Los periódicos, las
crónicas, los libros de ensayo… Todos los que en ellos escriben parecen conocer
la verdad absoluta sobre los hechos históricos. Olvidamos a veces que esos
sucesos destacados los vivieron desde dentro personas reales, cada una con su
propia perspectiva. Perspectivas que pueden parecer muy lúcidas o, por el
contrario, una suerte de pesadilla. Sobre esto y mucho más me ha hecho pensar La orquesta imaginaria, la novela de
Rodrigo Díaz Cortez de la que hoy os hablaré.
Tras
incendiarse su casa y ser apresado su padre, Minina es recluida en un centro de
menores del que sale gracias a Sinestesia, una chica con el pelo azul y una
pistola en propiedad. Una vez reunida de nuevo con su familia, no sin pasar
penurias para ello, Minina emprenderá una nueva aventura: la búsqueda de su
amiga en compañía de sus amigos Marlon y El Astronauta. ¿Conseguirán encontrar
a Sinestesia entre todo el jaleo de la revuelta chilena de 2019?
Minina
es una inteligente y valiente niña de quince años que vive con su familia en el
barrio porteño de El Lido. Su padre es un estibador cuya pasión es tocar la
tuba. Un día, lo detienen. Cuando el hombre vuelve a casa, ya no es el mismo. Su
orquesta es de cartón, su música, un estruendo.
A
la casa de Minina le prenden fuego, su padre es detenido, ella misma es
recluida en un horrible centro de menores. Estamos en 2019 y la revuelta se
desata en Chile. ¿Es el tema central? Más bien, una música de fondo que nos
acompaña mientras Minina busca a la carismática Sinestesia.
¿Dónde
está Sinestesia? Parece que recluida de nuevo. ¿Podrá salvarla Minina? Tendréis
que leer hasta el final para averiguarlo. Lo único que os adelanto es que con
ayuda de sus amigos Marlon y El Astronauta, el chico que nació diferente, lo
intentará.
¿Por
qué leer La orquesta imaginaria? Por
múltiples razones: por los estibadores que aman la música, por las madres que
son separados de sus hijos, por las niñas valientes… De entre todas las que
podemos encontrar, yo destacaré una de ellas: porque es una historia auténtica;
un sueño, a veces, una pesadilla, otras, que nos habla de una época histórica
desde una perspectiva diferente e interesante a la vez que nos entretiene. ¿Qué
más le podríamos pedir a esta novela? Poco más. Pero mejor será que la leas y
descubras por tu cuenta todo lo que tiene que ofrecerte. ¿Te atreves con este
reto?
Cristina Monteoliva