Título: El sueño
de la aldea Ding
Autor: Yan Lianke
Traducción: Belén
Cuadra Mora
Editorial: Automática
Editorial
Págs: 376
Precio: 25,90 €
La globalización ha hecho que cualquier
suceso horrible en cualquier parte remota del mundo pueda ser conocido al instante
en cualquier otra parte del planeta. Siempre que ese suceso pueda resultar de
interés, claro. O siempre que las autoridades no hagan todo lo posible por
frenar los largos tentáculos de los medios de comunicación. El sueño de la aldea Ding, del autor
chino Yan Lianke es todo un ejemplo de ello, al menos en parte. Dejadme que os
cuente un poco de qué va esta obra a continuación.
Las vidas de los habitantes de la aldea
Ding se marchitan tan rápido como las hojas en otoño. La muerte llega al poco
tiempo de contraer la llamada enfermedad
de la sangre, el mal que conllevaba la venta de sangre años atrás. Este mal de la sangre no es otro que el SIDA,
una enfermedad sin tratamiento en una zona pobre del país, una condena segura.
Y, aun así, todavía queda gente con esperanza en la aldea Ding. Gente que vive
el día a día, que se ilusiona con pequeñas o grandes cosas. Gente que sueña.
Gente como el abuelo de Xiao Qiang, el niño envenenado por sus vecinos hasta la
muerte. O como el tío de este malogrado niño. Todas sus historias están
recogidas en este maravilloso libro lleno de tanta pena como alegría. De tanta
luz como dolor. De tanta fantasía como realidad.
El narrador de esta novela lírica,
desgarradora y a la vez esperanzadora es Xiao Qiang, el fantasma del niño
envenenado por sus vecinos por un motivo claro: su padre compraba sangre a la
gente, y por su culpa gran parte del pueblo se ha contagiado del SIDA, una
enfermedad que poco a poco está dejando el lugar sin habitantes.
Xiao Qiang nos cuenta con una sencillez
poética, emotiva y directa la vida de sus familiares a lo largo de un no muy
largo espacio de tiempo (tras la muerte del muchacho): su abuelo, el hombre que
durante toda la vida ha ejercido como bedel de la escuela, un padre que no
puede comprender cómo sus hijos han podido hacer lo que han hecho (y las cosas
que siguen haciendo); el padre de Xiao Qiang, un tipo sin escrúpulos que no
duda hacer negocio incluso con los muertos; el tío del chico, un hombre que no
duda en vivir su historia de amor con otra enferma, a pesar del poco tiempo de
vida que les queda; y la de un sinfín más de habitantes de esta triste aldea. Personas
que podrían haber existido y ya no estarían en este mundo. Personas que
merecerían ser recordadas.
El título de la obra, El sueño de la aldea Ding, podría hacer
alusión a todos esos sueños rotos de los habitantes de la pequeña población, o
tal vez a los sueños premonitorios y líricos que tiene el abuelo del chico,
sueños que no hacen más que amenizar una obra ya de por sí amena e interesante,
rica en matices de todo tipo, sobre toda en sentimientos.
Una vez leí por ahí que todo buen
escritor ha de tener cierto compromiso con su tiempo (en realidad odio las
citas, así que no me pidáis que busque quién lo dijo y cómo lo expresó concretamente).
Esta máxima se cumple a la perfección en la figura de Yan Lianke, autor de esta
genial novela. Y es que la obra que ahora podéis leer en castellano, esta
pequeña joya literaria de nuestro tiempo, trata un tema tan real como
desconocido por muchos: el del contagio de SIDA por la compra-venta de sangre
en la provincia China de Henan. La novela está aún hoy prohibida en China, y no
veo que los medios hablen mucho de ello hoy en día. Me pregunto cuántos asuntos
desgraciados estarán siendo ocultados hoy en día al mundo, cuántas muertes
injustas quedarán sin justicia alguna. También si tenemos que esperar a que
sean los escritores las que las destapen en forma de novelas o ensayos.
¿Seremos capaces de abrir los ojos por nosotros mismos o tendrán que venir
otros a abrírnoslos?
Sinceramente, hacía mucho que no me
encontraba con un libro que aunara a la perfección el compromiso social de su
autor, la trama interesante, la excelencia de la voz narrativa y la
originalidad, en general. No me queda pues otra que acabar esta reseña
invitándoos encarecidamente a leer El
sueño de la aldea Ding, una obra tan dolorosa como necesaria. Una obra que
os hará reencontraros con la verdad y con la buena literatura.
Cristina Monteoliva