Título: Lo que dijo Harriet
Autora: Beryl Bainbridge
Traducción: Alicia Frieyro
Edita: Impedimenta
Páginas: 240
Precio: 19,95 €
Se habla mucho de la inocencia de los
niños, de su pureza, de su poca capacidad de hacer un mal consciente. No nos
cabe en la mente que haya niños que sean capaces de tramar actos crueles con
conocimiento de causa. Nos aterroriza pensar solo en la idea. Igual es que los
inocentes somos nosotros, los adultos que pensamos de esta manera, pienso tras
la lectura de Lo que dijo Harriet, la
novela de Beryl Bainbridge que ha rescatado del olvido Editorial Impedimenta.
La protagonista de esta
historia es una niña de trece años cuya mejor amiga, de la misma edad, se llama
Harriet. Harriet y nuestra chica suelen pasar el año en un internado. Cuando
vuelven a casa, ambas se aburren mucho. Tienen prisa por convertirse en mujeres
y el entorno les ofrece pocos estímulos. Tan solo algo parece divertir a las
muchachas: engatusar al señor Biggs, apodado por ellas el Zar, el vecino del
matrimonio infeliz. Cuanto más interés muestra el ingenuo vecino por nuestra
protagonista, más perversos se vuelven los planes de las niñas. El trágico
final se hace así prácticamente inevitable.
Nueva Zelanda, 1954.
Juliet Hulme y Pauline Parker son dos amigas inseparables, tanto, que sus
familias creen que mantienen una relación lésbica. Con la excusa de la separación
de los padres, los Hulme deciden enviar a Sudáfrica a Juliet, a vivir en casa
de un pariente para así separarla de su amiga. Pauline quiere seguirla, pero su
madre no la deja. Esto provoca que ambas niñas acaben asesinando a la madre de
Pauline.
El caso Parker-Hulme,
que sería retratado por Peter Jackson en su película Criaturas celestiales, fue también fuente de inspiración para Beryl
Bainbridge a la hora de escribir su primera y polémica novela, Lo que dijo Harriet. Una obra tan
incómoda para la sociedad del momento, que a pesar de haber sido escrita a
finales de los 60, no pudo ser publicada hasta 1972, momento en el que por fin
pudo ser entendida y aclamada como la gran obra literaria que es.
Como el caso
Parker-Hulme, esta historia empieza con dos amigas inseparables, dos jóvenes
adolescentes que sueñan con grandes pasiones y vidas aventureras. A simple
vista, tan solo unas niñas jugando a ser mujeres.
Harriet y su amiga, la
chica sin nombre, son sin duda dos chicas inquietas. La inquietud las lleva
normalmente al aburrimiento, y el aburrimiento, a tramar pequeñas maldades. De las
dos, la más avispada parece ser Harriet. La otra, nuestra protagonista y
narradora, la sigue siempre.
Las chicas ponen su
punto de mira en un vecino al que llaman el Zar. El hombre, cincuentón en el
momento de la narración, vive un matrimonio desgraciado. Las chicas le ven como
un ser patético del que hay que reírse. ¿Y qué mejor para ello que hacer que se
enamore locamente de una de ellas?
La narración tiene
lugar en algún lugar de Inglaterra durante un verano. La época tampoco es fácil
de precisar, puesto que no se nombran referencias que nos hagan pensar que todo
tuvo lugar en el año 1960 o en el 1950. Lo que sí sabemos es que es un verano
del siglo XX y que las guerras ya han pasado.
Lo mejor de la novela,
desde mi punto de vista, es el gran retrato que la autora hace de sus
personajes principales, Harriet, la narradora y el Zar; seres tremendamente
complejos, solos y anhelantes de una vida mejor. Una vida tal vez cercana, tal
vez inalcanzable. Tal vez demasiado irreal.
No cabe duda de que Lo que dijo Harriet no es solo una
historia con cierta intriga. Esta es una novela sobre la muerte de la
inocencia, la crueldad adolescente y la total falta de empatía. También una
novela con la que reflexionar sobre temas como la dependencia, las relaciones
tóxicas y, porqué no, la pedofilia.
El gran misterio de la
trama viene encerrado en el mismo título. Una vez leída la obra, ese título, a
primera vista tan claro, tan simple, cobra un significado totalmente diferente
para el lector.
Lo
que dijo Harriet, en definitiva, es una gran obra, tanto
por la forma en la que está escrita como por el inquietante thriller que nos
desvela su trama y los temas que en ella subyacen. Una novela sobre la
perversión juvenil y la inocencia adulta que los amantes de lo oscuro no
deberían dejar escapar. ¿Te la vas a perder?
Cristina Monteoliva