Título: Mi gato
Yugoslavia
Autor: Pajtim
Statovci
Traducción: Laura
Pascual Antón
Publica: Alianza
Editorial
Páginas: 320
Precio: 19,50 € / 11,99 € (ePub)
No pensábamos que una
nueva guerra pudiera azotar la antigua Europa hasta que estalló la de la
antigua Yugoslavia. Aquel conflicto, como los de hoy en día, acabaría con la
vida y los sueños de un gran número de personas. Algunas de ellas, las que
pudieron, huirían a otros países en los que se sintieron más o menos aceptados.
¿Pero qué es lo que pasa cuando no te encuentras ni en un sitio ni en otro?,
deberías preguntarte antes de comenzar la lectura de la interesante Mi gato Yugoslavia, la novela de Pajtim
Statovci de la que hoy hablaremos.
Bekim
es un chico albano que vive en la actualidad en Finlandia. Para sobrevivir,
trabaja como cartero al tiempo que estudia Filosofía. Tiene una boa como
mascota, aunque de pequeño las serpientes le daban un miedo tremendo. Es
inmigrante y gay, lo que no le pone siempre las cosas fáciles (más bien, todo
lo contrario). Buscando el amor, conoce a un gato que habla, todo un seductor manipulador
y cruel que le animará, de alguna manera, a viajar a su Kosovo natal para
encontrarse a sí mismo y puede que también el amor verdadero.
La
historia de Emine, la madre de Bekim, comienza en los años ochenta del siglo
pasado, cuando era solo una estudiante de quince años. El encuentro casual por
uno de los caminos cercanos a su casa con Bajram, un muchacho arrogante, desembocaría
en poco tiempo en boda concertada. Emine se vería así convertida en esposa,
madre sin vocación de serlo y, más tarde, en mujer inmigrante en un país que
siempre la miraría por encima del hombro. ¿Podrá encontrar de alguna manera,
entre tanto sinsabor, su camino hacia la felicidad?
Esta
es la historia de dos narradores protagonistas, dos personas bien distintas
que, sin embargo, son madre e hijo: Emine y Bakim.
Bakim
es un joven introvertido, tímido e inteligente que, sin embargo, no renuncia a
buscar el amor en los chats de citas
gays, de una forma más o menos afortunada. En su vida, todo parece
contradicción: tiene miedo a las serpientes, pero decide tener una boa de
mascota; necesita el cariño que nunca ha tenido, pero deja que el egoísta y cruel gato que conoce casualmente,
se instale en su casa. Será cuando decida visitar a sus familiares de Kosovo
cuando por fin encuentre su camino, aunque, ¿será el que él esperaba?
Emine,
por su parte, es una mujer a la que no le han dejado decidir nunca por ella misma.
Casada a la fuerza a los quince años con un hombre que nunca la tratará bien,
se vería más tarde obligada a trasladarse junto a sus hijos y su marido a
Finlandia, un país en el que tardaría en encontrarse a gusto. Emine es la mujer
que nunca ha tenido independencia, la que tuvo que dejar a su familia atrás
huyendo del conflicto, la que, como su hijo, busca su sitio en un país que por
un lado dice acoger de buen agrado a los inmigrantes que luego siempre margina.
Mi gato Yugoslavia,
en definitiva, es una novela compleja, una historia en la que nos encontramos,
perfectamente coordinados entre sí, con un buen número de temas sobre los que
reflexionar largo y tendido: la guerra de la antigua Yugoslavia, la historia de
los albanos de Kosovo, los matrimonios concertados (que todavía son frecuentes
en numerosos lugares del mundo), lo que significa ser inmigrante en un país
lejano al tuyo, las distintas formas que tiene la sociedad de rechazar al
diferente, lo poco idílica que puede ser la vida en Finlandia a pesar de la
imagen que el país proyecta hacia el exterior, la soledad no deseada, la
necesidad de independencia y a la vez de cariño… Se trata esta de una obra con
la que descubrir, al final, que todos necesitamos encontrar nuestro lugar en el
mundo, y que ese lugar es mejor si en él nos acompañan personas a las que
queremos. Para ello, a veces hay que hacer un viaje interior, o uno hacia los
lugares en los que crecimos, donde tantas preguntas quedaron en el aire. Y
mucho más. Pero yo no voy a contártelo. Para descubrir todo lo que esta gran
historia de historias te depara, ya sabes: tendrás que decidirte por este
libro. ¿O es que acaso tienes miedo de que sus tramas te atrapen como una boa
constríctor y luego no seas capaz de escapar?
Cristina Monteoliva