Título: Barbazul
Autor: Kurt Vonnegut
Traducción: Gemma Rovira
Publica: Hermida Editores
Páginas: 304
Precio: 18,90 €
A veces es fácil perder las ilusiones y
resignarse a una vida rutinaria y gris. Pero, ¿qué puede depararnos una vida
así? Poco, desde luego. Para seguir adelante, es necesario recuperar las
esperanzas, a veces, volviendo al pasado y recordando las cosas que nos hacían
ser más optimistas y ver el futuro con otros ojos. Tal vez también
perdonándonos a nosotros mismos y pidiendo perdón al mundo. De esto y mucho más
va la magnífica novela de Kurt Vonnegut de la que hoy os voy a hablar: Barbazul.
Rabo Karabekian es un
pintor y coleccionista de obras de expresionismo abstracto de setenta y un años
que pasa casi todo su tiempo en la mansión que heredara de su segunda y difunta
esposa, Edith, en una zona privilegiada de la costa neoyorkina. Un buen día
conoce a Circe Bergman, una viuda más joven que él que escribe exitosas novelas
bajo pseudónimo y, casi sin darse cuenta, el melancólico hombre que hasta
entonces había sido Rabo, se encuentra invitándola a pasar el verano con su
amigo escritor, Paul Slazinger, y él mismo en su magnífica casa. Como pronto el
veterano de guerra y de pintor jubilado descubre, Circe es un huracán
incontrolable capaz de transformar todo a su paso. Entre otras muchas cosas, la
escritora pretende que Rabo escriba sus memorias y descubrir qué esconde en su
almacén de patatas extremadamente secreto. Lo primero parece que lo conseguirá
fácilmente; pero, ¿y lo segundo?
Rabo Karabekian es un
divorciado, un viudo, un padre que apenas tiene contacto con sus hijos, un hijo
de inmigrantes armenios, un veterano de la Segunda Guerra Mundial que quedó
tuerto en el combate, un coleccionista de arte abstracto, un pintor que hace
mucho que no pinta nada y un hombre que guarda un gran secreto en un almacén de
patatas. También es un buen anfitrión, hasta el punto de llegar a acoger en
casa a dos escritores el mismo verano: su amigo Paul Slazinger y Circe Bergman,
una mujer a la que conoce por casualidad durante un paseo.
Rabo, como pronto
descubriréis los que, muy acertadamente, os decantéis por este libro, es un
excelente narrador que no solo nos hará partícipe de lo que pasa en su casa,
con sus invitados y su cocinera, Allison, y la hija adolescente de esta,
Celeste, durante todo un verano, sino también de esas memorias que, alentado
por Circe, decide escribir. Unas memorias que comienzan antes de que él
naciera, con un terrible genocidio en Armenia, continúan con un niño que quiere
ser un gran pintor, siguen con un hombre que vive experiencias fascinantes y no
acaban, pues a Rabo aún, a pesar de su pesimismo y de sus pocas ganas, hasta
entonces, de hacer cosas nuevas, le queda mucho por vivir.
Kurt Vonnegut escribió Barbazul tras un intento de suicidio y
como una sátira sobre el expresionismo abstracto, un movimiento pictórico que
ha movido mucho dinero en las últimas décadas. En esta novela, Vonnegut no solo
hace un buen repaso a la biografía de su protagonista, Rabo Karabekian con un
humor negro y una capacidad envidiable de atraer la atención del lector en cada
momento, sino también de la suya propia. Y es que Vonnegut, al igual que su
personaje, fue soldado en la Segunda Guerra Mundial y, más tarde, prisionero.
Aquella terrible experiencia, no solo le marcaría físicamente, sino también
psicológicamente, lo que se deja notar en toda su obra. ¿Podemos decir que de
forma negativa, en esta novela? Muy al contrario, pues esta historia es un
ejercicio de catarsis, tanto para su autor como su protagonista, donde ambos
nos brindan, al final de la misma, un mensaje de esperanza, de redención, de
perdón y, por raro que pueda sonar ahora mismo, de profundo feminismo.
Barbazul,
en definitiva, es una novela sincera, amena, divertida y, sobre todo, desgarradora
y profunda, que nos invita a reflexionar sobre ciertos acontecimientos del
siglo XX (las terribles guerras que precedieron a las que vivimos hoy en día,
los movimientos artísticos, la inmigración, etc), tan fácilmente trasladables a
nuestros días, a la vez que nos transmite un mensaje de esperanza que nos hará
ver el futuro con otros ojos. Una obra llena de personajes inolvidables,
momentos fascinantes y un misterioso almacén en el que una vez hubo patatas y
ahora hay muy buenas letras. Amigos, no lo penséis más y haced como Circe
Bergman ahora mismo: meteos en la casa del viejo pintor, forzadle a hacer algo
con su vida y descubrid todos sus magníficos secretos.
Cristina Monteoliva