Título: El domador de
lagartijas
Autora: María Dolores García
Pastor
Publica: Palabras de Agua
Páginas: 252
Precio: 15 €
Tras la Guerra Civil, España quedó
sumida en un periodo casi tan negro como el anterior: el de la postguerra. A la
escasez de alimentos y a la incertidumbre de no saber lo que había pasado con
los desaparecidos o en dónde había que buscar a los fusilados, se sumó el miedo
de no poder decir o hacer lo que se quisiera, menos aún si durante la contienda
se había pertenecido al bando republicano. Pueblos y familias quedaron
separados por culpa del odio y el miedo. Pero también quedó hueco para la
ilusión y la esperanza, sobre todo la de los niños. Para comprobarlo, nada
mejor que una buena lectura. Como la de El
domador de lagartijas, el libro de María Dolores García Pastor que hoy
tratamos aquí.
Aurora y Ginés son dos
niños que viven en un pueblo del interior de la provincia de Valencia en la
época de la postguerra. Ninguno va a la escuela, por distintos motivos, así que
los dos amigos se pasan el día viviendo aventuras en el campo, quedándose junto
al pastor, bañándose en el embalse, etc. Las cosas cambian para ellos con la
llegada de Lilith, la nueva maestra, y, más tarde, el circo Odeón. Leocadio
Beltrán, empeñado en deshacerse del padre de Aurora, que había luchado en el
bando republicano en la guerra, y encaprichado con la nueva maestra, sin
embargo, no estará dispuesto a dejar que todos sean felices. ¿Conseguirán los
niños que el villano no se salga con la suya?
Esta es la historia de
Aurora, la hija de un hombre que fue soldado republicano durante la guerra, y
Ginés, un chico que no es querido por sus padres por haber nacido diferente a
los demás niños del pueblo. Aurora y Ginés no van al colegio por distintos
motivos: ella, porque los niños la señalan; y él, porque nadie cree que pueda
aprender. Lilith, la nueva maestra, una mujer joven, fuerte y liberal, creerá
en ellos y les animará a aprender no solo lo que el campo puede enseñarles,
sino también lo que hay escrito en los libros. También Mateo, el funambulista
del curioso circo sin fieras que llega al pueblo para alegría de los niños, les
enseñará que pueden hacer todo lo que se propongan en la vida.
Casi toda la narración
transcurre en un pueblo de Valencia en el que se repudia a los que lucharon en
el bando republicano, se teme a las brujas (especialmente a Úrsula, la temible abuela
de Ginés) y los señoritos hacen lo que les viene en gana. Será por culpa de uno
de ellos, Leocadio, el hijo del alcalde, que el padre de Aurora acabe en la
cárcel y el resto de personajes tema lo peor a cada momento. ¿Conseguirán
librarse de la esperada tragedia?
La postguerra española,
especialmente esa primera etapa que siguió a la guerra, fue dura y cruel en
muchos pueblos de España, dejando anécdotas y datos de lo más dramáticos. María
Dolores García Pastor, sin embargo, ha preferido en El domador de lagartijas mostrarnos, además de todo lo que hizo de
aquel tiempo una época de las más oscuras de la historia reciente de España, el
lado amable y entrañable a través de una historia de aventuras y amor contada
por dos niños inocentes y valientes, mujeres emprendedoras y alegres gentes del circo.
El
domador de lagartijas, en definitiva, es una novela apta para
todos los públicos, yo diría que especialmente para aquellos para los que
ciertos pasajes de la historia quedan ya más lejanos, como los niños y adolescentes.
Se trata este de un libro que nos da a conocer la postguerra en el mundo rural
español, los distintos roles que los habitantes de los pueblos jugaban, la opresión
del nuevo régimen y el miedo a las supersticiones y a todo lo que era
diferente, a través de la inocencia de dos niños valientes y sensibles y de las
personas buenas que los rodean. Una buena novela, original, entrañable y tierna
a la par que dramática que está esperando a que la descubras. ¿Te vienes a
vivir esta aventura junto a Ginés y Aurora
Cristina Monteoliva