Queridos amigos
de La Orilla de las Letras,
seguimos con las
entrevistas de enero de 2020, esta vez con la que nos ha concedido Jesús Artacho en relación
fundamentalmente a su último libro publicado, Rasgar algo de vida. Diarios (2014-2016), el cual podéis ver reseñado
en el enlace:
Nacido en 1986 en Cuevas Bajas y Licenciado en Filología Hispánica,
Artacho compagina actualmente sus labores como bibliotecario con las de
escritor. Ha publicado el libro de relatos El
rayo que nos parta (2013) (en relación al cual le dedicamos una extensa
entrevista, que publicamos en dos partes, y reseña el libro aquel mismo año en
este blog) y el poemario Aproximación a
la herida (Baile del Sol, 2016). Sus textos han sido galardonados en premios
como el Nacional Villa de Periana, Málaga Crea, Albacete Joven…
Podríamos dar más datos, pero queremos
que veáis ya sus respuestas, así que, ¡a leer!:
Comenzaste a
escribir Rasgar algo de vida. Diarios (2014-2016) mientras esperabas a
que volvieran las musas. ¿No crees que lo que las musas querían era
precisamente que escribieras este libro?
Ni idea de qué querían las musas. Ni siquiera de si me prestan
algún tipo de atención. Ya se sabe: muchos son los llamados, y pocos los
elegidos.
Rasgar algo de vida. Diarios (2014-2016) es un
dietario, un diario, un di(et)ario, en tus propias palabras cuya escritura te
ha llevado varios años. ¿Pensaste desde el principio en que acabarías
publicándolo?
Año y medio, concretamente. Al principio ni siquiera sabía si se
acabaría convirtiendo en un libro o si el proyecto quedaría abortado, así que
la publicación no era un horizonte seguro en un primer momento, si bien siempre escribí con un hipotético lector en
mente.
La escritura
autobiográfica tiene algo de catártico, de sanadora del alma. ¿Podría decirse
que escribir este libro te ha servido de apoyo o terapia?
Me ha servido en ocasiones para asimilar un poco mejor lo
vivido, para ayudarme a pensar con más claridad según ponía ciertas cosas por
escrito.
¿Le darías algún
consejo a alguien que te preguntara por cómo comenzar a escribir un libro de
estas características?
Preferiría no hacerlo, que diría Bartleby.
© José Luis de la
Torre.
¿Has pensado
alguna vez en patentar el término lighteratura,
mencionado en Rasgar algo de vida.
Diarios (2014-2016)? Por cierto, ¿qué es para ti la lighteratura o literatura ligera?
La lighteratura puede estar muy bien o puede ser un
horror, depende de lo que busquemos como lectores, o de lo que nos apetezca
leer en cada momento, pero reconozco que se trata de un término más bien
despectivo para designar a libros bastante mejorables. Como no deja de ser algo
-en el fondo- subjetivo, podría darse el caso de que alguien encuadre en la
sección de lighteratura a mi propio libro, y que el término se vuelva
contra mí.
¿Por qué casi
todos los personajes mencionados se llaman X?
Una forma como otra cualquiera de no mencionar a algunas
personas por su nombre, pues a menudo la anécdota tiene sentido
independientemente de quién la protagonice. Como en el dicho popular de “se
dice el pecado, pero no el pecador”. Para las incógnitas tiro de X, Y, Z… En
esto sigo un poco a Andrés Trapiello, cuyos diarios me entusiasman.
¿No crees que
debería promocionarse más la zanahoria morada de Cuevas Bajas para que la gente
visite más el pueblo? ¿Qué tal escribir un relato sobre ella?
No creo que se promocione poco, la verdad. Con el tubérculo se
han elaborado una plétora de productos: mermeladas, vinagre, cerveza, ¡y hasta
ginebra! Aunque nunca está de más seguir publicitando esta hortaliza, que se
asocia, entre otros municipios, a Cuevas Bajas. En cuanto a la escritura de un
relato, tal vez a ti te asista más la imaginación. Por mi parte, poco puedo
aportar al asunto.
¿Y qué tal
también lo de promocionar las lecturas poéticas veraniegas en la huerta? ¿No
crees que podría tener sus adeptos entre los foráneos?
Esas lecturas poéticas, en la huerta de un paisano, se celebran
a nivel privado, y tal vez sea el gusto del anfitrión que se sucedan tal cual.
Igual si se convirtieran en algo multitudinario perderían su esencia y parte de
su encanto, ¿no crees?
¿Qué ha sido lo
que más te ha costado escribir de este libro?
No sabría decir. A fuerza de trabajo, todo acaba aflorando sobre
el papel en blanco.
© José Luis de la
Torre.
¿Y cuál ha sido
el sitio más raro en el que te has parado para escribir una anotación en el
cuaderno en el que escribías las entradas originariamente?
Quisiera matizar que algunas entradas del diario nacían en el
cuaderno y luego se alargaban o modificaban en el ordenador, pero que otras
emergían directamente en el medio informático sin siquiera pasar por la fase
manuscrita. Y en cuanto al sitio más raro, lamento ser un poco soso, porque no
recuerdo ningún emplazamiento demasiado especial.
De camino a la
imprenta o una vez publicado ya el libro, ¿te has arrepentido de algo de lo
dicho?
Hasta la fecha no, aunque entiendo que no todo lo que digo va a
ser del gusto de todos.
Y si pudieras
volver la vista atrás, ¿añadirías alguna entrada más a este volumen?
No.
Te has atrevido
con un libro de relatos, uno de poemas y ahora con un dietario. ¿Crees que en
algún momento pensarás en escribir una novela?
Ahora mismo no tengo la más mínima intención, pero ignoro si en
algún momento me lo plantearé.
¿Qué esperas que
encuentren los lectores en Rasgar algo de
vida. Diarios (2014-2016)?
No sé. Un poco de humanidad, tal vez.
¿Para cuándo la
publicación del volumen que continúa a Rasgar
algo de vida. Diarios (2014-2016), pues me consta que existe?
Me parece un poco prematuro aventurar una fecha. Me temo que
tendrán que pasar algunos años todavía para que llegue ese momento.
¿Qué nuevos
proyectos literarios tienes en marcha?
Tengo acordada con una editorial la publicación de un nuevo
poemario, que si todo va bien verá la luz en 2020.
Antes de
finalizar esta entrevista, ¿hay algo que te gustaría añadir?
Agradecería la atención prestada, si alguien se digna a
dedicarle tiempo a esta entrevista, o
incluso a leerse el libro. Y ya puestos, como estamos a 31 de diciembre, le
desearía un feliz año nuevo a toda la gente de bien.
Pues muchas
gracias, Jesús, por tu tiempo, tus palabras, tus fotos y tu felicitación de año
nuevo. Esperemos que muchos lectores se interesen por Rasgar algo de vida. Diarios (2014-2016) y pronto podamos leer el
segundo volumen. Asimismo, espero que tu poemario sea también un éxito y que el
año 2020 esté lleno de musas.
Y
a vosotros, amigos lectores, gracias una vez más por estar al otro lado de la
pantalla.
Cristina
Monteoliva