Título: Yo soy todos los besos que nunca
pude darte
Autor: Francisco López Barrios
Publica: Ediciones Dauro
Páginas: 169
Precio: 15 €
¿Hasta qué punto puede llegar el amor de
un hijo por uno de sus progenitores? ¿Cuándo una relación paterno-filial es
enfermiza y cuándo no? ¿Y cuándo es el mejor momento para dejar el nido? Todas
estas y muchas más creo que podréis contestarlas tras la lectura de Yo soy todos los besos que nunca pude darte,
el libro de Francisco López Barrios ganador del XXII Premio Andalucía de la
Crítica 2016 en la modalidad de relato: el libro que a continuación vengo a
reseñar.
Yo
soy todos los besos que nunca pude darte es un volumen
compuesto por varias historias. La primera de ellas, titulada Cubanito, está dividida en tres partes.
En la primera de ellas, conocemos al cubano que narra su propia historia, un
muchacho que no parece tener muy claro lo que quiere hacer en la vida. Un buen
día, el muchacho y su padre emprenden el viaje a Estados Unidos. Tras un tiempo
trabajando allí, el cubano protagonista es arrastrado por su padre de nuevo,
esta vez hasta tierras malagueñas, lugar en el que el progenitor se empeñará en
buscar a sus antepasados españoles. Ya en la segunda parte, el muchacho
conocerá al amor de su vida, y en la tercera, nos narrará el trágico suceso que
llevará a ambos jóvenes a huir al norte de España.
Tanto por su extensión
como por su estructura, yo diría que Cubanito
es más una novela corta que un relato largo que se encuadraría en el género de
la narración autobiográfica (ficticia, en este caso). Por los distintos lugares
que nos describe el narrador, también podríamos hablar de narración de viajes,
aunque los sitios que el cubano visita no son tan importantes en sí para la
trama como las cosas que le suceden siempre, a mi forma de entender, por
encontrarse a la deriva en el mar de su propia existencia: primero arrastrado
por su padre, más tarde, por ciertas circunstancias turbias.
El segundo texto que
nos encontramos en el libro es el que le da título a este volumen, Yo soy todos los besos que nunca pude darte.
En esta historia, conoceremos a un veterano comisario granadino empeñado en
averiguar si el sospechoso de un crimen es o no el culpable del mismo. Las
personas supuestamente asesinadas son la madre y la hija del sujeto. Ambas
ejercían la prostitución y ambas morirían por sobredosis. El comisario se reúne
con un amigo psiquiatra al que le entrega varios textos escritos por el
sospechoso: una larga carta escrita a su madre, Amor de madre, en la que se ve claramente que madre e hijo llegaron
a mantener relaciones incestuosas cuando el hijo era tan solo un adolescente, y
un relato titulado En la playa (homenage
au Maroc), del que os hablaré más adelante.
Tras la lectura de la
carta, dividida en dos partes, comisario y psiquiatra vuelven a la narración no
ya solo para analizar la psique del supuesto asesino, sino para descubrir un
siniestro suceso.
Una vez más, por la
extensión y la estructura del texto, yo diría que Yo soy todos los besos que nunca pude darte es más una novela corta
que un relato largo. Se trataría, además, de una historia escrita de una forma
muy original, ya que se intercalan distintas tramas, distintos narradores y
distintos estilos en una misma historia. La narración principal es claramente
de género negro, mientras que la trama secundaria es una historia biográfica
con una gran carga psicológica. De esta segunda destacaría, sin embargo, el
buen retrato que se hace de Marruecos justo antes de dejar de ser Protectorado
Español, dando a conocer a los lectores un universo ya casi olvidado: el de los
españoles que vivían en Marruecos por aquel entonces.
En
la playa (homenage au Maroc), el último texto de este
volumen, es claramente un relato breve, tanto por su extensión como por su
voluntad de reflejar tan solo un pasaje anecdótico de un día de playa en aquel
Marruecos español. En este relato, queda clara la relación entre españoles y
marroquís en aquellos tiempos, de una forma sencilla pero a la vez cargada de
significado.
El Marruecos bajo
dominio español, como podéis ver, es un elemento que se repite en los distintos
textos de este volumen. No es este, sin embargo, el único elemento que veremos
aparecer varias veces a lo largo de estas páginas. Otro de ellos, para mí el
más significativo, es la relación entre padres e hijos en los distintos
relatos. Así, tanto en Cubanito como
en Amor de madre, texto que se
incluye dentro de Yo soy todos los besos
que nunca pude darte, nos encontramos con dos relaciones paternos filiales
en la que la parte paternal es más fuerte. Si bien en Cubanito esta relación es de una dependencia más simple, por así
decirlo, en Amor de madre descubrimos
hasta qué punto llega la relación dominante de esa madre hacia ese hijo.
Por último, indicar que
el mundo del toro también está muy presente en esta obra, en todas las formas
que podáis imaginar: toros, sangre, arena, toreros que se creen grandes,
mitómanos de los toreros, círculos taurinos, tragedia, plazas de toros…
Yo
soy todos los besos que nunca pude darte, en definitiva, es una
obra que comprende una serie de textos heterogéneos, originales en cuanto a su
forma de narrar, que pretenden transmitir la vida y sentimientos de unos
personajes complejos y atormentados. Un libro que nos transporta a lugares de
ensueño y de pesadilla. Un libro que invita a reflexionar al lector sobre temas
diversos. ¿Te atreves a comprobarlo por ti mismo?
Cristina Monteoliva