martes, 22 de febrero de 2022

Entrevista: LETICIA SÁNCHEZ RUIZ.

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

hoy nos visita una autora multipremiada: Leticia Sánchez Ruiz.

Leticia Sánchez Ruiz (Oviedo, 1980) es escritora, periodista y profesora de narrativa. Ha ganado el Premio Tétrada Literaria de Novela Corta 2004 por El precio del tiempo, el IX Premio Internacional de Novela Emilio Alarcos por Los libros luciérnaga y el XVI Premio Ateneo Joven de Sevilla por El gran juego. Su novela Cuando es invierno en el mar del Norte (Pez de Plata, 2019) obtuvo ex aequo el Premio Cubelles Noir 2020. Su última novela publicada es La biblioteca de Max Ventura (Pez de Plata, 2021). Parte de su obra ha sido traducida al italiano y desde 2018 la compañía El Callejón del Gato representa su obra de teatro Hermanas.  

Dicho esto, ¿a qué esperáis para conocerla mejor con esta entrevista?:

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Cuando era pequeña, y aún no sabía escribir, me inventaba historias fabulosas para los demás, como que mi tío trabajaba en un ballenero chino. Mi primera novela la escribí con seis años; eran tres folios por las dos caras. Nací escritora sin remedio.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Todas las de mi infancia, fundamentalmente las de Maria Gripe y Michael Ende, y después jugaron un papel fundamental los escritores del Boom: Borges, Cortázar, García Márquez…

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

Ahora mismo, por motivos laborales, estoy releyendo Estrella distante de Roberto Bolaño. Lo tengo aquí, a mi lado. ¿Que si lo recomendaría? Me parece imprescindible. Bolaño es uno de mis mejores amigos literarios, la felicidad lectora.

¿Ha cambiado la pandemia de covid tus hábitos de escritora?

En absoluto. De hecho, fue lo único que se mantuvo igual. Me levantaba a diario a las cinco de la mañana y escribía. Luego, cuando comenzaba el día, también comenzaba la anormalidad.

¿Dónde encuentras la inspiración?

En los libros, en las películas, en mis recuerdos, en los recuerdos de mi familia, en las historias que me cuentan, en las que escucho a los pasajeros con los que coincido en un bus, en un programa que veo por casualidad por la televisión, en los periódicos, en un anuncio de la calle…en todo, básicamente. 

© Leticia Sánchez Ruiz.

¿Qué supuso para ti ganar el XVI Premio Ateneo Joven de Sevilla con El gran juego?

Mi primera novela, Los libros luciérnaga, había ganado el premio Emilio Alarcos. Al ganar con la segunda el Ateneo confirmé que lo anterior no había sido casualidad, que realmente podía hacerlo. O eso pensé entonces. Lo cierto es que cada vez que se escribe una novela, ya sea la segunda, la tercera, la cuarta o la quinta, se tienen los mismos nervios y las mismas dudas. Esto nunca acaba.

Tuvieron que pasar ocho años antes de que volvieras a publicar, en concreto, la novela Cuando es invierno en el mar del Norte. ¿Tuviste una crisis creativa o fueron otras las circunstancias que te llevaron a ello?

Otras circunstancias. Fueron los años más raros de mi vida, en muchos aspectos.

Por cierto, Cuando es invierno en el mar del Norte ha tenido una muy buena acogida entre crítica y público, incluso llegando a conseguir reseñas fuera de España. ¿Esperabas que fuera así?

La verdad es que me ha sorprendido muchísimo las lecturas que se han hecho de esta novela. Por ejemplo, que fuera tan bien aceptada entre los amantes del género negro, ya que es una mezcolanza de muchas cosas. Cuento dos historias que se tocan: la de la familia Larfeuil, que son los sospechosos de un asesinato, y la de Dora, una periodista cultural en paro que se obsesiona con este crimen. En la parte de los Larfeuil prima más la acción (un inspector les interroga a todos en la casa familiar durante una larga tarde noche), mientras que la de Dora es más intimista y, para mi sorpresa, es ésta última la que más ha gustado a los lectores, con la que más se identifican. Dora se ha revelado como la gran heroína del libro, como digo, para mi sorpresa, pero también para mi alegría.

Y llegamos a La biblioteca de Max Ventura, tu novela más reciente, una obra que en La Orilla de las Letras no hemos leído aún. ¿Qué puedes contarnos de ella?

Es una historia de amor a los libros, a las bibliotecas, a los lectores y a este loco oficio nuestro de escribir. Una misteriosa escritora, Julia Tompson, decide contestar un anuncio de Max Ventura, un hombre que, antes de desaparecer, solicita a alguien para que ordene su biblioteca. Las bibliotecas son como muñecas rusas de misterios, no sólo sobre los libros que albergan, sino también sobre sus dueños.

© Leticia Sánchez Ruiz.

En La biblioteca de Max Ventura nos encontramos con una biblioteca (obvio) y una escritora. La pregunta es casi evidente: ¿te has basado en ti misma a la hora de escribir esta historia?

Sí y no. Fundamentalmente, Tompson y yo nos parecemos a la hora de escribir. En la novela hablo de todas las dudas, manías, horrores, triunfos, miedos y alegrías que te da esta profesión, y el modo en que algunos nos enfrentamos a ella. También de todo lo que significa ser lector. Tompson es una escritora muy parecida a mí, y una lectora muy parecida a mí. En lo personal, no nos parecemos en casi nada (tal vez en alguna que otra mezquindad inconfesable).

¿Y dónde van los escritores cuando desaparecen?

Uno de los desencadenantes de esta novela fue precisamente que un día me di cuenta de la cantidad de escritores que habían desaparecido en algún momento de su vida (a veces, incluso, para siempre): Agatha Christie, Tolstoi, Conrad, Shakespeare, Bierce, Saint-Exupéry… Por eso la novela está plagada de desapariciones, ya sea de escritores reales o de otros personajes, como es el caso de Max Ventura y del marido de Julia Tompson; los dos se han esfumado sin dejar rastro.

¿Qué esperas que los lectores encuentren en La biblioteca de Max Ventura?

Lo mismo que cuando entran en una biblioteca real: esa sensación de aventura, la cercanía de un prodigio, toda esa complicidad, una bocanada de amor.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Pues varios, pero soy muy supersticiosa y hasta que no estén casi en imprenta no me gusta decir nada; siempre pienso que si abro la puerta, se puede escapar el gato. Espero poder decirlo en breve.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Agradecerte la entrevista, y añadir que, como decía Luis Sepúlveda, escribir es un ejercicio de resistencia. El triunfo es no desfallecer.

¡No desfallezcamos entonces!

Muchas gracias, Leticia, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Esperamos que tanto tus obras ya publicadas como esas que mantienes en secreto encuentren siempre buenos lectores.

Y a vosotros, amigos de las letras, como siempre, gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Y ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva