No hay tiempos tan
propios para los espolios que las guerras. Imaginad cuantas obras de arte
habrán desparecido durante los últimos conflictos bélicos. ¿Y qué me decís de
la Guerra Civil Española? Pero, ¿y si una importante obra saqueada de una
iglesia hubiera desaparecido también para los que intentaban venderla en el
mercado negro? Este es el punto de partida de Crisanta, la nueva novela de Juan Ramón Biedma de la que hablaremos
a continuación.
Nuestra
historia comienza en la Sevilla sitiada de octubre de 1936. Crisanta es una
mujer sola y embarazada que se dedica al tráfico de obras de arte. Un buen día,
contactan con ella para encargarle una misión: recuperar un importante tríptico
robado de una iglesia con el fin de venderlo en el mercado negro. En su periplo
a lo largo de tres semanas, se cruzará con Alberto Chacón Carter, un
parapsicólogo obsesionado con una casa supuestamente embrujada; el padre Juan
Serrador, un clérigo atormentado por un amor imposible; y la misteriosa muerte
de unos niños.
Ser
una mujer sola en la Guerra Civil Española no tuvo que ser nada fácil.
Crisanta, una de las protagonistas de esta novela coral, lo sabe muy bien. Ella
además está embarazada de un niño que no desea. Nuestra mujer se dedica al
tráfico de obras de arte. Su última transacción la podría llevar a un lugar
seguro, Portugal. Pero primero tiene que encontrar la obra de arte en cuestión.
¿Podrá hacerlo antes de que sea demasiado tarde?
Alberto
Chacón Carter es el director de la Sociedad Mediúmnica, una asociación dedicada
al estudio de todo lo paranormal que ni una guerra civil podría detener. Chacón
Carter está obsesionado con averiguar qué es lo que de verdad pasa en la
llamada casa del Malmuerto, más aún tras la desaparición ahí dentro de su
perro. ¿Hasta dónde será capaz de llegar para descubrir la verdad?
Juan
Serrador es el capellán adjunto del hospital de la Santa Caridad. Tras estar un
tiempo en la iglesia, pasó a la legión, y más tarde de nuevo a la iglesia.
Serrador es un hombre atormentado por un amor imposible. Un buen día, aparece
ante él su gran amor con una no menos gran petición. ¿Podrá Serrador llevar a
cabo la misión que se le encomienda?
La
novela se llama Crisanta como se podía haber llamado Chacón Carter o Serrador
ya que las historias de los tres personajes son igual de importantes en el libro,
por no hablar de las que se traen entre manos el sinfín de personajes
secundarios que podemos encontrar a lo largo y ancho de estas páginas.
La
trama tiene lugar en una Sevilla tomada por el bando en rebelión. Se trata de
una ciudad oscura por esto, pero no por lo único: se trata de un lugar lleno de
sucesos extraños, como casas encantadas, asesinatos de niños y los más
variopintos videntes. Si hay algo que me ha llamado la atención de esta obra ha
sido precisamente esto último. Y es que Crisanta, con su péndulo, puede ver lo
que otros no; también tienen poderes sensitivos Diosdada, una mujer obsesionada
con reencontrarse con su marido fallecido, y Anita, una niña que solo piensa en
quitarse la vida. Todo nos vuelve a llevar una y otra vez a uno de los
elementos más interesantes de la novela: la casa del Malmuerto. ¿Será verdad
que está encantada?
Resulta
complicado explicar en un solo párrafo qué es en realidad Crisanta. ¿Una novela negra? ¿Una de fenómenos paranormales? ¿Tal
vez una histórica de la Guerra Civil? Lo cierto es que Crisanta es todo eso y
mucho más. Está en tu mano descubrir todas las interesantes subtramas que esta
compleja obra te ofrece. Desde este espacio, te animamos a que así lo hagas
adquiriendo ya un ejemplar. ¿O es que acaso tienes miedo de lo que puedas
encontrar en la misteriosa casa del Malmuerto?
Cristina Monteoliva