Queridos
amigos de La
Orilla de las Letras,
la
cuarta entrevista de esta nueva tanda se la dedicamos a la autora Eugenia Kléber.
Eugenia Kléber ha estudiado Filosofía y Piano, y ha estado vinculada al cine desde muy joven,
campo en el que ha ejercido como profesora
de Guión Cinematográfico y guionista
en el Centre d´estudis Cinematogràfics de Catalunya de Barcelona durante
muchos años; como guionista de las películas La memoria del agua e Invocación, premiadas en Cannes y Ámsterdam y
seleccionadas en San Sebastián, Venecia,
Karlovy Vary, Alcalá de Henares y Figueira
da Foz; y directora de la película
experimental en b/n Torturados por las rosas, con la que participa en
diversos festivales internacionales. Su primera novela, Algo se ha roto, obtuvo el Premio Tusquets Nuevos Narradores 1997.
Con Editorial Siníndice ha publicado los relatos Lo
que quede después y La
hechizada y la novela ilustrada Marie Valentine. En 2019 publica la novela Terrible intimidad, Serial Ediciones, y
las obras Indemnes/Lucy N. en
Ediciones Irreverentes, Colección de Teatro nº 114. Su obra corta Laura y el Danubio es seleccionada
en el Festival Dramaturgia Femenina
Atenas 2021. Ha participado en la Antología
de relatos Mujeres de la Antigüedad Clásica, de M.A.R Editor y su obra
inédita Carne de tu carne ha
sido elegida en el Concurso
Internacional La Escritura de La/s Diferencia/s Cuba/Italia 2020-2022, para
representar a España en el Festival que se llevará a cabo en Cuba.
Dicho
esto, ¿qué tal si pasamos a conocer un poco más a la autora? ¡A leer, amigos!:
¿Qué
recuerdas de tus primeras lecturas de la infancia?
Los primeros libros que
recuerdo de pequeña son los Cuentos de Andersen, en una edición
ilustrada muy bonita en tapa dura, y Cuentos andinos, un libro también
en tapa dura que tenía un cóndor en la cubierta. Me enamoré de ese ave, de su
nombre, de su majestuosidad. Más tarde me regalaron Mujercitas y novelas
de Enid Blyton. Mis padres no tenían precisamente una gran biblioteca aunque
les gustaba leer, a mi padre sobre todo obras de Historia y Arqueología y a mi
madre lo que recibía de Círculo de Lectores. Esas fueron mis primeras lecturas.
No me aconsejaron ni me prohibieron
ningún libro, así que la
elección y la mezcla de lecturas dependía de mí.
Como
lectora, en la actualidad, ¿qué debe tener un libro para que te interese?
Una voz personal que me
atrape, fuerza, sensibilidad. Sin pretensiones, sin alardes. Más allá del interés
que me despierte el tema y el argumento.
¿Qué estás
leyendo ahora mismo?
Entre los últimos libros, La
perra, de Pilar Quintana; La forastera, de Olga Merino; Dobles,
de José María Merino, y Teoría de la gravedad, de Leila Guerrero. Ahora
estoy leyendo la primera novela de la colombiana Lorena Salazar Masso, Esta
herida llena de peces, un título precioso al igual que la novela. En la
mesa me esperan Hamnet, de Maggie O´Farrell y Cuentos de Agota
Kristof.
©Eugenia Kléber.
¿Cuándo
comenzaste a interesarte por el mundo de la escritura?
Desde muy pequeña.
Inventaba historias para mis muñecas, no me gustaba jugar tratándolas como
bebés a los que había que alimentar, pasear y vestir, sino que las sentaba y
les contaba lo que se me ocurría. A veces lo escribía y otras simplemente improvisaba.
Era una forma de sentirme acompañada, en casa el ambiente solía ser tenso, o
más bien triste o ambas cosas, y al ser hija única la imaginación, la escritura
y la lectura fueron mi salvación.
¿Por qué
te has decantado más por el teatro que por cualquier otro género?
No puedo decir que haya un
motivo concreto. Empecé escribiendo guiones, después novela y relato. Escribo
teatro desde hace tres o cuatro años, o sea desde hace poco, pero es verdad que
sin darme cuenta he ido enlazando una obra tras otra hasta desplazar el trabajo
en una novela que tengo empezada desde hace un par de años, por ejemplo. Lo que
no quiere decir que no vaya a retomarla. Paralelamente a la última obra de
teatro, escribí un relato para la Antología de MAR Editor Mujeres de la
Antigüedad Clásica, un libro de varias autoras con relatos inspirados en mujeres
de Grecia, Roma y Egipto. Se publicará antes del verano.
¿Dónde
encuentras la inspiración?
Pues entendiendo inspiración
como la chispa que pone en marcha un motor interno, te diría que en lo bueno,
en lo malo, en la propia angustia, en las personas, en los detalles, en los
gestos, en la observación, en la lectura…
¿Eres una
escritora autodidacta o has recibido alguna vez clases de escritura?
Autodidacta. Estudié
Filosofía y Piano, nunca he cursado talleres literarios.
En lo que respecta al teatro
sí he seguido talleres de Dramaturgia en la Sala Beckett: con Josep Maria Miró,
Xavier Albertí, Victoria Szpunberg, Paco Zarzoso, Lucía Carballal y Davide
Carnevali.
