«Todas las familias
felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a
su manera». Así es como comienza Ana
Karenina, la gran novela de León Tolstói. ¡Y qué gran verdad es! Si nos
fijamos, veremos que las familias felices tienen mucho en común entre ellas,
mientras que las infelices lo son siempre por motivos bien distintos, ricos y
complejos, como vemos en libros como Geografía
de la oscuridad, el recopilatorio de relatos de Katya Adaui que
comentaremos a continuación.
Geografía de la
oscuridad es
un libro de relatos compuesto por un total de dieciséis títulos en los que nos
encontramos padres ausentes, hijos que no saben hacer con sus padres y una
suerte de relaciones familiares imposibles a la par que ricas, atractivas e
inquietantes. En la mayoría de estos cuentos, además, está muy presente el
agua, en sus diversas formas, lo que nos recuerda que ahí es donde empezó la
vida, al fin y al cabo, sin que esta presencia deje de resultar curiosa.
Hay escritores que siguen los cánones ya
establecidos y otros que, como el agua, buscan su propio curso, creando estilos
propios. Este es el caso de Katya Adaui, una narradora que huye de lo
convencional para proporcionarnos unos escritos únicos, hipnóticos y poderosos.
Todo comienza con Los pulpos tienen tres corazones, una historia en la que un hijo,
al intentar ayudar a su padre, descubre que este es tan resbaladizo como un pulpo.
Este hijo quiere que su padre, por tanto, forme parte de su familia. El de Por cosas de hombres no debes dejar de creer
en Dios, sin embargo, es pura contradicción, y si bien no sabe si quiere
formar parte o no de la suya, sí que lo hace de la Iglesia, con nefastas
consecuencias.
En lugar seguro nos encontramos con una mujer más preocupada
por la difícil relación que tiene con su madre que por la complicada operación
de vértebras a la que es sometida.
Fiesta de guardar es un irónico cuento en el que nos encontramos
con un Papá Noel que ha sido traicionado por un banco de semen.
El que no está nos vuelve a transportar al mar, esta vez para
presentarnos a un padre y a un hijo que son golpeados por una ola, con trágicas
consecuencias.
Correr es un divertido relato en el que nos
encontramos con toda una familia encamada.
El reino de lo impar nos lleva una vez más al mar, esta vez, para
conocer a un sobrino y a un tío, y a las consecuencias de lo que los humanos le
estamos haciendo al medio ambiente.
Casas con cimientos
en el río nos
habla precisamente de lo contrario: de una familia con casas con escasez de
agua potable que ven cómo este hecho les acaba afectando a lo largo de los
años.
Un baño de oro es una historia sobre una niña que descubre
las joyas que tenía guardadas su madre y se baña con ellas. Madre e hija,
paradójicamente, viven de forma muy modesta.
Despiertos toda la
noche nos
habla de un tema verdaderamente preocupante: el de los hijos homosexuales que
se encuentran con que sus padres son homófobos. En este caso, solo la madre lo
será, lo que no le quitará hierro al asunto.
Una lengua extranjera va no solo de los niños que tienen problemas
para hablar, sino también, y fundamentalmente, de los padres que se ven
obligados a vivir lejos de esos hijos, incluso, en países diferentes.
Los animales en los
cuerpos de mis hijos nos transporta a una fiesta de Halloween donde una madre
desearía la desmemoria a sus hijos.
Domingo es un relato donde un hijo descubre que sus
padres van a destiempo.
No recuerdo haber
encendido este cigarro es un turbio cuento en el que nos encontramos mares
embravecidos, la muerte de un padre y la aparición de un hijo secreto.
Lagartijas nos habla de estos animales, los únicos, junto
al hombre, de regenerar una parte de su cuerpo sin saber de cicatrizaciones,
según esta narración.
Nosotros, los naúfragos, finalmente, es una historia donde nos
encontramos con un hijo que, al morir su padre, se teme tener la misma
enfermedad que ha acabado con él.
Geografía de la oscuridad, en definitiva, es un libro mapa que se
adentra en el territorio más rico, pero a la vez más siniestro: el de las
familias infelices que, de una u otra manera, luchan por no serlo. Se trata
este de un volumen singular, tanto por el mensaje de sus historias como por la
inigualable forma en las que están escritas. Una obra muy interesante que, sin
duda, hará las delicias de todos los amantes del cuento que buscan algo nuevo y
excitante.
Cristina Monteoliva