Luis de Góngora,
Francisco de Quevedo, Tirso de Molina, Calderón de la Barca… Todos son
escritores del denominado Siglo de Oro. Todos grandes, aunque ninguno haya pasado
a la historia como lo ha hecho su coetáneo, Miguel de Cervantes gracias a su
inmenso Don Quijote de la Mancha. ¿Creéis que habría algún autor en la época
que podría hacerle sombra? ¿Ya nos hemos olvidado del célebre Lope de Vega, el
hombre que llegó, según algunos historiadores, a escritor hasta mil ochocientas
comedias? ¿No os gustaría conocer cómo fue la rivalidad entre Cervantes y Lope
de Vega en la época de madurez de ambos? Y, de paso, toda la azarosa vida del
autor de otras como El perro del
hortelano o La dama boba. Pues
entonces tenéis que haceros con un ejemplar de Lope de Vega. El desdén y la furia, la nueva novela de Blas Malo
que comentaremos en este artículo.
Comienzos
del siglo XVII. Mientras la mayoría de los escritores giran en torno a la
corte, en Valladolid a primeros de siglo, Lope de Vega permanece en Toledo,
donde ha de mantener dos casas: la que tiene con Juana de Guardo, su legítima
esposa; y la que le corresponde a Micaela de Luján, su amante oficial. Las
bocas que alimentar se van sumando tanto en una casa como en la otra, y aunque
Lope no deja de escribir y de acudir a los impresores, los bajos precios y el
plagio, plaga contra la que el escritor lucha acérrimamente, hacen mella en su
bolsillo. Es por ello que no le quedará más remedio que buscar un mecenas en la
corte. El elegido, Luis Fernández de Córdoba, el conde de Cabra y Sexto duque
de Sessa, es un hombre tan mujeriego como Lope, y con una gran cantidad de
cartas que escribir tanto a sus amantes como a otros personajes con los que
trata. Lope será el encargado de despachar esta correspondencia, lo que no le
dejará tanto tiempo para escribir. ¿O acaso sí? ¿O es que no es Lope un
superhombre capaz de llevar adelante todo lo que se proponga, incluso su guerra
particular contra Cervantes, al que acusa de plagio?
Hay
biografías que ocupan poco espacio. Otras, sin embargo, merecen más de un
volumen para que el lector pueda llegar a entender la inmensidad del personaje
a estudiar. Así, si bien Blas Malo ya nos habló del autor madrileño en Lope de Vega. La furia del Fénix,
volumen que nos hacía conocer la etapa más juvenil del autor, en Lope de Vega. El desdén y la furia veremos
al escritor en su etapa de madurez, vejez y el momento de su muerte.
El
volumen comprende el periodo entre 1604 y 1635. Estamos en la primera mitad del
siglo XVII y en España reina Felipe III. El monarca se encuentra ante un reto
imposible: mantener el grandísimo imperio que le dejara su padre. Como todos
sabemos, no lo conseguiría.
A
lo largo de este siglo, España sufrirá una grave crisis demográfica debida a
las guerras, las migraciones al continente americano, las hambrunas por las
malas cosechas, las plagas de peste y la expulsión de casi trescientos mil
moriscos en 1609. Los campesinos huyen a las ciudades. Como en cada época, el
pueblo busca allí sus distracciones, y ahí es donde hacen su aparición los
escritores con sus comedias, representadas en cualquier sitio que parezca un
teatro.
Lope
de Vega es uno de los autores de comedias más populares, tanto por la cantidad
de obras que escribió como por la calidad de las mismas. Si bien los otros
autores se ceñían a los cánones, Lope gustaba de buscar nuevas fórmulas a la
hora de crear sus obras, lo que le convertiría entre sus compañeros de profesión
en un hombre muy criticado.
Decíamos
antes que Lope de Vega luchaba con todas sus fuerzas contra el plagio. Sus
obras eran copiadas, de una u otra forma, continuamente y, aunque no siempre
era fácil identificar al traidor que cometía este grave delito, al menos una
vez sí consiguió hacerlo. Y es que Lope de Vega estaba convencido de que Miguel
de Cervantes, alguien al que consideraba un simple escritorzuelo, se había
basado en su comedia El Bencerraje
para crear su Don Quijote de la Mancha.
Si bien Lope estaba enemistado ya con otros escritores, como Luis de Góngora,
su animadversión hacia Cervantes sería la más grande de todas: la que
mantendría hasta la muerte de ambos.
En
el terreno más personal, veremos a un Lope de Vega acompañado por su eterno
amigo, Claudio Conde, un hombre que se convertiría en su sombra para protegerlo
tanto de las sospechas de sus mujeres (Juana de Guardo, su sufridora esposa; y
Micaela de Luján, la amante oficial que vería como el autor se iría con otras
mujeres) como de la crítica y los malhechores que le acechaban.
Lope
de Vega fue un hombre que escribió tanto como amó, al tiempo que despachaba las
cartas para de su protector, el duque de Sessa, de tal manera que no se
entiende cómo tuvo horas para tal producción literaria mientras atendía tantas
otras tareas. ¿Era de verdad un superhombre o escondía algún secreto que
explicaría que fuera capaz de todo a la vez?
Lope de Vega. El desdén y la furia,
en definitiva, es una magnífica novela histórica, rigurosa en los hechos pero
también con su dosis de ficción (como puede que hubiera querido el propio Lope
de Vega), que nos acerca a la figura de un escritor polifacético, carismático e
inigualable que, creemos, no estaría especialmente contento, con lo mucho que
se preocupaba él por la fama, con la posición que ocupa en la historia de
España. Es por ello que os animo a leer este libro, a comprender al personaje y
admirar al literato tanto como se merece al tiempo que pasáis un buen rato con
sus increíbles aventuras y desventuras.
Cristina Monteoliva