Queridos amigos de La Orilla de las Letras,
mediamos la semana con la
entrevista que nos ha concedido Jesús
Gómez Aparicio, un autor que, como veréis, tiene mucho que contar:
¿Cuándo descubriste que la escritura era
algo más que un pasatiempo?
Fue en 2021, justo tras el confinamiento por
la Covid, cuando decidí probar un taller de escritura. Siempre me ha llamado la
atención lo cotidiano e imaginarme historias y situaciones (de forma
inconsciente) “¿por qué ocurre esto?” o “¿y si…?”. Pero nunca me había decidido
a plasmarlo en papel. Por vergüenza, creo.
Al sentarme frente a la
página en blanco descubrí que escribir iba mucho más allá de un hobby: se
convirtió en mi modo de ordenar ideas, dar salida a mis emociones y poner en
palabras todas mis inquietudes (y quejas). ¡Y ahora no puedo parar!
¿Qué lecturas crees que te han
influenciado como escritor?
Influenciado como escritor creo que ninguna.
No tengo un libro favorito aunque sí algún escritor, pero mi estilo no se
parece en nada a los suyos (ojalá).
Lo que sí hago siempre que comienzo una nueva historia es leerme libros que traten los temas que voy a tratar. Me gusta saber cómo han sido desarrollados por otros escritores y si se han puesto algún límite y qué punto de vista le han dado. Creo que ayuda mucho.
© Jesús Aparicio Gómez.
¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
Siempre estoy leyendo. Acabo de terminar El crimen de Lord Arthur Savile y he
comenzado El principio de incertidumbre.
Si los recomendaría: Sí. Yo nunca NO recomendaría un libro. Puedo dar mi
opinión sobre ellos pero es la persona la que debe decidir. Cada uno tenemos un
gusto y un momento en la vida y bueno, se lo que cuesta escribir una novela.
Aunque en este caso decir que ambos me gustan y si animaría a quien me pregunte
a leerlos.
¿Crees que se puede vivir en nuestro
país de la escritura?
Sinceramente creo que no. Tampoco creo que
haya nadie que lo haga sin completarlo con otros trabajos. Creo que tampoco
sería sano aunque si tentador.
¿Cómo ves el panorama literario actual?
Lo veo un poco desbordado, la verdad. Hay
tantas voces nuevas, plataformas y formatos que hace que todo cueste demasiado.
Cada semana salen cientos de títulos, y las redes sociales aceleran tendencias
que hoy arrasan y mañana ya nadie recuerda.
Eso crea ruido: es fácil
perderse o sentir que lo que escribes se queda en un segundo plano. Pero, al
mismo tiempo, esta “sobreoferta” ha abierto puertas a autores muy diversos que
antes no habrían tenido espacio. El reto está en cómo destacar y conectar de
verdad con el lector sin tener que regalar tus libros para que alguien los lea.
Un compañero decía: “Los libros no son el
negocio, lo somos los escritores”.
En definitiva, el
panorama es caótico pero con oportunidades.
¿Escritor brújula o mapa?
Yo diría que mezcla de ambos, sin duda.
Planifico personajes y estructura principal grandes pero dejo mucho espacio
para que la historia me guíe. A veces un diálogo improvisado me lleva a
territorios que no había previsto, y creo que ahí nacen las mejores sorpresas.
¿Escribirías una novela de moda para
hacerte famoso?
Por supuesto que lo haría, pero no solo por la
fama sino porque eso significa que muchos lectores que están leyendo lo que yo
quiero contar y como todas mis historias (hasta ahora y las inmediatas) llevan
un poco de “queja social”, me haría sentirme bien conmigo mismo y pensar que
estoy ayudando a alguien.
Las
chicas de papel es tu
primera novela publicada. ¿Qué nos puedes contar de ella?
Un asesinato en un psiquiátrico en que todo
son mujeres, menos el muerto, que es un hombre (bastante desagradable), y hasta
ahí puedo leer sobre la trama de la novela.
A partir de ahí lo que
puedo contar es que me ha traído muchas alegrías. Muchos ejemplares vendidos,
muchas ferias de libros y varias presentaciones en librerías, institutos y
hasta en un parque… y me ha traído gente maravillosa a mi vida y de la que
pienso desprenderme nunca.
También algún disgustillo
cuando la gente la ha criticado, pero forma parte del juego así que lo que
puedo contar es que me ha descubierto otro yo que no sabía que existía.
¿Y de sus personajes?
Los personajes son lo mejor de la novela. Son
todo mujeres que no lo han pasado bien en la vida y nos van a contar su
historia. Bueno, a nosotros y a la inspectora de policía a cargo de la
investigación: Julia Falcón. A la que cinco días antes de jubilarse le cae esta
investigación.
Todas las historias
tienen partes reales y algunos nombres o descripciones, por muy locas que sean,
existen.
¿Qué tiene este libro que lo hace
diferente a otras novelas negras?
Es una novela negra que
hace sentir. Pero no miedo ni angustia ni tensión. Sino pena, alegría (lo que
menos), rabia, tristeza, odio… sentimientos cotidianos que todos
experimentamos. Y aunque tiene un poco de misterio porque todas tiene motivo,
llega un punto en el que lo que menos importa es quien ha sido sino lo que han
sufrido.
¿Qué esperas que los lectores aprendan
de Las chicas de papel?
Solo quiero que entiendan y aprendan a ser más
humanos. Lo que cuento está basado en historias reales. Yo digo que es una
sobredosis de realidad y me quedo “loco” cuando alguien la puntúa con una
estrella porque me da la sensación de que no ha entendido nada y de que no le
importa nadie, ni él o ella mismo.
¿Qué nuevos proyectos literarios tienes
en marcha?
Tengo dos proyectos. Uno terminado y que está
en revisión y con lectores cero y otro que de momento es solo una idea general
pero que ya tiene algunas “cartas” escritas. En todos ellos nos encontraremos a
Julia Falcón y bueno… sorpresa.
¿Te gustaría añadir algo antes de
terminar esta entrevista?
Solo una cosa y es que ya no está publicada
con la editorial y la portada es diferente. En esta versión nueva hay
ilustraciones inspiradas en las obras que “inspiraron” a las chicas de papel.
Y para finalizar,
simplemente dar las gracias todos las lectoras y lectores que le han dado una
oportunidad, a los que se la van a dar y todas las personas maravillosas que me
he encontrado por el camino y a las que me encontraré. Y gracias a ti,
Cristina, por la entrevista y por darnos visibilidad a todos estos escritores
noveles.
Muchas gracias, Jesús, por tu tiempo,
tus palabras y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y
próspera.
Y a vosotros, amigos lectores,
gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!
Cristina Monteoliva