Hay lugares ideales para
crear historias de intriga o de tipo thriller,
como las residencias psiquiátricas. Las personas alojadas en ellas tienen, sin
duda, una visión de la realidad distinta a la de las que se supone que no
tienen problemas mentales. Precisamente esta forma diferente de ver el mundo
puede ser útil para resolver un caso como el que nos plantea Las chicas de papel, la nueva y original
novela de Jesús Gómez de la que hoy os hablaré.
Julia
Falcó es una inspectora de Barcelona a punto de jubilarse justo cuando aparece
muerto en su despacho Gregorio Roca, el director de la Residencia Gracia, una
institución para mujeres con trastornos mentales. Las principales sospechosas
del crimen serán precisamente las habitantes de la residencias, un buen puñado
de mujeres consideradas locas por la sociedad cuyas historias pronto conocerá
Falcó. Historias de malos tratos, de heridas profundas difíciles de curar que
harán que nuestra inspectora recuerde sus propias y dolorosas vivencias.
¿Conseguirá nuestra mujer resolver el caso en tan solo cinco días?
Julia
Falcó es una mujer bastante particular, un tanto despistada y algo huraña. Con
pocos amigos conocidos, se dispone a afrontar su retiro con serenidad. Hasta
que surge el caso de su carrera: la muerte del director de la Residencia
Gracia.
Buena
parte de la trama tiene lugar precisamente en la Residencia Gracia, un lugar
donde las internas son mujeres, todas ellas con una historia dolorosa que
acabarán contando a Julia. Historias, casi todas de algún tipo de maltrato,
sobre todo por parte de hombres. Estas vivencias entroncan con la de Julia, por
lo que nuestra inspectora no solo las escuchará atentamente para no perder
detalle, sino que también empatizará con ellas. Por si todo esto fuera poco, en
la residencia las cosas en realidad no son lo que parecen: el director no era
para nada un santo, algunas personas guardan poderosos secretos, otras fingen
ser lo que no son… En definitiva: que cualquier podría haber acabado con el
jefe.
La
presente edición, tercera e independiente, se nos presenta con una serie de
ilustraciones dedicadas a cada una de las internas. El significado de las
mismas aparecerá en las últimas páginas, pero mejor no adelantar acontecimientos.
Como
los personajes que pueblan sus páginas, Las
chicas de papel no es lo que aparenta, es decir, un thriller más, sino una obra con marcado carácter feminista que
viene a poner en valor las experiencias vividas por miles de mujeres en este
país. Mujeres que puede, como las de este libro, que acaben perdiendo el
sentido de la realidad. ¿Te recomiendo la lectura? Desde luego. Aunque,
cuidado: no vaya a ser que te quedes atrapado entre sus páginas.
Cristina Monteoliva