Jesús Vázquez miró a las cámaras fijamente y dijo:
- ¡Qué ganas teníamos de verle! ¡Qué ganas teníamos de tenerle con
nosotros! Este programa se hace siempre por y para vosotros, así que, ante las
insistentes peticiones de la audiencia y de Rafa Cano………. con vosotros, por
primera vez en Operación Triunfooo: ¡¡¡¡Ricardoooooo Aaarjonaaaa!!!!
Se hizo una pausa y se encendieron de golpe los 40000 watios de los focos
del plató para darle paso al cantante. En esa pausa, se escucharon los tímidos
aplausos de un público extrañado y cogido por sorpresa, entre los que se pudo
escuchar a través de los micrófonos de ambiente frases como: “¿Quién ha dicho
que es?”; “Ah, es el cantante de los Mojinos Escozíos”; “¿Ese no sale en
Rebeldes?” o “¡Qué piercing más molón llevas, Jonathan!”.
Ricardo apareció pisando fuerte sobre el escenario mientras gran parte
del auditorio aprovechaba para enviar sms con vistas a salvar a sus triunfitos
preferidos o para descargar politonos con lo último de King África. Iba ataviado con camisa negra, vaqueros,
zapatillas de deporte, gafas oscuras y un gorro. Acompañaba al conjunto una
barba de varios días. Su actitud denotaba ese aire de seguridad de quien está
acostumbrado a desenvolverse en los platós. O tal vez el de un ingenuo que
desconoce lo que le espera.
Jesús, que ni tan siquiera por fotografía se había tomado la molestia de
conocer al cantautor antes del programa, comenzó a dar muestras de un inusitado
interés por el recién llegado cuando lo vio ante él y le dijo:
- Mmmm, Ricardo, ¡qué bueno tenerte aquí! Ven, que esta noche, con toda
esta belleza hispana por testigo, España y Guatemala se van a fundir en un
fuerte abrazo…
Mientras decía esto, caminaba rápidamente hacia él con los brazos
abiertos y las manos plenas de deseo.
Ricardo, que había podido coger al vuelo un brillo de lascivia en los
ojos del presentador, le esquivó casi instintivamente, yendo Jesús a abrazarse
con el pie de micro.
Después de esta accidentada presentación, y mientras Noemí Galera se
afilaba la lengua, Jesús le indicó al cantante que se sentara junto a él en el
sofá.
- Bueno, Ricardo – comenzó mientras le acariciaba suavemente el muslo
derecho a la vez que el maestro seguía con desconfianza las trazas de su mano,
- ¡qué bueno tenerte aquí!
-Sí, bueno, - respondió apartando discretamente la pierna- me divertí
mucho visitando la casa…
-Hablando de casa, os informamos, querido público, que a partir de
mañana, en todas las oficinas de B B Ubre A, podéis conseguir la hipoteca
DUPLO. La única pensada para vosotros, jóvenes que buscáis vuestro primer
hogar. La única del mercado que funciona, como indica su nombre, con el Euribor
multiplicado por dos y, lo mejor de todo, no os lo perdáis, con un redondeo al
alza de 5 puntos. Sólo las primeras 10000 parejas que lo soliciten podrán
beneficiarse de esta magnífica oportunidad -. Bien, amigo Ricardo –continuó-,
vendrás dispuesto a dármelo todo, - sugirió, traicionado por su subconsciente,
mientras con una pose sensual y sin el más mínimo recato miraba las zonas más
prohibidas del maestro…
Sintiéndose virtualmente desnudo, el guatemalteco
dudó unos instantes antes de contestar.
-Esteee, claro, en esta gala…
Sacando de debajo del tresillo un cartapacio infame,
el presentador miró seductor a cámara:
-Hablando de galas, ya está a la venta el último
número de la revista de OT, y de regalo, el CD con las canciones de nuestra
última gala. Y, como regalo de excepción, hemos añadido el mayor éxito de este
verano: nuestro insuperable Batuka Mix. Y girándose de nuevo hacia Ricardo,
entornó los ojos, apretó ligeramente los dientes y masculló insinuante:
-Bueno, guerrillero, ¿cómo estás entre nosotros?
