miércoles, 19 de julio de 2023

Entrevista: GUILLERMO GALVÁN.

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

que no pase un día sin una lectura y sin que conozcamos mejor a un autor. Hoy os traemos la entrevista que nos ha concedido Guillermo Galván.

Guillermo Galván, cursó estudios de ingeniería aeronáutica pero dedicó su carrera profesional al periodismo, trabajando durante muchos años en la agencia EFE. En 1998 publicó su primera novela, La mirada de Saturno, que obtuvo el Premio Tiflos (ONCE); le siguieron El aire no deja huellas, Aislinn: Sinfonía de fantasmas, De las cenizas (Premio Felipe Trigo 2003), Llámame Judas, Antes de decirte adiós, Sombras de mariposa, Morir en noviembre,  Tiempo de siega, La virgen de los huesos y El club de las viudas.

Dicho esto, vamos con la entrevista:

¿Cuándo decidiste que, además de periodista, querías ser escritor?

La decisión definitiva de ser periodista se produjo a los diecisiete. Lo de ser escritor ya venía rondando de antes, pero la decisión de concluir una novela fue muy tardía, a los cuarenta y tantos. Este tipo de decisiones raramente son instantáneas: se van madurando. 

Si tuvieras que elegir entre solo ser periodista o solo ser escritor, ¿con qué profesión te quedarías?

Como profesión, la de periodista, que es la que me ha dado de comer durante mi vida laboral. Si se pudiera vivir en exclusiva de la literatura, sin duda elegiría ser escritor.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritor?

Todas influyen. Fíjate que recientemente nos ha dejado el gran Francisco Ibáñez, y ha habido que esperar a su desaparición para que una multitud reconociéramos que sus tebeos nos fueron decisivos como lectores. Al niño que fui le influyeron Verne, Salgari o Stevenson; al joven, Hesse, Unamuno o Dostoievski; y al adulto, una multitud imposible de enumerar. 

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?  

La última de Pierre Lemaître, El ancho mundo. Por supuesto que recomiendo a Lemaître, un narrador excepcional con un pie en la novela negra (no se pierdan Alex) y el otro en la histórica. Previamente había terminado A doble ciego, una novela de Víctor Sombra que juguetea con el thriller desde una perspectiva poco usual.


 © Guillermo Galván.

¿Dónde encuentras la inspiración?

En el lugar más inesperado: una noticia en la prensa, una conversación, una fotografía... En cualquier parte, pero sobre todo en el trabajo; hay que estar abierto ante el mundo, y si te pilla trabajando, la inspiración nunca falta.

El club de las viudas supone una nueva entrega de las aventuras del policía Lombardi. Esta saga tiene lugar en los años de la Guerra Civil Española. ¿Cuánto tiempo has tenido que estar documentándote antes de lanzarte a la escritura?  

Esta cuarta entrega se desarrolla durante la posguerra, en mayo de 1943. Respecto a la documentación, digamos que lo he tenido relativamente fácil porque siempre he sido un apasionado de esos años, de modo que había leído mucho, tanto desde el punto de vista histórico como periodístico. Ese conocimiento me animó a afrontar ese periodo desde el género negro, que no ha sido precisamente muy frecuentado por la literatura española por lo que se refiere al sexenio 39-45. Después de la decisión he tenido que complementar la documentación, por supuesto, porque los historiadores nos regalan cada año elementos muy jugosos desde el punto de vista argumental.

¿Quién es Carlos Lombardi?  

Un policía que debuta en 1923 con la dictadura de Primo de Rivera, se consolida con investigador criminalista durante el resto de la monarquía y luego con la República. Tras la traición de los generales africanistas, se mantiene fiel al gobierno legal y al final de la guerra es depurado y condenado a doce años de cárcel. Trabaja en la obras de la cárcel de Carabanchel y del Valle de Cuelgamuros hasta que el asesinato de un sacerdote en 1941 anima a un antiguo jefe suyo a invitarlo a participar en la investigación de un caso que se parece mucho a otros tres que ya había investigado durante el asedio a Madrid: este es el argumento de la primera novela, Tiempo de siega. En las sucesivas, Lombardi malvive en un territorio hostil como investigador privado.

¿Qué vamos a encontrar en El club de las viudas?  

Un Lombardi que regresa a la policía, en este caso a la Brigada de Investigación Criminal franquista. Ponerlo en esta tesitura no es un juego narrativo inverosímil: hubo bastantes funcionarios que, tras años de purgar su lealtad a la República, consiguieron recuperar sus puestos, y entre ellos algunos policías, gubernativos y municipales. Su primer caso con la placa de la Dirección General de Seguridad lo lleva a investigar la desaparición de cuatro soldados franquistas en la batalla de Belchite. Para intentar resolverlo se moverá por varios territorios de Aragón, Valencia y la vieja Castilla, en una época en la que carreteras y ferrocarriles dejaban mucho que desear. 

© Guillermo Galván.

¿Es esta la última aventura de Carlos Lombardi? ¿Cuántas más nos esperan?

Mi compromiso con la editorial Harper Collins era escribir una tetralogía, y ahí está. Lo que suceda a partir de ahora depende de muchos factores, y la demanda de los lectores no es el menos importante. Si ellos lo quieren, por mi parte no va a quedar, desde luego.

Por cierto, ¿qué debe de tener para ti una buena novela negra?  

En primer lugar, que enganche. A partir de ahí, que mantenga una trama coherente y, a ser posible, original. Que sus personajes sean de carne y hueso y que el desenlace no desmerezca. 

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Ahora mismo ninguno en concreto, aunque tengo un par de novelas empezadas y una juvenil en manos de una editorial. Mi duda es si alguno de los proyectos tira más fuerte que una quinta entrega de Lombardi. De momento no. El tiempo dirá.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Pues que ha sido un placer y que mucho ánimo con el blog. Si no fuera por quienes sostenéis la cultura a través de esta y otras iniciativas, los escritores estaríamos huérfanos. Muchas gracias por tu atención.

Muchas gracias a ti, Guillermo, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. El placer de entrevistarte ha sido mío. Te deseo muchos años de éxitos con tus novelas.

Y a vosotros, amigos lectores, muchas gracias por estar un día más al otro lado. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva