¿Te gusta la ciencia
ficción pero no te gustaría en estos momentos adentrarte en una nueva distopía
futurista de final más o menos predecible? ¿Te apetece adentrarte en un libro
de relatos variados que te hagan plantearte preguntas sobre la condición
humana? ¿Y qué tal si pruebas Exhalación,
el nuevo volumen de cuentos de Ted Chiang? ¿Que no sabes de qué va? No te
preocupes, que yo te lo explico en este artículo para que te decidas por él.
¡Vamos allá!
Exhalación es
un volumen compuesto de nueve relatos de extensión variable de ciencia ficción,
si bien al menos uno de ellos, El ciclo
de vida de los elementos de software, puede clasificarse de novela corta. Todos
estos relatos, a la vez que entretienen con sus planteamientos, nos hacen
pensar en la condición humana, en la forma que tenemos de relacionarnos con
nuestro entorno y nosotros mismos, siempre desde perspectivas interesantes.
La
magia de este libro empieza a desprenderse desde que comenzamos la lectura de El comerciante y la puerta del alquimista, un
cuento que, a modo de las grandes narraciones orientales de antaño, nos ofrece
más de una historia dentro de la misma, todas ligadas a los personajes que las
protagonizan. Este es un cuento en el que nos encontramos con puertas que hacen
viajar al pasado, si bien no del modo en que el narrador, que se supone que lo
cuenta todo a un califa, esperaba en un principio.
Exhalación,
el relato que da nombre a este volumen, nos habla de un futuro en el que, a
causa de las condiciones ambientales, los personajes tienen pulmones de metal
que han de rellenar de aire, cerebros de oro y pensamientos ralentizados.
Lo que se espera de nosotros
es una historia donde, a diferencia de en otros relatos, reina el pesimismo. Y es
que en ella, y por culpa de un curioso mando a distancia, los personajes
descubren que el libre albedrío no existe. ¿No es acaso este un argumento
también de historia de terror?
El ciclo de vida de los elementos de software
es una novela corta en la que nos encontramos con una mujer que es contratada
por una empresa de mascotas virtuales que, inevitablemente, acabará viendo como
sus programas se vuelven obsoletos. Las mascotas virtuales son vistas casi como
seres reales por sus cuidadores, lo que motivará una serie de acciones que nos
hará pensar en qué puede ser real y qué no para los seres humanos.
La niñera automática, patentada por Dacey
es una historia que nos transporta a finales del siglo XIX y principios del XX
para hablaremos de una serie de niñeras mecánicas que no cumplieron la función
para las que fueron hechas. Pero, ¿qué era lo que de verdad se esperaba de
ellas, si eran máquinas?
La verdad del hecho, la verdad del sentimiento
es un relato que nos habla, a través de dos narraciones paralelas, una en el
presente y otra en el pasado en una aldea, de la forma en la que los
sentimientos hacen que cambien los recuerdos, y cómo toda esta distorsión se va
transmitiendo de unos a otros hasta que el hecho primigenio queda totalmente
desvirtuado pero a la vez impregnado de la personalidad de cada una de las
personas que lo han intentado transmitir.
En
El gran silencio conoceremos la
obsesión de los humanos por encontrar vida inteligente más allá de los confines
de nuestro planeta, La paradoja de Fermi, por qué las especies inteligentes
deberían tratar de ocultarse para no llamar la atención y qué tiene que ver
todo esto con el papagayo que narra esta historia.
La
ciencia y la religión parecen polos opuestos, pero a veces se dan la mano, como
en Ónfalo, un relato sobre una
científica muy religiosa (de hecho, esta historia se la narra a Dios) que
espera que un hallazgo no acabe con su fe.
Por
último, en La ansiedad es el vértigo de
la libertad viajaremos a un mundo en el que gracias a unos prismas sus
habitantes pueden comunicarse con sus yos
de otras dimensiones, lo que no solo produce conflicto, sino también una gran
oportunidad de negocio y aprovechamiento para unos cuantos.
Viajes
en el tiempo que no terminan de arreglar nada en el presente, humanos que
cambian su anatomía por las condiciones ambientales, formas de ver el futuro
que nos hacen entender que no tenemos una libertad como la que siempre creímos
tener, realidades virtuales con las que empatizamos más que con las de nuestro
mundo, androides que no se comportan como esperábamos, nuestra manera de
transmitir los recuerdos, nuestras ganas de conquistar el universo cuando no
hemos conseguido entender a las otras especies del nuestro, nuestras ganas de
encontrar un punto en común entre religión y ciencia, las diversas formas que
tendríamos de entender la existencia de universos paralelos… Como veis, Ted
Chiang nos invita a explorar la ciencia ficción en sus relatos, pero también,
como decía casi al comienzo de esta reseña y vengo a ratificar en este último
párrafo, la verdadera naturaleza del ser humano. Una naturaleza con capacidad
de adaptación al medio, pero también llena de dudas, de anhelos, de las
imperfecciones propias de nuestra complejidad. ¿Buscas un libro que además de
ofrecerte ciencia ficción inteligente y sofisticada te haga pensar en lo que
hemos sido, somos y seremos? Pues entonces te recomiendo encarecidamente Exhalación, un excelente volumen que te
ofrece todo eso y mucho más. ¿A qué esperas para averiguarlo por tu cuenta?
Cristina Monteoliva