Título: El taxidermista
Autor: Juan Manuel Sainz Peña
Publica: Anantes
Páginas: 244
Precio: 18 €
Mientras que algunos persiguen la inmortalidad,
especialmente la propia, otros se obsesionan por capturar la belleza de los
animales por toda la eternidad. Me refiero a los aficionados la taxidermia, es
decir, a disecar animales que, mucho tiempo después de muertos, parecen
observarnos desde el más allá con sus ojos de cristal incrustados en sus
perfectos pelajes. Pero, ¿hasta qué límites podría llegar este afán
coleccionista? La respuesta a esta y muchas otras preguntas seguro que la
encontráis en El taxidermista, la
novela de Juan Manuel Sainz Peña de la que hoy hablaremos.
Madrid, 1629. Amandus
Cicero es un oscuro taxidermista genovés afincado en la actual capital de
España. Gracias a Bardo Ajonegro, su procurador de mercancía, se entera de la
existencia de dos especímenes que quisiera adquirir para su sala secreta,
aquella en la que colecciona no solo animales comunes perfectamente disecados,
sino también las más curiosas rarezas de la naturaleza. Mientras el genovés
persigue con ahínco su nuevo objetivo, comienzan a ocurrir extraños asesinatos
en la ciudad. Los asesinados suelen ser artista de la corte de los que nadie
conocía enemigos. El encargado de investigar estas muertes no es otro que el
alguacil Parmenio Bablia. Todas las pistas parecen llevar hasta Amandus Cicero.
¿Tendrá algo que ver finalmente el taxidermista con tan misteriosos crímenes?
Hay muchos buenos
lugares y momentos de la historia de España en los que situar la trama de una
buena novela de intriga y, sin lugar a dudas, el Madrid del siglo XVII,
concretamente, el del año 1629 es uno de ellos. Se tratan estas de una ciudad y
una época en las que podemos imaginar a oscuros taxidermistas encerrados en sus
imponentes casas, traficantes de animales de todo tipo, artistas de la corte
que aparecen asesinados y mutilados, alguaciles que no quisieran serlo,
escritores que regentan tabernas y pobres desgraciados que por su condición
física han sido desde su nacimiento motivo de toda burla.
Pero vayamos por partes
y, para ello, comencemos hablando de Amandus Cicero, el taxidermista. Amandus
Cicero no es solo un anciano que gusta vestirse como si fuera un misterioso,
sino también, y sobre todo, un hombre poderoso que tiene una cámara secreta en
la que guarda animales disecados y todo tipo de rarezas de la naturaleza,
incluidos seres humanos perfectamente conservados por toda la eternidad. Como
Cicero no puede atrapar a sus víctimas por sí mismo, se vale de Bardo Ajonegro,
un tipo rudo que pronto comienza a estar harto de los encargos del genovés. Ajonegro,
a pesar de todo, le es fiel a su jefe, pero, ¿hasta qué punto estará dispuesto
a seguir siéndolo?
Mientras Cicero planea
conseguir las últimas piezas para su museo de curiosidades y horrores, el
alguacil Parmenio Bablia, hijo y nieto de alguaciles, ha de investigar la
muerte de varios artistas de la corte. Parmenio es un hombre que no quiere ser
alguacil, pero se ve obligado a serlo. Mientras decide qué hacer con su vida,
se entretiene en la taberna de su amigo, el escritor Francisco Zabaleta, y
sueña con el amor imposible de la sobrina de su amigo, una joven que también le
corresponde. La sucesión de crímenes en el año 1629 supondrá todo un cambio en
su vida. La cuestión es: ¿saldrán vivos sus amigos y él mismo de esta aventura?
Aunque gran parte de
este thriller policiaco con
ambientación histórica de muy cuidada descripción, tanto de los personajes como
de la España del siglo XVII (concretamente, de Madrid y Sevilla), nos viene
narrada por una voz externa que conoce a la perfección a todos los actores, existe
también una parte que nos es contada por uno de los personajes, el misterioso
Darío López Alonso, un ser desgraciado desde la cuna con un papel clave en el
desarrollo de la trama.
Y al final, ¿qué tendrá
que ver el taxidermista con los crímenes que tienen en vilo al alguacil
Parmenio Bablia? ¿Conseguirá el genovés su objetivo? ¿Y Bablia atrapar al
verdadero asesino? Para saberlo tendréis que leer El taxidermista, una emocionante e intrigante obra, en definitiva,
llena de la mejor ambientación histórica de España, subtramas originales que se
unen a la no menos interesante trama principal, personajes muy bien trazados
tanto física como psicológicamente, situaciones espeluznantes, acción y
misterio. ¿Qué más se le puede pedir a un thriller
como este? ¡Que os decidáis ya por él, por supuesto! ¿A qué estáis esperando a
hacerlo?
Cristina Monteoliva
© Cristina Monteoliva