©Eugenia Kléber.
¿Cuál de
tus obras te ha costado más escribir?
Cada libro tiene su dificultad,
al menos a la hora de darlo por terminado. Porque si la primera redacción fluye
y parece fácil, al releerlo me asaltan las dudas y lo cambiaría todo. Por eso,
una vez publicado, soy incapaz de leerlo. Como las actrices o los actores que
no pueden ver sus películas. Una mezcla de inseguridad, autocrítica (algo que
me parece muy saludable y necesario) y perfeccionismo.
Pero,
para responder mejor a tu pregunta, la primera recopilación de relatos que se
publicó en 2017, Lo que quede después. Me costó seleccionar los relatos
que iban a formar parte del libro y elegir el orden. Por eso quizá dan cierta
sensación de haber sido juntados al azar, lo que no es cierto.
¿Y cuál la
que menos?
La primera novela, Algo
se ha roto. La escribí de un tirón en menos de tres meses. No tenía
intención de enviarla a editoriales o a premios, solo sentí la necesidad de
escribir esa historia y lo hice. Un amigo la leyó y me animó a enviarla al
premio Tusquets. Yo no lo tenía claro pero me convenció.
¿Qué
supuso para ti ganar el Premio Tusquets Nuevo Narradores en 1997 por tu novela Algo
se ha roto? ¿Podríamos decir que este hecho impulsó tu carrera como
escritora?
Lo primero que recuerdo es
mi incredulidad. Encontré la carta en el buzón y la leí subiendo las escaleras.
Entonces vivía en un sexto piso sin ascensor en el barrio gótico de Barcelona,
así que leí la carta varias veces. Después empecé a hacerme preguntas: ¿Qué se
espera de mí, qué tendré que hacer, de verdad he ganado o es un error que aclararán
enseguida? Para resumir, en ese momento me vino grande, me desbordó. Trabajaba
desde hacía años en una escuela y productora de cine como profesora de guion y
tutora, iba a festivales y escribía por encargo guiones de ficción y
documental. La parte más personal de la escritura, digamos la literaria, la
reservaba para mí pero sin ánimo de hacer una carrera, de ahí que no
pensara presentar la novela.
La editorial se portó
maravillosamente pero yo preferí volver a mi mutismo y a mis cuadernos porque
desde siempre me desenvuelvo bien en soledad.
©Eugenia Kléber.
Tu obra de
teatro Carne de tu carne fue, por otra parte, la ganadora por el jurado
español para participar en el Festival Internacional de Dramaturgia Femenina La
Escritura de La/s Diferencia/s Cuba/Italia 2020-2022, y una de las tres
elegidas por el jurado internacional para representarse en Cuba el próximo año.
¿Qué supuso para ti este nuevo premio precisamente en teatro?
Me he presentado a dos concursos
teatrales hasta la fecha, el primero fue en 2019 con una obra corta que
seleccionaron. Es el Festival Internacional de
Dramaturgia Femenina
Atenas 2021. El Festival debería estar celebrándose ahora pero debido a la
pandemia se ha cancelado. Se hará a través de Radio Iaspis de Atenas del 15 de
marzo al 15 de diciembre, y constará de lecturas dramatizadas de las obras,
entrevistas y mesas redondas.
Al
concurso que mencionas me presenté con una obra larga que acababa de escribir.
Fueron pasando los meses y al no recibir ningún correo me olvidé del tema.
Cuando llegó el email con la noticia el pasado agosto imagina mi alegría.
También este Festival se ha visto afectado por la situación actual, lo que iba a
celebrarse en Italia se ha cancelado. Espero que en 2022 pueda ver representada
mi obra en Cuba por una compañía de allí.
¿Qué
puedes contarnos de Carne de tu carne?
Yo soy muy mala para
hablar de mis obras, me temo. Para intentar explicar qué significan para mí, de
qué tratan, por qué y cómo nacieron, etc.
Esta
obra habla de la violencia en la preadolescencia, la familia, el silencio, la
fantasía, el amor, la intransigencia. Seis personajes y un acto espantoso e
inexplicable que en una u otra medida les afectará a todos. No está tratado de
manera explícita, lo que creo que ayuda a que llegue de una manera más intensa
al lector y, espero, al futuro espectador.
¿Ha
cambiado la pandemia tus hábitos de escritora?
Los primeros meses sí, me
costaba mucho concentrarme tanto para escribir como para leer. He hablado con
escritores y artistas y a muchos les pasó lo mismo. Era una mezcla de angustia,
tristeza, preocupación, irritabilidad…
Normalmente
escribo a última hora de la tarde hasta la madrugada, antes de la pandemia y
ahora.
¿Te
gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?
Lo primero darte las
gracias por ayudarnos a difundir nuestro trabajo.
Lo
segundo, cuando se cumple un año de esta situación impensable que ha causado y
sigue causando tanto dolor y devastación en el mundo, recordar que los libros,
el arte, el teatro, la música, son más necesarios que nunca.
Muchas
gracias a ti, Eugenia, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. ¡Y
mucha suerte con todos tus escritos!
Y
a vosotros, amigos lectores, muchas gracias por estar un día más al otro lado
de la pantalla.
Cristina Monteoliva