión u
ocupación que en principio no parezcan tener nada que ver unas con las otras.
Por ejemplo, un compositor y profesor universitario de música jubilado podría
convertirse en un microbiólogo aficionado. Pero, ¿por qué, si a este hombre
solo parecía interesarle la música en su vida? Esto es algo que descubriréis en
Orfeo, la novela de Richard Powers. ¿Que
queréis saber algo de esta obra antes de decidiros por ella? Entonces no tenéis
más que seguir leyendo este artículo.
Asustado
por la repentina muerte de su perra y mejor amiga en los últimos tiempos, Peter
Els llama a las autoridades. La policía llegará enseguida al 806 de South
Linden, Pensilvania, para descubrir no solo que la perra, efectivamente, está
muerta, sino que Els es uno de tantos microbiólogos caseros que tanto hacen
sospechar al gobierno estadounidense. Aterrado ante una próxima detención
acusado de bioterrorismo, Els emprende la huida por carretera de final incierto
durante la cual no solo le conoceremos en el presente, sino que también
sabremos cómo ha llegado hasta ahí.
Esta
es la historia de Peter Clement Els, un compositor y profesor de música
universitario jubilado que pasa sus días dando clases a un grupo compuesto
también de jubilados, y haciendo experimentos científicos que al gobierno de
los Estados Unidos le resultarán del todo sospechosos una vez que entren en su
casa.
Pero
la historia de Els no comienza con la irrupción brusca de la policía en su casa
para buscar pruebas de bioterrorismo, sino mucho antes, en la infancia. Vemos,
así, que la huida hacia ninguna parte de Els en coche, recorriendo ciudades y
parajes maravillosos, se entremezcla con su biografía, que arranca justamente
cuando era niño y empezó a interesarse por la música.
El
miedo escénico no sería un obstáculo para él como músico, aunque su mayor
obsesión sería la composición. Así, Els pasaría toda su vida intentando
encontrar la manera de que su música despertara al oyente, de que le hiciera
reaccionar de una forma sublime. Ya tras su jubilación, descubriría la
microbiología y tal vez la manera de llevar su música a otro nivel. Si es que
acaso la policía no atrapa antes al Bach Bioterrorista (que es como lo han
apodado).
Además
de a los músicos que Els admira, de cuyas interesantes vidas y obras (algunas,
desconocidas para el gran público) sabremos a lo largo de estas páginas,
también conoceremos los logros y fracasos, las inquietudes y anhelos, de Els,
ya no solo musicales, sino también como novio, esposo y amigo. Y es que tener
un objetivo claro en la vida prácticamente inalcanzable (al menos, para el Els
que vemos en su juventud) no solo te convierte en una persona un tanto
obsesiva, sino también de difícil trato. Y, sin embargo, encontraremos que el
Els del presente no acabará saliendo tan mal parado. ¿Será que esta huida al
final resulta ser su gran obra?
Como
vemos, esta es una obra en la que la música acaba relacionándose con la
microbiología, y si bien parece que lo primero lo impregna todo, no podemos
olvidar de ese otro tema tan interesante como candente del que nos hace
conocedores esta novela: la obsesión de los americanos por un ataque
bioterrorista, hasta el punto de que cualquiera que tenga un laboratorio de
microbiología en cada como aficionado pueda convertirse en sospechoso de querer
atentar contra sus conciudadanos.
Orfeo, en definitiva,
es una brillante historia tan musical como obsesiva, tan viva como los
microorganismos con los que experimenta Els, que nos contagia no solo ese amor
desmedido por la música de su protagonistas y sus ganas de encontrar la melodía
perfecta, sino que también nos habla de un hombre atormentado e infeliz que tal
vez por culpa de una terrible acusación, curiosamente acabe encontrándose de
verdad a sí mismo y a su verdadera música. Y tú, ¿a qué esperas para descubrir
todos los buenos ritmos de esta sorprendente obra?
Cristina Monteoliva