sábado, 29 de febrero de 2020

Reseña: EL FIN DE LA FAMILIA, de Augusto Rodríguez.


Título: El fin de la familia
Autor: Augusto Rodríguez
Publica: Nana Vizcacha Editorial
Páginas: 76
Precio: 16 €

La familia es, para muchos, un ente cambiante que se traslada y transforma en el tiempo con la continua desaparición de antiguos miembros y la aparición de nuevos. Para otros, sin embargo, la familia acaba con la muerte de los miembros más emblemáticos de la misma. Y no es extraño que esas personas que sienten que la organización en la que estaban tan seguros ha terminado miren atrás con nostalgia, a veces, escribiendo sobre aquello que fue y no volverá a ser. Este sería el caso del narrador de El fin de la familia, el libro de Augusto Rodríguez del que hoy hablaremos.
Un hombre mira un viejo álbum de fotos. Las fotografías nunca le habían llamado la atención antes. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho en su vida en los últimos tiempos. La niñez ha quedado atrás, también la adolescencia. Muchos miembros de la familia partieron hace tiempo al más allá. Con nostalgia, nuestro hombre estudia los detalles que le revelan las imágenes y decide escribir sobre su familia.
El narrador de esta historia, a veces más un observador que un protagonista, nació en Ecuador, aunque viviría con su padre más tarde en Chile, cuando sus progenitores se divorciaron. Ya desde niño, sabría que su familia no era ni feliz ni ejemplar, y no solo a causa del divorcio de sus padres. Y es que en su familia había un padre que había sido abandonado por su propio padre, una tía que desequilibraba a todos los demás, formas dispares de demostrar los afectos y toda una serie de conflictos que, tal vez sin él saberlo, marcarían su personalidad.
El libro no es una novela ni un diario, sino un texto híbrido entre ambos géneros que tal vez beba de alguno más. Los capítulos nos hablan de la muerte del abuelo, el hecho que marcaría a nuestro narrador hasta el punto de creer que ya la familia había terminado y, más tarde, decidir escribir este libro; los distintos familiares que componen esta familia; la infancia del narrador; los amigos del narrador; y un largo etcétera de asuntos, a pesar de la brevedad del volumen.
De la lectura de El fin de la familia llego a diversas conclusiones:  que su autor es una persona tremendamente sensible marcada por los acontecimientos familiares; que la familia es la primera organización en la que nos encontramos al nacer y puede que la más importante en la que lleguemos a estar nunca; y que las historias familiares siempre nos pueden aportar algo a los lectores, sobre todo,  muchos momentos para la reflexión. ¿Obtendrás tú unas conclusiones diferentes? Es probable que sí. Así que, ¿a qué esperas para leer El fin de la familia?
Cristina Monteoliva


© Cristina Monteoliva.