La adolescencia es ese
tiempo de cambios importante en los que todos, en algún momento, nos sentimos
desubicados. Puede que ese sentimiento de extrañeza se prolongue durante la
juventud. Incluso, en la madurez. ¿Es posible que personas que se sienten así
encuentren en algún momento su lugar en el mundo?, me pregunto tras la lectura
de Expatriados, la novela de Mario Desiati
ganadora del prestigioso Premio Strega en el año 2022.
Francesco
se enamora de Claudia nada más verla. Ella es pelirroja, extravagante y
curiosa. Él, un chico muy aferrado tanto a la religión como a su pueblo del sur
de Italia, Martina Franca. Pronto habrá algo más que la amistad uniendo a los
chicos: la madre de él comienza una aventura con el padre de ella. Lo que
podría haberles separado, parece unirles mucho más.
El
tiempo pasa y los chicos crecen. Claudia, inquieta, no para de viajar. Llega un
momento en el que Francesco por fin la sigue. La cuestión es: ¿conseguirá
nuestro chico, ya hombre, convencer a la pelirroja para que se quede con él?
Francesco
y Claudia son dos chicos que se sienten diferentes en su pueblo, lo que no
debería ser algo extraño en los adolescentes. La cuestión es que ese
sentimiento de extrañeza les acompañará hasta la madurez.
Marina
Franca es un pueblo típico del sur de Italia, con sus más y sus menos.
Francesco se siente a gusto ahí, pero el problema es que Claudia no se queda en
el pueblo.
Francesco
está enamorado de Claudia. Sin embargo, también le gustan los chicos, lo que
está a punto de causarle un problema cuando está en el instituto.
El
tiempo pasa pero Francesco y Claudia siguen siendo amigos. Él sigue enamorado
de ella. ¿Qué es lo que quiere Claudia en realidad? Encontrar su lugar en el
mundo, sin duda.
Expatriados,
en definitiva, es una profunda novela que aborda el sentimiento de extrañeza en
el mundo de una pareja singular a lo largo de las décadas. Una obra escrita con
un estilo único, directo y sincero, que no te dejará indiferente. Y tú, ¿te
sientes expatriado?
Cristina Monteoliva