¿Te ha parecido ver una
sombra extraña alguna vez? ¿Has visto a alguien en un rincón de tu casa que no
debería estar ahí? ¿Crees en los fantasmas? Pero si no son fantasmas, ¿qué
pueden ser las anomalías que, al menos una vez en la vida, todos percibimos por
el rabillo del ojo? De eso y mucho más va El
último día de la vida anterior, la breve pero controvertida nueva novela de
Andrés Barba de la que hablaremos a continuación.
Una
de las protagonistas de esta historia es una empleada de inmobiliaria. Parte de
su trabajo consiste en arreglar las viviendas para que estén presentables de
cara a los futuros compradores. En esas está en una casa un buen día cuando se
le presenta un niño de unos siete años vestido de uniforme, nuestro segundo
actor principal. El niño, que no parpadea, no parece un fantasma. Pero, ¿qué es
lo que hace ahí? ¿Por qué se le aparece a
la empleada de la inmobiliaria también en los sucesivos días? ¿Cómo va a
afectar esto a nuestra chica?
Esta
es la historia de una anodina empleada de inmobiliaria, hija de un peluquero
jubilado, que vive con un hombre. Su existencia parece carente de todo sentido
hasta que un buen día se le aparece en una de las casas que ha de vender un
niño de siete años. No será el único suceso extraño que experimente, tampoco la
única vez que se encuentre con el crío. De pronto, se encontrará viviendo una
nueva realidad, ¿o es acaso una fantasía? Sea como sea, la nueva experiencia le
resultará tan enriquecedora, que cambiará para siempre su vida.
Esta
es también la historia de un niño de siete años que vive con sus padres y un
hermano. Un niño que juega a ser un caballo, que observa a su madre y que, como
tantos otros, tiene problemas en el colegio. ¿Su existencia transcurre en el
pasado de la empleada de la inmobiliaria o en el presente? ¿Es un fantasma como
los niños de la película Los otros,
de Amenábar? Sinceramente, no he llegado a saberlo, y tampoco creo que importe.
Creo que ahí radica el atractivo del personaje: puede ser una invención de la
empleada de la inmobiliara, con toda su historia; puede ser un fantasma: o un
ente que habita en un mundo paralelo al nuestro. Los mundos de pronto podría
colisionar, dando lugar a esta curiosa, íntima y elaborada trama.
En
todo caso, ¿creéis que podemos fiarnos de lo que nos indican en un momento dado
nuestros sentidos? ¿Esas sombras extrañas? ¿Esos sonidos? ¿Esas sensaciones en
la piel? ¿Son reales o creaciones de nuestra mente?
Por
otro lado, ¿qué me decís de los universos paralelos? ¿Existen otras realidades
que, en un momento dado, podrían colisionar con la nuestra, dando lugar a
experiencias como las que tiene la empleada de la inmobiliaria?
¿Ciencia
ficción, fantasía o terror? ¿Cómo podríamos clasificar El último día de la vida
anterior esta pequeña gran novela? Será mejor que la leas por ti mismo para
hacerlo. Pero, cuidado: al igual que su protagonista femenina, podrías acabar
fascinado por la nueva realidad que se presenta. O, como el niño, acabar
cayendo en una suerte de bucle infinito. ¿Te atreves a comprobarlo?
Cristina Monteoliva