Título: Cuando la vida te da un martillo
Autora: Kate Tempest
Traducción: Daniel Ramos Sánchez
Editorial: Sexto Piso
Páginas: 360
Precio: 23,90 €
Nuestra
ciudad, nuestro tiempo y las personas que nos rodean marcan irremediablemente
nuestra vida. Nuestros padres nos transmiten sin querer el espíritu de su
propia época, que es el de sus propias vidas y, con lo que nos dejan,
escribimos las nuestras. De esta forma, el devenir de la historia es el devenir
de muchas pequeñas historias. Pero, en realidad, lo más importante de éstas no
son los acontecimientos, sino las sensaciones que producen a sus protagonistas.
Eso
es justamente lo que hace Kate Tempest en Cuando
la vida te da un martillo: retratar, a través de la vida de los personajes
de su novela, el espíritu del Londres de nuestro tiempo y describir de una
forma extremadamente visual y lírica las sensaciones que experimentan.
Becky
es una bailarina que cuando va llegando a su treintena se da cuenta de lo
difícil que tiene trabajar. Después de
haberse preparado mucho para llegar a ser bailarina, ha tenido que aceptar
trabajos mal pagados y, para complementar, trabaja de masajista. En definitiva,
se da cuenta de lo alejada que está del que fue su sueño. Harry, con sus veintiséis años, es otra
muchacha que desde muy joven comenzó a trapichear con drogas junto a León,
prácticamente su hermano, y cuyo sueño es ganar suficiente dinero para tener su
propio pub-restaurante.
Pero
no pensemos que Becky y Harry son las únicas protagonistas de Cuando la vida te da un martillo. Alrededor
de ellas Kate Tempest teje todo un universo de personas cuyas vidas se influyen
las unas a las otras, vidas que se entrelazan sin que, muchas veces, sepan
realmente que lo están. Así, Becky tiene una ambivalente relación con Pete, al
que conoce en el bar donde trabajaba por estar leyendo un libro del padre de
Becky, un antiguo activista político condenado al ostracismo, al que no ve
desde pequeña y que le produce sentimientos encontrados. La historia del padre
de Becky, por ejemplo, es perfecta para poner en relieve el cambio de época,
desde aquella en la que Londres se manifestaba en contra de convertirse en
centro del liberalismo, hacia una sociedad que ha olvidado los idealismos de la
lucha social para aceptar la idea de que la única lucha posible es sobrevivir
al mundo y a la época que les ha tocado vivir.
De esta forma, los personajes buscan conseguir sus sueños, por encima de
cualquier otro valor, topándose una y otra vez con una realidad que les suele
ser hostil.
Me
sería complicado en esta reseña hablar de todos los personajes de esta novela. Una
ciudad no es, ni más ni menos, que un grupo de vidas entrelazadas. El gran trabajo de Kate Tempest consiste,
precisamente, en haberlo hecho de manera que las historias fluyan y se
relacionen unas con otras sin recurrir a artificios extraños y hacer que detrás
de todos los personajes surja una trama de la que vas tomando conciencia a
medida que te adentras en su novela.
Es
importante señalar que Kate Tempest ganó el Premio
Ted Hughes a la innovación en la Poesía y posee una intensa carrera como
compositora y cantante hip-hop. Ciertamente esto se hace muy visible en su
novela en el uso que hace del lenguaje, buscando siempre la comparación
perfecta y la metáfora oportuna, además de hacer multitud de referencias
musicales para ambientar y contextualizar las vidas que nos cuenta.
Sergio M. Planas