jueves, 17 de enero de 2019

UNA BIBLIOTECA DE TREINTA LIBROS.




Nuestro mundo actual se mueve tan rápido, que los temas de actualidad, incluso los más polémicos, no suelen estar dando vueltas por los medios de comunicación y las redes sociales más de una semana antes de ser reemplazados por otros. Que algo nos haga seguir discutiendo y estrujándonos las neuronas durante diez días ya me parece un logro. Pero si el tema en cuestión ya nos tiene dos semanas haciendo memes graciosos, es que de verdad no hay manera de que nos lo quitemos de la cabeza. Esto ha sucedido (está sucediendo) este mes de enero de 2019 con M. K. (nombrar a la gente con las iniciales debería volver a estar de moda: es más misterioso), la influencer que se ha hecho famosa por su programa de tv (el mismo en el que acude a ayudar a la gente a ordenar su casa) y, sobre todo, por sus consejos para organizar tu casa, especialmente ese que tiene que ver con el número de libros que hay que tener en el hogar.
M. K. dice que solo deberíamos tener treinta libros por casa. Treinta. Yo los he contado y eso son los que tengo en un solo estante de los muchos que tengo. Si lo piensas, treinta son los libros que un buen niño lector puede tener ya a los doce años, por decir una edad temprana. Treinta libros… ¿no podrían ser al menos cien? A ver, que algunos, seleccionando solo los libros que volveríamos a leer alguna vez, podemos tener en casa como trescientos ejemplares. Treinta se me antoja una cifra irrisoria para un buen lector, ¿y en serio el orden es incompatible con la cantidad de libros que queremos tener en casa? Vale que yo tengo libros por todas partes, sobre todo si esperan lectura para luego ser reseñados (apilados en el escritorio, sobre las capetas que hay encima de la papelera, puestos de cualquier manera en una estantería del salón…) Pero, mira, M. K., que yo entiendo que sentimos un apego desmedido por las pertenencias materiales y a lo largo del tiempo acumulamos basura de todo tipo, pero, ¿TREINTA LIBROS? ¿SOLO TREINTA LIBROS? No, no y no, M. K.: los buenos lectores nos negamos a seguir esas reglas de austeridad con nuestras bibliotecas.
Lo siento, pero no dejo de preguntarme cómo un buen lector puede tener solo treinta libros (uno de más de ocho años, quiero decir). Por eso yo creo que no voy a olvidarme de M. K., la sonriente organizadora de casas ajenas, durante bastante tiempo (una nueva excusa, esta de estar obsesionada con este tema, para no estar escribiendo, que es lo que debería estar haciendo ¡ja!).
Por cierto, que M. K. también escribe libros. Igual lo que quería decir es que en casa solo tenemos que tener los treinta de ella, cuando llegue a escribir treinta distintos, ¿no?
Y vosotros, ¿seríais capaces de vivir con solo treinta libros? Os dejo pensando en ello mientras me voy a escribir una reseña, que el trabajo se me acumula.
Cristina Monteoliva


© Sergio M. Planas.