Título: Sangre fría
Autor: Claudio Cerdán
Edita: Dolmen Editorial
Páginas: 345
Precio: 17,95 €
Zombis. Muertos vivientes que te
persiguen para comerte vivo o, al menos, infectarte. En los últimos años se ha
escrito de todo de ellos. Tanto, que a veces parece que ha quedado todo dicho,
que no se puede dar una vuelta de tuerca al género para sorprender a los lectores
más exigentes. Sí se puede, ¡claro que se puede! Y si no que se lo digan a
Claudio Cerdán, el autor de Sangre fría,
la genial novela de la que vengo a hablaros hoy.
Juande el Perrolobo sale
de prisión mucho antes de lo previsto. De camino a casa, se topa con un antiguo
jefe que le amenaza con hacerle daño a su hijo si no le paga una deuda que en
realidad nunca ha tenido con él. Al Perrolobo no le quedará más remedio que
volver a juntar a los miembros de su banda para cometer un último atraco. Todo
parece ir bien, hasta que se desata el mismísimo apocalipsis zombi. A partir de
entonces, Juande y sus muchachos no solo deberán correr por sus vidas, sino que
también intentarán huir de Aberlardo y Miraño, dos tipos que se la tienen jurada
al Perrolobo por ciertas rencillas del pasado.
A pesar de lo que
muchos lectores puedan pensar, escribir una novela de zombis no es nada fácil. A
menudo los fanáticos de los muertos vivientes nos dejamos llevar por ese
fanatismo y acabamos escribiendo historias que se parecen demasiado a nuestros
comics, series o pelis favoritas. Es como si los zombis no nos dejaran ver el
apocalipsis.
En un mundo saturado
por este tipo de historias tipo fanfic y de otras que aportan poco a los
lectores más exigentes, se hace necesario recurrir a veces a escritores
especializados en otros géneros, como la novela negra o el humor. Después de
leer Sangre fría, he llegado a la
conclusión de que si a demás odian a muerte el género zombi y tienen que
estrujarse las neuronas para escribir algo con zombis pero que lleve su sello
de identidad, mejor que mejor.
Claudio Cerdán no es un
escritor de novela z, sino de novela negra. Un día le ofrecieron la posibilidad
de escribir una novela de zombis y aceptó. A partir de ese momento, Cerdán tuvo
que buscar la manera de combinar los elementos que domina a la perfección con
algunos de la novela de zombis. El resultado es una novela negra gamberra de
terror llena de acción y momentos sencillamente inolvidables. Para mí, la mejor
novela de zombis escrita en España hasta la fecha.
Como decía antes, y
perdón si me repito, todo comienza con la prematura salida del delincuente de
origen gitano conocido como Juande el Perrolobo de la cárcel y su encuentro con
su antiguo jefe, un tipo que domina el mercado de la coca en la ciudad. El jefe
amenaza con hacer daño al hijo de Juande, David, si este no le paga una deuda
ficticia, por lo que nuestro antihéroe deberá convencer a los chicos de su
banda, Chus el Matraca, Pepe el Mosca, Macu la Chunga, Lolo el Cani y Diego el
señorito, para cometer un último atraco.
Nuestro grupo,
incluyendo al adolescente David, deberá buscar la manera de huir de los zombis
que han tomado la ciudad, pero también de escapar de Abelardo y Miñarro, dos
tipos que se la tienen jurada al Perrolobo.
Además de estos
personajes, conoceremos a muchos otros en esta novela. El lector notará que la
mayoría de ellos responden, a primera vista, a estereotipos. Lo que hacen a
menudo, sin embargo, no deja de sorprender. Conforme van pasando las páginas,
nos damos cuenta de que a pesar de las apariencias, todos estos seres tienen
personalidades muy propias de cada uno de ellos. Imposible olvidarse de ellos
mucho después de haber acabado la lectura.
Una de las cosas que
más llaman la atención de este libro es el orden aleatorio (o no tanto) de los
capítulos que lo componen. Considero este recurso literario todo un acierto a
la hora de dar agilidad a la lectura, que de otra manera tal vez hubiera sido
más predecible o puede que menos emocionante.
Otro de los grandes
puntos a favor de este libro es la forma que tiene el narrador continuamente de
tomarse el género z en sí con sentido del humor. Para ello, no solo llenará las
calles de los más variopintos y tronchantes muertos vivientes (el zombi con
aspecto de novelista de brocha gorda será por siempre jamás mi favorito), sino
que meterá a los protagonistas en las situaciones más ridículas, gamberras y,
por ende, divertidas. Muchas de estas situaciones tienen que ver con otras
obras de zombis y novelas negras escritas en España. Creedme: la visión de
Cerdán de estas historias no tiene desperdicio.
Podría pasarme todo el
día hablándoos de Sangre fría, pero
acabaría lanzando demasiados spoilers. Llegados a este punto, lo mejor que
puedo hacer es dar por terminada esta reseña, no sin antes recordaros que Sangre fría es una novela de zombis
original sin perder la esencia del género; una novela negra que tiene lugar en
un contexto totalmente hostil; una aventura épica que solo podría tener lugar
en los suburbios españoles y una obra de humor negro y gamberro que hará las
delicias de todos los que creemos que ya hay demasiadas historias serias en el
mercado. Sencillamente la novela de zombis que llevaba esperando muchos, muchos
años. Así que si tú también eres un lector de novela de terror z o negra
exigente o simplemente quieres leer algo bueno de verdad, ¡corre a tu librería
a por un ejemplar de Sangre fría!
Cristina Monteoliva