martes, 25 de abril de 2023

Entrevista: ÁNGELA FRANCO.

 Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

Volvemos a la carga con las entrevistas, esta vez con la que nos ha concedido la escritora Ángela Franco.

Ángela Franco se presentó al IV Premio de Novela Romántica Kiwi RA. No ganó el concurso. Sin embargo, Ediciones Kiwi le ofreció publicar su novela ¿Un futbolista? No, gracias. Más tarde, llegarían ¿Un futbolista? Que sean dos (2018), Un cóctel con sabor a Barcelona (2019), ¿Un futbolista? Mejor tres cervezas (2020), La ManiaMaca (2022) y Buscando tu estilo hygge (2022).

Es el momento de que conozcamos mejor a la autora gracias a sus palabras:

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Siempre he escrito, pero me puse en serio en el 2004, con mi primer ordenador. Empecé una novela larga que me costó mucho terminar y que algún día reescribiré porque no hay por dónde cogerla. 

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Soy lectora de siempre y me gusta leer cualquier género (menos terror); por supuesto todas influenciables. Un día descubrí el género Romántico (y sus muchos subgéneros) y me atrapó. Mi escritora favorita es Jane Austen, aunque mis historias nada tienen que ver con las de ella.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?  

Pues justo empecé hace dos días, A ojos de nadie de Paola Boutellier. Es el primero de una trilogía de un thriller de suspense.  Hasta el momento pinta muy muy bien y tiene muy buenas críticas. Así que sí, lo recomiendo.

¿Dónde encuentras la inspiración?

Una lectura, una película, una canción, cualquier comentario, o situación…, todo me parece inspiratorio. Me ocurre algo, y me viene una inspiración que anoto en un archivo por si me sirve en futuras historias.  Suelo ser bastante observadora.  

Como escritora, e imagino que lectora, de novela romántica, ¿qué tiene que tener para ti una buena novela del género?

Lo primero, que me enganche; esto para todas. Y, centrándonos en la romántica: no me gustan especialmente las novelas “edulcoradas”.  Disfruto de las historias en las que el romance se cuece a fuego lento, casi sin darte cuenta. Me encanta que haya mucha tensión sexual entre los protagonistas y que parezca que nunca terminará de culminar.  Hasta llegar al final, claro.

Por cierto, ¿te atreverás a cambiar alguna vez de género?  ¿Te ves fuera de la novela romántica?

Ahora mismo, no. De hecho, me gusta la novela romántica porque tiene tantos subgéneros que puedes jugar entre ellos. Hasta el momento, las novelas que tengo publicadas son comedia romántica, pero tengo dos terminadas new adult/juvenil. 

©Ángela Franco.

No ganaste el IV Premio de Novela Romántica de Ediciones Kiwi. Sin embargo, acabaste publicando tu novela ¿Un futbolista? No, gracias con esta editorial. Imagino que tuvo que ser toda una sorpresa que te seleccionaran para ello. ¿Cómo lo viviste?

No me lo esperaba para nada. Ese año, me hice un listado con varios concursos en los que participar; tengo que apuntar que cuando estás en un concurso no puedes presentar ese mismo manuscrito a otro hasta que no salga el fallo y liberes tu novela (suelen quedarse con ella hasta 6 meses).  Cuando me presenté al premio de Kiwi Ra y salió el fallo, segundos después (literal), solicité la liberación de mi manuscrito para mandarlo al segundo de mi lista. No tardaron en contestarme diciendo que en una semana las liberarían todas, que esperara ese tiempo porque iban a ponerse en contacto con las novelas no ganadoras y que les interesaba.  Tres días después, me llegó el mensaje de la editora diciendo que estaban interesados en mi historia. Lloré mucho; no me lo podía creer y aún me emociono al recordarlo.

¿Cambió tu vida al publicar ¿Un futbolista? No, gracias?

Algo, sí.  No vivo de la escritura (ojalá pudiera dedicarme exclusivamente a escribir y tener un sueldo mileurista; no pido más). Pero hay detalles que sí han cambiado gracias a la publicación de mi primera novela.  Hacer presentaciones de libros, acudir a eventos literarios (ferias, encuentros, concursos…). Me encanta cuando recibo algún mensaje de lectoras o lectores que se han leído alguna de mis novelas y les ha gustado. Flipo cuando voy a Casa del Libro o FNAC y veo mis novelas.  Alucino cuando hablo de “tú a tú” con alguna autora a la que admiro. Eso antes no ocurría; ni siquiera en mis mejores sueños.