Un aliento de hormonas desbocadas golpeó con fuerza
el rostro de nuestro amigo, quien, seguro de su procedencia, aprovechó para apartarse
un poco más y contestó:
-Sí, sí, muy a gusto…
-A gusto te iba a dejar yo…- masculló. - Pues nada, ponte de pie, que ha llegado la
hora.
-¿Qué hora pues? – preguntó sorprendido.
-La hora de escuchar el veredicto de nuestro jurado.
-Pero, ¿no voy a cantar?
-Tú ya has cantado bastante, ahora a callar. Damos la
palabra a Risto. Con su sabio, implacable e inapelable juicio musical.
Risto, para quien no lo sepa, viene a ser un híbrido entre Eugenio, la
Señorita Rottelmeyer y el Dr. House. Es decir, la mezcolanza perfecta entre
seriedad, severidad y mala baba. Lo más destacable de su aspecto era una media
barba, gafas oscuras y pose de proxeneta de salón recreativo. Se mecía en su
asiento como adormilado, mientras el brazo izquierdo le colgaba descuidadamente
sobre el respaldo. Miraba despreciativo a Ricardo cuando empezó a hablar:
-Vamos aclarando el panorama, chaval. Dices en tu coplilla no sé qué de
arruinarnos el momento. Pues mira por donde, a mí me has arruinado la noche.
Ese ritmillo de “ra-ta-tan-tán” es más propio para ir fustigándose en la Semana
Santa de Algeciras, vamos, para ir con la Cofradía de la Virgen del Mayor
Dolor. ¡¡Que por poco me arranco por saetas, coño!! Quítate el complejo de
cantante. Tienes cero en actuación. Tu temita no me convence: no te compro.
Para mí, tú no eres un producto. Así que por mí, puedes ir llenando la
maleta….pero tú, al contrario que la chica de la canción, no la vacíes.
Jesús, que era plenamente consciente de las duras críticas tanto como del
buen cuerpo de Ricardo, aprovechó un descuido de éste para aproximarse y
acariciarle la melena para consolar…..., bueno, para consolarse. El cantante,
distraído, se dejó hacer por unos segundos antes de darse cuenta y propinarle
un seco manotazo.
- Y es que en tu dúo con Chenoa,- prosiguió Risto, -te has dejado
eclipsar por ella. Está muy por encima de ti. Te ha borrado de la canción. Deberías
aprender de ella si quieres llegar a ser algo. De lo contrario, eres historia,
tío.
Así que vamos a dejar tu permanencia en manos de la audiencia.
-Bueno, Ricardo,… -comenzó Jesús.
-Ah, y otra cosa.
-Dinos, Risto.
-¡¡¡Iluso!!!
-Pues nada, ya has oído. Pero no te vengas abajo. El jurado es duro, pero
lo es por vuestro bien, para que así…
-No, no, si no pasa nada, - le interrumpió Arjona- de hecho, me ha dado
ideas para una nueva canción.
- Ah, ¿Sí? ¿Y cómo la llamarás?
- “Gafas negras en el culo”.
- Bueno, bueno, ¡¡bandido!!….. Vamos a ver, ¡¡Cándido, el otro nominado, baja a reunirte
con nosotros!!
Cándido era un chaval de Cádiz que durante su actuación había cometido el
grave error de descalzarse y bailar en redondo moviendo la cintura con las
piernas zambas a ritmo de rumba mientras con una mano hacía como que se recogía
una invisible falda y con la otra estiraba el dedo índice tal y como hubiera
hecho la mismísima Lola Flores. El resultado había sido vistoso, lo malo de la
cosa es que lo había hecho mientras cantaba una balada de Marc Anthony, el
esclavo favorito del clan Stefan. Lo había hecho, se excusaba él, para expresar
la fusión de las culturas, pero la explicación no le había valido de nada.
