Título: La vida soñada de
Rachel Waring
Autor: Stephen Benatar
Traducción: Jon Bilbao
Publica: Impedimenta
Páginas: 336
Precio: 21,95 €
¿Qué harías si de forma inesperada
heredaras una casa? ¿Y si en vez de vender esa casa para obtener liquidez
inmediata decidieras quedarte a vivir en ella? Pero, ¿y si de pronto tu
entusiasmo te llegara a ver la vida de una forma diferente? La respuesta a todas
estas preguntas, sin duda, la encontrarás en La vida soñada de Rachel Waring, la novela de Stephen Benatar de la
que a continuación os vengo a hablar.
Rachel Waring lleva
once años trabajando en el departamento de ventas por correo de una empresa de
Londres, otra buena cantidad de años compartiendo piso con la nada simpática
Sylvia y toda una vida anhelando encontrar el amor de su vida. A sus cuarenta y
siete años de edad, la existencia de Rachel da un giro inesperado el día que le
comunican que ha heredado la casa en Bristol de una tía de la que hacía mucho
que no tenía noticias. Entusiasmada con la idea de ser propietaria de todo un
edificio histórico, Rachel se lía la manta a la cabeza y decide dejar su
trabajo y mudarse a su nuevo hogar. Una vez en Bristol, y mientras el optimismo
de la londinense no deja de crecer, Rachel contrata a un atractivo jardinero,
decide probar suerte con un farmacéutico y hasta se empeña en escribir un libro
sobre la vida de Horacio Gavin, el célebre personaje que vivió en su casa. Todo
el mundo empieza a notar que la simpática mujer se vuelve cada vez más y más
excéntrica mientas ella es cada vez más feliz. ¿A dónde la llevará su nuevo
plan de vida?
Desde luego, heredar
una buena casa es algo que entusiasmaría a cualquiera. Si además la heredera,
Rachel Waring en este caso, es una persona con una vida gris, una mujer con
ansias de emoción en su vida, la aventura está garantizada.
Rachel Waring parece a
simple vista una mujer simpática y optimista. Sin embargo, conforme avanza la
narración nos damos cuenta de que hay cosas que no andan muy bien dentro de
ella. Marcada por una infancia y adolescencia bajo el ala de una madre
superprotectora a la que Rachel culpa de muchas cosas, y habiendo tenido que
compartir piso más tarde con una fumadora empedernida bastante desagradable, la
mujer madura que en el momento de la narración es Rachel busca desesperadamente
el amor y la simpatía en los demás.
Rachel se siente
rejuvenecida en Bristol, incluso atractiva. Y, desde luego, se siento muy
atraída por hombres tan distintos como un amable farmacéutico o Roger, el joven
jardinero que contrata para arreglar el jardín. Pero, sin duda, la mayor
fascinación de todas la sentirá la londinense por Horatio Gavin, el célebre (al
menos, para ella) antiguo dueño de la casa.
Los lectores y críticos
elogiarán esta obra por muchos motivos. Personalmente creo que el mayor acierto
en ella reside en la elección por parte del autor de la voz narrativa en
primera persona. Así, toda esta historia nos viene contada por la propia
Rachel, con su tono optimista y alegre hasta la saciedad. Llegado cierto momento,
el lector nota que hay alguien que empieza a cambiar en ella y que todos
aquellos datos sutiles (muchos pensarán que totalmente prescindibles) que nos
aportada la protagonista tenían una razón de ser en la novela. El final, sin
duda, nos introduce de lleno en la psique trastornada de una mujer que quiso
mucho más de lo que pudo abarcar.
Considerada por un buen
número de críticos como una de las obras capitales de la literatura inglesa del
último cuarto del siglo XX, la vida soñada de Rachel Waring es una novela que
nos habla de la soledad de una mujer madura que se niega a serlo; de lo malo
que puede ser todo en exceso (incluso el optimismo) y de los rencores que de
pronto afloran después de estar escondidos dentro de nosotros durante toda una
vida. Una novela cargada de humor, romanticismo (del más idealista que puedas
encontrar); pero también de desazón, inquietud y hasta horror. Una historia sin
duda diferente que será del agrado tanto de los que busquen una historia con la
que pasar un buen rato como para todos aquellos que gusten de tramas
impredecibles con giros de lo más inesperados.
Y tú, ¿qué me dices?
¿Te atreverías a mudarte a Bristol con Rachel Waring?
Cristina Monteoliva