Título: Biodiscografías
Autor: Iban Zaldua
Ilustraciones: Alaitz Alberdi
Publica: Páginas de Espuma
Páginas: 216
Precio: 17 € / 5,99 € (ebook)
Los lugares en los que hemos estado, los
amigos que hemos hecho a lo largo de los años, las películas que hemos visto:
todo ello forma parte de nuestra biografía. ¿Y qué me dices de la música? ¿No
crees que podría escribirse sobre nuestras vidas hablando de los discos que
sonaban en nuestros reproductores de vinilo, cassette o cedé en cada momento de
las mismas? El libro podría llamarse algo así como biodiscografías. Pero, un
momento, ¡ese libro ya está escrito! Biodiscografías
es el libro de relatos de Iban Zaldua ilustrado por Alaitz Alberdi. Si quieres
saber un poco de qué va, no dejes de seguir leyendo esta reseña.
Biodiscografías
es un volumen compuesto por un total de cuarenta y dos relatos y un posfacio
(de hecho, se titula Posfacio inesperado)
de Elena Cabrera. Los cuentos están ordenados en orden cronológico, pero no
teniendo en cuenta la edad de los personajes o el tiempo en el que tuvieron
lugar los hechos narrados, sino la fecha en la que los distintos discos de los
que se habla (al menos uno en cada texto) fueron publicados.
Cuarenta de los cuentos
de este libro no guardan, en apariencia, relación entre ellos. El primero y el
último sí lo hacen, convirtiendo la narración en circular. Así, el libro
comienza con Mi fecha de nacimiento (I),
un relato que nos habla de cómo el narrador (¿puede que se trate también del
propio autor, a pesar de que el libro se supone ser un compendio de recuerdos
falsos?) pensaba haber nacido bajo los designios del disco Revolver, de los
Beatles, cuando en realidad no fue así. En Mi
fecha de nacimiento (II), el mismo narrador nos explica que en realidad
nació bajo el influjo de un disco de los Beach Boys que jamás llegó a
publicarse, aunque en 2011 saliera a la luz The Smile Sessions, algo parecido a
lo que aquel disco debería haber sido (o no).
Como acabo de decir, el
libro comienza con Revolver, de los Beatles, publicado en 1966, y termina con
The Smile Sessions, el disco de los Beach Boys publicado en 2011. Entre medias encontraréis,
por poner un ejemplo, discos y canciones de Genesis, Pink Floyd, Kate Bush, Los
Planetas, The Smiths, The Cure y Paul Weller. La larga lista de artistas,
discos y canciones da idea no solo de los gustos de los personajes, sino
también del autor. Estos gustos, además, no son “a la ligera”: el que ha
escrito este libro ha pasado mucho tiempo escuchando canciones, estudiando
letras, leyendo artículos sobre grupos, cantantes y demás personas relacionadas
con el mundo de la música, analizando datos, etc, de ahí que muchos de estos
relatos se acerquen más al ensayo que a la ficción. Y de ahí también que los
personajes de los relatos ciertamente de ficción pasen buena parte de sus
textos debatiendo sobre si este grupo es mejor que el otro, o si este disco hay
que escucharlo más que aquel.
Cuarenta y dos relatos
dan para mucho. En este libro de excelente y clara prosa, en el que abundan las
narraciones en primera persona, pero también aquellos textos donde solo hay
diálogo, nos encontraremos con dueños de bares que aseguran haber encumbrado a
grupos famosos, publicistas extranjeros que se refugian en Cádiz para encontrar
la inspiración, parejas a punto de romper, amigos que discuten sobre discos
antes de sorprender al lector con sus actos, viajeros nostálgicos, fantasmas,
enfermos mentales, amores imposibles de juventud, noches en bares de siempre,
noches en conciertos de todo tipo… Algunos cuentos hablan también de la
situación, tanto pasada como más reciente, del País Vasco, lo que hace al
lector conocer un poco más su sociedad pasada y presente.
Biodiscografías
fue publicado primero en vasco y luego en castellano (por Páginas de Espuma, en
este caso). La versión en castellano del libro tiene un bonus track. El cuento añadido se titula Huevos y se supone que es la interesante carta que el autor
recibiría tras la lectura de alguien de su pasado de la versión vasca del
libro.
El libro viene, además,
ilustrado por Alaitz Alberdi. Los dibujos, muy variados y siempre en blanco y
negro, hacen referencia a los discos de los que nos habla Iban Zaldua. Estas
ilustraciones suponen un interesante complemento para no menos interesantes
relatos.
Biodiscografías,
en definitiva, es la excusa perfecta para conocer en profundidad un buen montón
de buena música a la vez que conocemos otro buen número de buenas historias.
Gracias al estilo cercano de la narración, sus personajes bien perfilados
psicológicamente, sus situaciones increíbles, su visión de la cotidianeidad, su
análisis de cómo las relaciones humanas pueden variar a lo largo de los años,
sus viajes, etc, este libro se convierte en la lectura perfecta para todo tipo
de lectores. ¿Te animarás tú a emprender este viaje musical en el tiempo?
Cristina Monteoliva