Título: Poder y
resistencia
Autor: Ilija
Trojanow
Traducción: Roberto
Bravo de la Varga
Publica:
Acantilado
Páginas: 488
Precio: 26 €
Si bien nos parece
inevitable nombrar a la antigua Unión Soviética cuando se habla de comunismo en
el continente europeo tras la Segunda Guerra Mundial, lo cierto es que fueron
unos cuantos estados más los que decidieron abrazar entonces esta ideología. Bulgaria
sería uno de ellos. ¿Y qué sabemos de lo que pasó en aquel país desde la
Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días? Puede que mucho, si te has
preocupado por el asunto. Para los que, como yo, no teníamos ni idea de su
historia, os recomiendo leer Poder y
resistencia, la necesaria novela que Ilija Trojanow ha escrito tras años de
investigación y de conversaciones con víctimas de la policía secreta búlgara
durante el régimen comunista. Si precisas de más argumentos antes de decidirte
por esta obra, no tienes más que seguir leyendo este artículo.
Tras
la muerte de Zhívkov en 1998, el gran líder durante décadas, Bulgaria viviría
una etapa de transición hacia un estado democrático, lo que supondría un
verdadero cambio para dos de sus ciudadanos: el anarquista Konstantín Milev
Sheitanov, el hombre que pasara veinte años prisionero (tanto en la cárcel como
en un campo de concentración y un psiquiátrico) por atentar contra un busto de
Stalin, y que en 1999 vive modestamente a las afueras de Sofía, la capital a la
espera de descubrir al traidor que le mandó a la cárcel; y Metodi Popov,
capitán retirado y miembro del Consejo del Partido Socialista casado con
Albena, una mujer que le ha dado muchos sobrinos pero ningún descendiente
directo, y que se encuentra de pronto, en el ocaso de su vida, ante una mujer
que dice ser su hija. Está claro que uno representa a la resistencia y el otro
al poder. Pero, ¿cuál de los dos puede decir que tiene la conciencia más limpia
ahora que son ancianos?
Esta
es la historia de dos hombres que en realidad se conocen de toda la vida, pues
coincidieron de jóvenes en el instituto: Konstantín y Metodi.
Konstantín,
por un lado, es un intelectual de fuertes convicciones (ni de lejos se puede
arrepentir de haber atentado contra lo que él denomina como una sociedad de
capitalismo de estado, aunque en realidad solo dinamitó una estatua)
atormentado no ya por su pasado, sino por no saber quién le delató, quién
propició que pasara tantos años encerrado, sufriendo todo tipo de torturas y
penurias. Todo empieza a aclararse cuando Konstantín por fin tiene acceso al
archivo de la antigua Seguridad del Estado. La cuestión es: ¿quedará satisfecho
con aquello que encuentre?
Por
otro lado tenemos a Metodi, un burócrata fanfarrón, charlatán y engreído que no
recuerda haber tenido relación alguna con la madre de la mujer que se presenta
ante él como supuesta hija. Tendrá que buscar en sus recuerdos para desentrañar
el misterio. Mientras lo hace, nos irá desvelando otros muchos datos: sus años
de juventud, su entrada en el partido, su ascensión al poder y todo lo que le
ocurre en un presente tal vez no tan favorable para alguien como él.
La
narración de nuestros protagonistas se nos presenta como dos minuciosos diarios,
cada uno escrito con el estilo característico de los personajes (tan dispares,
que parecen especímenes de distintas especies) entre los que se van
intercalando narraciones del pasado, fundamentalmente los documentos que
Konstantín saca del archivo para estudiar detenidamente. El libro nos presenta así
las dos caras de una moneda: la resistencia y el poder. Y mucho más: tantos y
tantos años de opresión hacia el pueblo por parte de los poderosos explicados a
través de numerosos testimonios y archivos de todo tipo.
Este
es un libro sobre la historia reciente de Bulgaria pero también, y sobre todo,
de lo que las ideologías pueden hacer con las personas, de la presión ejercida
por unos y de la resistencia opuesta por otros. Un libro sobre las creencias,
sobre los valores, sobre lo que nos parece humano y lo que no. Una magnífica
lectura, en definitiva, para aprender sobre el pasado y hacer que ciertos
asuntos no caigan en el olvido. Ojalá aprendiéramos de este libro y no
volviéramos a cometer los mismos errores en el futuro.
Cristina Monteoliva
© Cristina
Monteoliva.