Nominación fulminante sin derecho a repesca.
Cándido bajó la escalinata de dos en dos, se abrazó a Ricardo y, golpeándose
luego en el pecho con el puño mientras le caía un lagrimón por la mejilla, le
dijo:
-Ozú, pisha, ereh de lo mejón. Tío, joé, cago´n tó, te quiero musho, musho,
chavá. Tengo toh tuh dihco, “La bahbacoa”, “El negro no pué”… Pa mí eh jun
orgullo ehtá aquí con un campeón como tú. Quiiilo, quillo, quiiiilo, ¿eh?…Paze
lo que paze, tira p´alante, mohtruo…. – Y, con los brazos levantados,
balanceando las caderas hacia adelante y hacia atrás en un gesto que quería
parecer sensual, le cantó pletórico escupiéndole a la cara: -Bailemo er Bimbó,
Bimbó….
Ricardo ya no se enteraba de nada. Sobre todo porque sus nociones sobre
la pronunciación del andaluz profundo eran más bien escasas, a lo que había que
añadir que desconocía la discografía de Giorgi Dan…Bueno, simplificando, diríase
que des-co-no-cí-a a Giorgi Dan. Entonces
vio cómo un celoso Jesús apartaba discretamente a Cándido fuera de plano, y
mirando a la cámara decía:
-Pues nada, ya sabéis, para salvar a Arjona, mandad un sms poniendo “Salvar Pingüinos” al 5557. Tenéis
exactamente 60 minutos. Vaya, parece que ya tenemos aquí el sobre con el
resultado de las votaciones. – Y, susurrando a la azafata, añadió: - A ver si
la próxima vez se nos nota menos el tongo, leñe.
A continuación, abrió el sobre y sentenció:
-La audiencia ha decidido, que quien debe continuar su reclusión, estooo su
formación en la academia seaaaa…………………¡¡¡Cándido!!!
Y así, mientras Cándido zapateaba por bulerías, una
azafata empujó a Ricardo hacia una puerta, mientras los participantes entonaban
esa melodía tonta con avaricia:
“Adelante por los sueños que nos quedan, adelante por
los sueños que quedan por venir…”
Y así se fue cerrando la puerta del plató, dejando al
de Guatemala encerrado en un oscuro zulo. Lo siguiente que vio fue abrirse por
el otro extremo del cuchitril una puerta de doble hoja. Mientras lo cegaba una
brillante luz, se escuchó una voz femenina que decía:
-Y la puerta de Gran Hermano se abre para…..¡¡Ricardo
Arjonaaaa!!
Tres zorrones irredentos se abalanzaron sobre él y le besuquearon sin
decoro antes de que Mercedes Milá le cogiera del brazo y le sentara en un
taburete.
-Bueno, se ha especulado mucho con el asunto, así que, dinos, ¿con cuál
de estas tres chicas te metiste en la cama dentro de la casa?
-¿Dónde he visto yo antes este taburete a cuadros con manchas?- respondió
un descentrado Ricardo mientras sus ojos buscaban a alguna becaria.
-¿Cómo dices?
-No, nada. Que yo..esteeee, no sé qué decir…
-Pues que hablen las imágenes. Adelante video.
Y allí se vio un sucio edredón moviéndose pausadamente
arriba y abajo, arriba y abajo, mientras debajo reptaba algún irreconocible gusarapo
lujurioso.
- ¿Qué tienes que decir a esto?
-¡¡Ayúdame Freud!!
Inició así una infernal espiral de giras entre plató y plató, desde Dolce
Vita hasta el Tomate, pasando por una fugaz aparición en Yo soy Bea. Se comenta
que desde entonces, el cantautor solo ha sido capaz de componer una mediocre melodía
para la campaña electoral del PP.
¿Estáis seguros de que queréis que venga Arjona a OT?