De todas las novelas que has publicado, ¿a cuál le tienes más cariño y por qué?

Siempre lo digo, a mi primera novela: ¿Un futbolista?  No, gracias.  Es la única historia que fue escrita exclusivamente para mí; sin pensar que nadie más la leería. Y mira hasta donde ha llegado. Siempre será mi ojito derecho; aunque sea mi mejor novela.

¿Y cuál es la novela que más te ha costado escribir?

¿Un futbolista? Mejor tres cervezas (la tercera de la serie Los Tocapelotas) Se me hizo interminable. Esta novela es especial porque prometí a unas amigas incluirlas como personajes de la historia; y son seis amigas. Cada una me fue diciendo cómo querían ser (creo que se vinieron arriba pidiendo cosas; y vuelvo a recordar que son seis amigas). Y a todo esto había que crear trama y que el carácter de cada una de ellas (de las seis) encajara con la historia…  Además, tuve que pararla para dedicarme a otro proyecto que me pidió la editorial, por lo que se alargó bastante más. Me costó mucho, pero la terminé, y la verdad es que estoy muy orgullosa del resultado. 

©Ángela Franco.

¿En qué se parecen a ti las protagonistas de tus novelas?

Siempre hay cositas…, creo que es inevitable.  Todos los que leen ¿Un futbolista?  No, gracias dicen que la prota soy yo; puede que tengan razón.  En las demás ya no me ven a mí en sí, pero hay personajes secundarios (un poco locos) que igual tienen bastante de mí. Siempre hay algo, incluso en los personajes masculinos.

Tu última novela es Buscando tu estilo hygge. ¿Qué es eso del estilo hygge?

Hygge es una palabra danesa que viene a significar algo así como: esa felicidad plena que sentimos al disfrutar de los pequeños momentos de la vida. 

En la novela, la protagonista, Claudia, es diseñadora de interiores por lo que al referirse al “estilo” piensa en decoración estilo nórdico, confortable y cálido. Por otro lado, tenemos al protagonista masculino, Enrique, que necesita encontrar ese bienestar que hace tiempo que perdió…; necesita hygge. 

 Háblanos un poco de Buscando tu estilo hygge. ¿Qué crees que hará que los lectores se enamoren de tu historia?  

Claudia y Enrique, cuando niños, eran los mejores amigos. Con doce o trece años se tienen que separar. Aunque se prometen que seguirán manteniendo el contacto, no será así. 

Dieciocho años después, sus vidas vuelven a cruzarse en Vigo (muy lejos de Granada donde ellos vivieron de niños), y sin esperarlo.  Las cosas han cambiado mucho para los dos y ese reencuentro no será tan fácil como se podría esperar.  Hay muchos enigmas que complicarán ese encuentro entre Claudia y Enrique.  Por supuesto, se irán resolviendo mientras se avanza en la lectura hasta llegar al final. La historia atrapa de principio a fin. 

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Fusss.  Mi cabeza no para de pensar. Tengo dos historias terminadas sin saber qué hacer con ellas. Además, hace unos meses recuperé los derechos de una de mis novelas y la estoy reescribiendo para autopublicarla. A parte, tengo un proyecto pendiente con unas amigas escritoras. Muchas ideas y poco tiempo.  A ver… jajajaja. 

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Pues solo me queda agradecerte a ti, Cristina, por ofrecerme esta oportunidad de darme a conocer a tu público.  Para mí, esta entrevista es muy muy especial porque nos conocemos personalmente y esto emociona mucho más. Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Un saludo muy grande a tod@s, y, si alguien tiene más curiosidades, que no se corte y me pregunte en privados por Instragram. Un besazo muy grande.

Muchas gracias a ti, Ángela, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Mucha suerte con tus novelas publicadas, ¡y por las que te quedan por publicar!

Y a vosotros, amigos lectores, muchas gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

viernes, 21 de abril de 2023

Reseña: PLANETA OLVIDO, de Eva G. Guerrero.

Todos en algún momento hemos sentido un déjà vu: una vivencia nueva que se experimenta como un acontecimiento ya vivido o sentimiento ya percibido. Imagina, sin embargo, un suceso ligeramente diferente: que algo de ficción que tú hubieras escrito hace tiempo descubrieras de pronto que era realidad. Ese algo podría ser la vida en un planeta lejano. Los personajes que tú imaginarías en tu adolescencia serían totalmente reales, ¡y acabarían interactuando contigo! Pues bien, este sería el punto de partida de Planeta Olvido, la interesante propuesta de ciencia ficción, fantasía y mucho más de Eva G. Guerrero de la que hablaremos a continuación. 

