Hace diez años yo,
Cristina Monteoliva, publiqué el primer post en este blog. Tras unos años muy
intensos de trabajo en La Biblioteca Imaginaria, necesitaba seguir ofreciendo
artículos literario, pero de una forma más pausada. Lo lógico habría sido continuar
el trabajo durante un par de años, tal vez tres; ir espaciando las
publicaciones conforme me dedicaba cada vez más a la escritura para,
finalmente, acabar con el blog. Eso, sin embargo, no llegó a pasar nunca. Y
aquí estamos.
Dicen
que los blogs han muerto, que ahora los lectores buscan las reseñas en
Instagram o Tik Tok. Y, sin embargo, La Orilla de las Letras sigue teniendo prácticamente
el mismo flujo de visitas desde el comienzo (a veces mucho más, a veces
menos). No voy a engañaros: este es un
espacio modesto o “indie”. Los que leéis las reseñas, las entrevistas y demás
no sois legión. Siento, sin embargo, que hay todavía quien espera las nuevas
publicaciones, quien aprecia el trabajo que conlleva mantener este espacio año
tras año, mes tras mes, semana tras semana, día tras día. Puede que hayas
llegado a esta publicación de casualidad o que seas uno de los asiduos de los
que hablo. En todo caso, muchas gracias por estar al otro lado de la pantalla. El
saber que haya alguien interesado en esto es lo que le da sentido.
Este
espacio tampoco sería nada sin las editoriales que colaboran con nosotras,
tampoco sin los autores que han participado en las entrevistas desde el
nacimiento del blog. Muchas gracias.
No
quisiera acabar este breve mensaje sin dar las gracias infinitas a todos los
que alguna vez han colaborado con el blog y a las que siguen colaborando. Yo
sola, podría hacerlo; pero con vosotras, el blog se ha enriquecido. Espero que
dentro de diez años todavía estemos aquí.
¿Qué
nos depara el futuro? No sé a vosotros, pero yo tengo tres reseñas pendientes
de escribir, además del libro por escribir del que os he hablado antes. No hay
mucho tiempo libre para celebraciones, pero sí para la lectura. Pero, ¿es que
acaso seguir leyendo no es una fiesta? Acomodarte en tu sofá o sillón favorito
con la luz adecuada, con el libro perfecto. ¿No estamos aquí para eso?
Termino
este mensaje deseándoos siempre felices lecturas. Ojalá todos vuestros sueños
lectores se hagan realidad, ¡y que nos los contéis!
Cristina Monteoliva