No sé si os acordaréis, pero a finales
de 2018, tal y como también hiciéramos al terminar el 2017, La Orilla de las Letras dedicó un artículo
a las mejores lecturas del año para sus reseñistas. En esta ocasión, quedó una
lista de once, el mismo número de jugadores de un equipo de fútbol, creo
recordar que dije. Pero los equipos de fútbol no solo tienen once jugadores.
Tienen unos cuantos más que a veces salen a jugar y a veces se quedan en el
banquillo. Con esto quiero deciros que a mí, a Cristina Monteoliva, jefa y criatura desastrosa donde las haya, se
me olvidó incluir una lectura en aquella lista. No voy a decir eso de que rectificar
es de sabios porque yo no creo que lo sea. Lo que sí sé es que desde que me di
cuenta, como una semana después de cometer el lapsus, he tenido un «comecome»
dentro que no me deja en paz, y si no lo he hecho antes (lo de rectificar) es
porque, como acabo de afirmar, soy un desastre, y cada vez que me acordaba
estaba en la cola del súper, subiendo a un bus o haciendo cualquier otra cosa
lejos del ordenador.
Dicho esto, la entrada
que debería haber sido incluida en el artículo que podéis leer en https://laorilladelasletras.blogspot.com/2018/12/las-mejores-lecturas-de-2018-para-el.html
es:
Los insignes, de David Pérez Vega:
Tal y como empiezan los
mejores memes, los malpensados dirán que
hago esta corrección precisamente ahora no porque sea un desastre, como estoy
afirmando por tercera vez, sino que ante la quizá próxima publicación de una
obra mía estaré pretendiendo, con esta rectificación, buscar el beneplácito de
un escritor a la par que reseñista tan reputado como David Pérez Vega. Bueno, pues que cada uno piense lo que quiera.
Ahora bien, si por fin consiguiera que mi novela se publicara este año, por el
medio que fuera, no voy a pedirle a nadie que la reseñe. Por supuesto, tengo en
mente un montón de colegas reseñistas que me gustaría que hablaran de ella (y
bien, para qué os voy a engañar). Pero no voy a poner a nadie en ese compromiso.
Esperaré, como en otras ocasiones, a ver si alguien se interesa en ella, en ese
sentido, y agradeceré las reseñas que vayan apareciendo, lo que no quiere decir
que no vaya también, tal vez, a llamar la atención de aquellos que en algún
momento me hayan dicho algo así como «cuando publiques algo nuevo, me avisas»
(si consigo recordar quién lo hizo). Pero, no, que con esta entrada no pretendo
hacerle la pelota a nadie. Que quede claro.
Por cierto, las cajas
de bombones y las entradas para el cine también serán bien recibidas si, para variar,
todo acaba saliendo mal. (Yo sé que siempre os hacéis los sordos, pero en esos
sí que no pierdo la esperanza).
Y dicho todo esto, ¡a
leer!
©
Sergio M. Planas.