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martes, 30 de mayo de 2023

Reseña: EXPATRIADOS, de Mario Desiati.

 

La adolescencia es ese tiempo de cambios importante en los que todos, en algún momento, nos sentimos desubicados. Puede que ese sentimiento de extrañeza se prolongue durante la juventud. Incluso, en la madurez. ¿Es posible que personas que se sienten así encuentren en algún momento su lugar en el mundo?, me pregunto tras la lectura de Expatriados, la novela de Mario Desiati ganadora del prestigioso Premio Strega en el año 2022.

Francesco se enamora de Claudia nada más verla. Ella es pelirroja, extravagante y curiosa. Él, un chico muy aferrado tanto a la religión como a su pueblo del sur de Italia, Martina Franca. Pronto habrá algo más que la amistad uniendo a los chicos: la madre de él comienza una aventura con el padre de ella. Lo que podría haberles separado, parece unirles mucho más.

El tiempo pasa y los chicos crecen. Claudia, inquieta, no para de viajar. Llega un momento en el que Francesco por fin la sigue. La cuestión es: ¿conseguirá nuestro chico, ya hombre, convencer a la pelirroja para que se quede con él?

Francesco y Claudia son dos chicos que se sienten diferentes en su pueblo, lo que no debería ser algo extraño en los adolescentes. La cuestión es que ese sentimiento de extrañeza les acompañará hasta la madurez.

Marina Franca es un pueblo típico del sur de Italia, con sus más y sus menos. Francesco se siente a gusto ahí, pero el problema es que Claudia no se queda en el pueblo.

Francesco está enamorado de Claudia. Sin embargo, también le gustan los chicos, lo que está a punto de causarle un problema cuando está en el instituto.

El tiempo pasa pero Francesco y Claudia siguen siendo amigos. Él sigue enamorado de ella. ¿Qué es lo que quiere Claudia en realidad? Encontrar su lugar en el mundo, sin duda.

Expatriados, en definitiva, es una profunda novela que aborda el sentimiento de extrañeza en el mundo de una pareja singular a lo largo de las décadas. Una obra escrita con un estilo único, directo y sincero, que no te dejará indiferente. Y tú, ¿te sientes expatriado?

Cristina Monteoliva