En un mundo literario
donde parece que todo está explotado, todavía quedan temas que, precisamente
por lo contrario, resultan novedosos. Uno de ellos podría ser el robo de obras
de arte. ¿Cuánto hace que no te encuentras con un libro sobre este asunto? ¿No
te gustaría leer una novela de aventuras de ladrones de guante blanco? Hoy te
proponemos La cárcel del aire, de Aurora Guerra, un original thriller del que hablaremos a
continuación.
Carlota
es una camarera huérfana que sobrevive como puede en el Madrid de nuestros días.
Puesto que debe varios meses de alquiler de su piso y no se le ocurre otra
forma de conseguir el dinero para contentar a su casera, decide robar unas
acuarelas del lugar en el que trabaja una noche. Contra todo pronóstico, el
robo sale bien, lo que le abre las puertas a un mundo nuevo, ya que Armando, un
ladrón de guante blanco, no solo la ha estado espiando, sino que decide
reclutarla. Poco sospecha nuestra raterilla metida a ladrona de éxito que su
aventura tendrá un final de lo más inesperado.
Carlota,
nuestra protagonista, es una superviviente nata. Después de pasar por un
orfanato y una horrible casa de acogida, hace sus peripecias como camarera.
Pero como el dinero no le llega para pagar el alquiler, decide robar unas obras
de arte.
Nuestra
chica no es nada refinada. Su mala forma de hablar pondrá de los nervios a su
nuevo maestro, Armando, el sofisticado ladrón de guante blanco que la recluta. El
por qué un hombre como él necesitaría una cómplice es para mí un misterio que
ni siquiera el grandioso final de esta novela me ha desvelado. Que cada lector
saque sus propias conclusiones.
La
tercera en discordia es Lula, una rica agorafóbica con una buena colección de
arte. Uno de sus cuadros será el objetivo final del tándem de ladrones de obras
de arte. Pero, ¿qué sorpresas encontrarán en la mansión de la millonaria?
Si
bien el grueso de la historia recae sobre una voz en tercera persona casi tan
informal como nuestra protagonista, también encontramos otras dos narraciones
que nos transportan a un tiempo anterior: una en tercera persona y otra en
primera. Cualquier cosa que diga sobre estas dos historias secundarias podría
haceros descubrir la parte de thriller de
esta novela, por lo que prefiero solo indicar que no sabréis bien de qué va el
asunto hasta avanzada la trama principal.
Aurora
Guerra es una maestra en la ficción televisiva por lo que, como era de esperar,
La cárcel del aire es una obra muy
cinematográfica. Es imposible no leer esta historia e imaginarse al instante
cómo quedaría todo en la pequeña o en la gran pantalla.
La cárcel del aire,
en definitiva, es una novela de aventuras, amor e intriga con mucho arte de por
medio. Una obra ideal tanto para los amantes de la pintura como para los que
buscáis un thriller diferente. Y tú,
¿a qué esperas para descubrir qué es lo próximo que robará la intrépida
Carlota?
Cristina Monteoliva