Título: El
juego de ripper
Autora: Isabel
Allende
Editorial:
Plaza & Janés
Págs: 478
Precio: 22,90 €
Juegos de roll: ¿los conoces, te gustan?
Personalmente, no he jugado nunca a ninguno ni me han llamado la atención en
exceso; pero entiendo que la gente se desviva por ellos. A fin de cuentas,
estos juegos, además de proporcionar emoción y adicción, pueden ser muy
estimulantes para la mente. ¿Peligrosos? A veces, también. Como en El juego de ripper, la novela de Isabel
Allende que a continuación te comento.
Amanda Martin es una adolescente un
tanto siniestra que junto a su mejor amigo (su abuelo Blake) y un buen puñado
de seres peculiares aficionados a los juegos de roll por internet, se dedica a
intentar averiguar quién mató a quién en casos totalmente reales. Lo que
empieza como un inocente juego se convierte en algo mucho más peligroso
conforme los asesinatos en serie se suceden en San Francisco, ciudad de Amanda
y su familia, y los jugadores van encontrando más pistas; hasta tal punto que
el asesino se fija en Indiana, la madre de Amanda. La cuestión es: ¿conseguirán
Amanda y sus amigos descifrar el enigma y rescatar a tiempo a Indiana?
Cuenta Isabel Allende en el apartado de “agradecimientos”
de su última novela publicada, El juego
de ripper, que la obra surgió como un experimento que la agente literaria
Carmen Balcells les propuso tanto a Willie Gordon, marido de la Allende, como a
la escritora. Lo que debía de ser una novela policiaca a cuatro manos, sin
embargo, se convirtió pronto en el proyecto en solitario de la escritora, una
obra que la ha hecho alejarse, y bastante, del realismo mágico al que nos tenía
acostumbrado para bucear en las turbias aguas de la novela negra.
El
juego de ripper no es una novela negra al uso, o al
menos así lo creo yo, pues la atención no se centra tanto en los crímenes (al
menos durante buena parte de la novela) como en hacernos conocer el mundo de
Amanda y sus familiares: Blake, el sufrido abuelo y padre viudo que se desvive
por sus chicas; Indiana, la sanadora un tanto alocada que no sabe si quiere o
no asentar la cabeza; Ryan Miller, el antiguo navy seal y mejor amigo de
Indiana; Allan Keller, el maduro amante de Indiana que pretende refinarla; y,
por supuesto, la propia Amanda, esa adolescente de espíritu gótico aunque
soñadora que no deja de sorprender a todos los que la conocen.
No sé si Allende narra de esta forma,
por estar más acostumbrada, o si de forma premeditada juega al despiste con los
lectores. El caso es que llega un momento en el que el ritmo un tanto lento,
pausado, de la trama, aumenta por momentos, de tal forma que la mitad de la
novela se convierte exactamente en lo que uno espera de una novela negra: en
algo emocionante, trepidante, intrigante. Casi tan adictivo como un juego de
roll para sus asiduos.
Estoy segura de que El juego de ripper no va a decepcionar a los fans incondicionales
de la literatura de Isabel Allende. También invito a que lo lean a todos
aquellos que busquen, sin duda, una obra tan centrada en los personajes en sí
como en los terribles crímenes que la trama desgrana. Crímenes tan terribles
como los que cometiera el primer “ripper” el famoso Jack el destripador.
Cristina Monteoliva