Título: El amor no es nada del
otro mundo
Autores: Félix J. Palma y María
Fortea
Publica: Plaza & Janés
Páginas: 395
Precio: 18,90 € / 9,99 €
¿Eres un adicto a las redes sociales?
¿Crees que tus contactos de Facebook tienen vidas más interesantes que la tuyas
y te esfuerzas en colgar citas, fotos, etc, con el fin de que los demás crean
que tu existencia también es estupenda? ¿Llevas años buscando el perfil de un
antiguo amor o amistad especial con la esperanza de tener con esa persona una
segunda oportunidad? Entonces, ¿qué estás esperando para leer El amor no es nada del otro mundo, la
novela de Félix J. Palma y María Fortea? Por si todavía no te he convencido,
deja que te cuente un poco sobre esta desternillante, a la par que profunda,
comedia romántica.
Ismael tiene treinta y
ocho años, un trabajo en una pequeña empresa en el departamento de atención al
cliente y un perfil de Facebook con el que hacer creer a sus conocidos que su
vida es mucho más interesante de lo que es. Tras buscar durante años el perfil
de Facebook de Amanda, su antiguo amor de infancia y juventud, Ismael consigue
encontrarlo. Pero, ¿cómo es que Amanda dice que lleva años en Facebook, si ella
renegaba de las redes sociales? ¿Y qué es eso de que ya no le gustan las
guindas? ¡Pero si se moría por ellas! ¿Por qué esta Amanda se parece a la que
Ismael conocía pero a la vez tiene cosas tan diferentes? Casi como si hubiera
venido de otro mundo. Aunque, ¿es eso posible?
¿Se acuerda alguien de
cómo era la vida antes de las redes sociales? Yo tengo un vago recuerdo, uno
cada vez más lejano. Podría decirse que Facebook ha mejorado sustancialmente mi
vida social. A cualquier hora del día puedo mandar un mensaje al mundo y casi siempre
hay alguien al otro lado que me contesta para animarme, reírse conmigo (o de mí),
lanzar cualquier tipo de comentario… En Facebook la gente cree que soy
divertida e ingeniosa, cuando en realidad tardo un millón de años en plantear
una gracia y la mayor parte del tiempo estoy de muy mal humor. Soy
perfectamente consciente de que la idea que tenemos los unos de los otros está
seriamente distorsionada precisamente por la forma en la que tenemos de
relacionarnos hoy en día. Podríamos decir que este es precisamente el punto de
partida de El amor no es nada del otro
mundo.
Ismael, el protagonista
de esta historia, es un tipo bastante normal que anhela impresionar a la gente
en su afán por creer él mismo que su vida no es tan gris como es en realidad.
Gracias a las redes sociales, lo tiene fácil. Pero, ¿qué pasará cuando se
encuentre con Amanda en internet? Amanda, su mejor amiga hasta que ella decidió
irse a estudiar a Estados Unidos y perdieron el contacto, siempre le mantuvo a
raya en todos los sentidos, por así decirlo. Ella aparece de pronto un día en
Facebook. ¿Cómo será su relación veinte años después? ¿Parecida a la que
mantuvieron en el pasado o bien distinta? Teniendo en cuenta que pronto Ismael
descubre que existen universos paralelos que confluyen en Facebook, ¡os aseguro
que cualquier cosa puede pasar!
Por otro lado tenemos a
la Amanda que Ismael conocía: rubia, guapa, inteligente… Pero también poco
empática, mandona e irritante. Y luego tenemos a la Amanda del otro mundo, esa
chica más dulce, más comprensiva, más… En fin, tendréis que leer el libro para
averiguar en qué se parecen y en qué se diferencian las dos Amandas. O las
tres, o las cuatro: tantas como universos paralelos descubráis en la lectura. ¿Llegará
Ismael a cruzar al otro lado para conocer a la otra versión de Amanda, por
cierto?
El
amor no es nada del otro mundo es una novela muy
cinematográfica. A mí concretamente me recuerda a las películas de amor
adolescente (admitamos que nuestros protagonistas no es que sean especialmente
maduros, al fin y al cabo) de los años ochenta y novela. Películas alegres
llenas de personajes secundarios divertidísimos (en este caso, Óscar, el
informático y Víctor, el jefe que quiere triunfar en el mundo del baile, por
ejemplo), enredos, diálogos tronchantes y un final de lo más sorprendente.
La clave de este libro
(o, al menos, una de ellas) la encontramos en el propio título: un magnífico
juego de palabras en relación al tema de los universos paralelos, pero también
una invitación al lector a reflexionar sobre lo que es el amor en sí mismo, en
la visión que tenemos de él y, de paso, de las personas que amamos. Pocas veces
he encontrado un título tan sugerente y a la vez tan acertado para una historia
de ficción.
El
amor no es nada del otro mundo, en definitiva, es una
ingeniosa novela romántica con un toque de ciencia ficción y grandes dosis
comedia. Un libro que nos invita a soñar con otros mundos, con volver a
encontrar con la gente que echamos de menos para retomar amistades, amores,
etc, a la vez que nos proporciona las herramientas para reflexionar sobre temas
tan interesantes como la manera que tenemos de relacionarnos hoy en día con los
demás en la era de las redes sociales, las expectativas que tenemos de los
demás y de nosotros mismos. Un libro, amigos, tierno, nada predecible,
imaginativo e inolvidable. Yo que vosotros no me lo perdería. Ni aquí ni el
universo paralelo de al lado.
Cristina Monteoliva