Todos necesitamos un
poco de buena magia en nuestras vidas. El problema es que no todo el mundo
aplica la magia con buenas intenciones. Algunos la utilizan incluso para
cometer crímenes. ¿Qué se puede hacer entonces? Contratar a un mago detective
para encontrar al mago criminal, tal y como vemos en Faustino Chacón. Detective prejubilado e ilusionista, la novela de
Nicolás Caicoya de la que hablaremos en esta reseña.
Madrid,
finales de los 80. La policía judicial se enfrenta al caso más misterioso de la
historia del cuerpo: una serie de personas han muerto por combustión
espontánea, supuestamente a manos de un peligroso criminal. Para resolver el
caso, la policía tendrá que contratar a Faustino Chacón, un detective
prejubilado que se dedica, junto a su nutrido grupo de amigos y ayudantes, al
ilusionismo. Al curioso grupo se unirá la policía judicial Juana. ¿Conseguirán
entre todos dar caza a un asesino que les tiene contra las cuerdas?
La
acción nos sitúa en el analógico Madrid de 1989. En este tiempo y lugar nos
encontramos con el asesino de los cuatro elementos, el mismo que se hace llamar
Sombra. Este criminal hace que sus víctimas parezcan morir de combustión
espontánea. Y es que nuestro asesino no es uno cualquiera: se trata de un
poderoso mago que no dudará en poner todos los obstáculos posibles a aquellos
que le persigan: nuestros héroes.
La
novela se llama Faustino Chacón.
Detective prejubilado e ilusionista. Sin embargo, pronto nos daremos cuenta
de que se trata de una obra coral en la que Faustino, ese tipo inteligente y
elegante de oscuro pasado, tiene tanto peso como sus múltiples compañeros: Juana,
la enérgica policía judicial oriunda de Vallekas, con k, y fan de Alaska y Dinarama;
Dorie, la maga de pequeño tamaño y gran corazón; 3lit3, el joven informático;
el tío Félix, un tahúr gitano de lo más avispado; Corocotta, el falsificador de
arte; Chófer, la mujer china; Manolo, el faquir; la periodista Vanessa; el
controvertido inspector Chamorro y la niña Ariadna.
Por
si no tuviéramos suficiente con tanto personaje, nos encontramos con un
narrador con cierto afán de protagonismo. Este ser invisible es tremendamente
parlanchín, de manera que siempre está dispuesto a ofrecernos digresiones y
referencias cinematográficas, históricas, mágicas y literarias de lo más
variadas.
Gracias
a las ya mencionadas digresiones, conoceremos mucho mejor a los personajes
mientras intentan dar caza al asesino. Así, a lo largo de la trama sabremos,
entre otras muchas cosas, del pasado de Juani y su problemático padre, del de
la encantadora Dorie o del de Faustino, quien una vez tuvo un hermano gemelo
llamado Fausto, por ejemplo.
El
tiempo pasa deprisa y hay que coger al asesino mientras este sigue matando. En esta
historia predominan la magia y la acción desenfrenada. A veces, nuestros
personajes se ven obligados a cometer acciones totalmente disparatadas, como
robar un valioso cuadro de Goya. El sentido del humor, mientras tanto, no puede
faltar. Pero, ¿y si el asesino sigue yendo por delante de nuestros entrañables
amigos? ¿Podrán por fin darle caza?
Faustino Chacón. Detective prejubilado e ilusionista,
en definitiva, es una original novela negra de ritmo trepidante, personajes
curiosos y final insospechado que hará las delicias tanto de los amantes del
género como de todos los interesados en el mundo de la magia en general. Emprende
ahora esta aventura literaria con Faustino y sus amigos y descubre el valor de
la amistad, la importancia de dar a tiempo con un buen truco de magia y los
oscuros secretos que todos los personajes pueden ocultar. ¿O es que acaso no te
lo vas a perder?
Cristina Monteoliva