Título: Los insignes
Autor: David Pérez Vega
Publica: Editorial Sloper
Páginas: 197
Precio: 15 €
No sé a vosotros, pero a mí ms suele
resultar bastante curiosa la idea que tienen de los escritores las personas que
no están metidas en alguno de los submundos de la esfera literaria. Idea que
tiene más que ver, normalmente, con lo divino que con lo humano, cuando los
escritores, desengañémonos todos de una vez por todas, tenemos más de lo
segundo que de lo primero. Si queréis saber hasta qué punto, no tenéis más que
preguntar. O leer un buen libro sobre el tema. Uno como Los insignes, la magnífica novela en clave de humor de David Pérez
Vega de la que hoy os vengo a hablar.
Ernesto Sánchez es un inspector
de Hacienda de treinta y seis años de Móstoles que, cuando no trabaja como
funcionario público, lee y escribe poesía. O, más bien, cuando no está leyendo
y escribiendo poesía, está trabajando como funcionario. Y es que el gran sueño
de este hombre bajito y miope es convertirse en un poeta de éxito, aunque, por
más que lo intente, no logre conseguirlo. Un buen día, Kim Yong-un, el líder
Norcoreano, se pone en contacto con él en calidad de seguidor de su blog de
reseñas literarias de libros de poesía, Poesía
sin distopía. Kim Yong-un, además de lector, es también poeta y está
preparando un libro que su tutor de español, un escritor mexicano, le está
traduciendo a nuestra lengua. Mientras llega el día en el que por fin Ernesto
Sánchez pueda leer el manuscrito de su nuevo amigo, el primero le contará al
segundo, tarde tras tarde, no solo cómo han sido sus pasos en el mundo de la
poesía española hasta el momento, sino también los entresijos de este sector.
La gente fuera de los
círculos literarios suele pensar que los escritores son seres glamurosos que
siempre están en fiestas y viviendo la gran vida gracias a lo que ganan
vendiendo sus libros en librerías y grandes almacenes. Puede que en el caso de
algunos escritores esto sea así, pero lo cierto es que para el resto las cosas
no suelen ser tan maravillosas. Así, la mayoría de los escritores ni nadan en
la abundancia gracias a lo mucho que venden ni tienen tantos lectores y admiradores.
Habréis escuchado alguna vez, además, aquello de que en España hay más escritores que lectores. Una máxima que se hace tristemente cada vez más cierta,
especialmente en el más que difícil sector de la poesía, lugar en el que se
mueve, bastante torpemente, nuestro protagonista, Ernesto Sánchez.
Ernesto Sánchez es un
hombre que, a sus treinta y seis años, ve como no solo la juventud se le
escapa, sino también su oportunidad de convertirse en un poeta célebre. Desde
que empezara a moverse por el mundillo literario, le cuenta a su nuevo amigo
tarde tras tarde desde su pantalla de ordenador, se ha topado con personajes
variopintos que ha ido encajado en distintas tribus de escritores (los
poeta-macho, las poetas-hembra, los poeta-burgueses, etc), editores que tienen
poca consideración hacia los libros y los autores que publican y concursos
literarios donde no todo parece justo. El mundo de la poesía no es, al final,
como este poeta con una escrita obra tan extensa como el tamaño de su maltrecho
ego, lo imaginaba cuando comenzara a moverse en él. Pero no desespera. Y
tampoco Kim Yong-un debería hacerlo pues, al final, para todos hay un hueco
(sobre todo cuando eres el líder supremo de un país asiático).
Los
insignes es una novela valiente, sin duda, la mires por
donde la mires. En primer lugar, por la forma en la que David Pérez Vega ha decidido
contarnos la historia, presentándonos a su protagonista como único y rencoroso narrador
que dialoga día tras día con Kim Yong-un a través de la pantalla de su
ordenador, personaje este segundo que nunca contesta pero que sabemos que está
al otro lado, y no en la imaginación de nuestro poeta, por los datos que aporta
el propio Ernesto. En segundo lugar, por meter a un personaje tan comprometido
como Kim Yong-un en un berenjenal de este tipo. Y en tercero, y más significativo
para mí tanto como lectora como escritora, por hablar de cómo es la vida de los
escritores que nunca llegan a triunfar y de los entresijos del mundillo
literario poético. Un submundo dentro de la esfera literaria que tiene sus
propias peculiaridades, pero también comparte otras muchas con los submundos
del relato o la novela. Y en clave de humor, para más inri, ¡no podía ser de
otra manera! Porque si estas cosas los escritores no nos las tomamos a risa,
¿cómo nos las vamos a tomar?
¡Ah!, si yo os contara…
Pero no, no voy a contaros nada más. Si queréis saber cómo funcionan tanto el
mundo literario español como los poetas patrios, las frustraciones a las que
debe enfrentarse un joven poeta que no encaja en el mundillo de la poesía y
hasta dónde puede llegar el ego de todo escritor novel (o no tanto), no dejéis
de haceros con un ejemplar de Los
insignes, una genial novela, tan delirante y divertida como llena de
momentos interesantes, tal vez ficticios, tal vez reales, pero que, sobre todo,
darán mucho que pensar. ¿A qué estás esperando para hacerte con tu ejemplar?
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.