Cuando Olvido Santos era una adolescente, pasaba su tiempo libre escribiendo la historia de Gea, un planeta ficticio muy diferente a La Tierra en algunos aspectos pero muy parecido en otros. Olvido creció, fue a la Universidad, consiguió una beca en el Museo de Arte Moderno y un trabajo a tiempo parcial en el bar llamado Rompeolas. Su vida podría haber transcurrido de una forma tranquila si un buen día no hubiera irrumpido en el bar alguien que era igual que uno de los personajes de la novela que escribió siendo más joven. Pero, ¿cómo sería eso posible? ¿Hasta dónde llevará el amor por el misterioso muchacho de Gea a nuestra chica?

La historia de Gea comienza cuando Édani Olban le pide al hermanastro de su prometido que la ayude a encontrar a este en la misteriosa isla en la que fue para cumplir una misión científica. Nuestra chica tendrá que viajar a Villa Esmeralda, la residencia de los progenitores de Dídac, su amor, para obtener el respaldo del Gran Domain, su padre. Todo se complica cuando Édani se ve envuelta en las acciones de la disidencia, un movimiento que lucha por suprimir el yugo al que somete a los ciudadanos la Comunidad Esférica, el régimen político imperante. ¿Conseguirá Édani reencontrarse con su prometido?

Cuando era pequeña, me fascinaban los videoclips de las canciones de moda. Algunos destacaban especialmente por su creatividad. Como aquel de Take on me, del grupo A-ha. En él, un personaje de cómic irrumpía en el mundo real para conquistar a la chica de turno. Esta era luego llevada al mundo del chico y, como era de esperar, todo se complicaba con la aparición de un villano. Pues bien, Planeta Olvido me ha recordado mucho a este videoclip. Os cuento por qué.

Olvido Santos es una chica con una existencia corriente, incluso podríamos decir que un poco anodina. Como tantas otras personas de su edad, tiene que compaginar su vida de becaria en un museo, lo que realmente le gusta, con el de camarera en el Rompeolas, donde la tratan estupendamente bien. Cuando era adolescente, Olvido escribió una historia fantástica que tenía lugar en un planeta lejano. Los personajes de esta historia estaban perfectamente definidos tanto física como psicológicamente: la valiente Édani, la protagonista; el misterioso y ausente astrofísico Dídac, el prometido de nuestra chica; Sifo: el hermanastro atormentado de Dídac enamorado no tan secretamente de Édani… Imaginad la sorpresa de Olvido cuando de pronto en su mundo irrumpen algunos de estos personajes, ¡y cuando ellos mismos le dicen que pertenecen a Gea, el planeta que ella inventara!

Olvido ha de embarcarse irremediablemente en la aventura que le propone Diego, el Dídac de Gea. Junto a él y sus amigos, nuestra chica conocerá varios lugares del mundo (entre ellos, Granada, y la magia de La Alhambra, lo que más me ha gustado de esta obra como enamorada del monumento que soy), la verdad sobre Gea, cómo han conseguido unos cuantos pasar de un planeta a otro como por arte de magia, etc.  

La historia de Olvido transcurre paralela a la de Édani. Édani es una chica valiente que perdió a su prometido (hace tiempo que él no se comunica con nadie) en una isla misteriosa cuando este se embarcó en una misión secreta. Su empeño por encontrarle la lleva a descubrir la verdad sobre su mundo, un lugar de poderosos corruptos y ciudadanos oprimidos que han de rebelarse. Como Olvido, Édani emprenderá un viaje que la llevará a recorrer la geografía de su planeta. ¿Cuál será su verdadero destino?

¿Es Édani el alter ego de Olvido? ¿Qué relación real hay entre dos chicas que se parecen tanto? ¿Existe Gea o todo es una fantasía dentro de una fantasía? Estas y otras muchas preguntas irán siendo contestadas poco a poco a lo largo de estas páginas de trepidante acción y emoción.

Llegados a este punto, he de pedir perdón a todos los que ya hayáis leído Planeta Olvido. Probablemente penséis que lo que he dicho hasta ahora de la historia no le hace justicia. Probablemente también tengáis razón. Lo cierto es que resulta complicado hablar brevemente de un libro tan complejo, rico e interesante como este. En él, son muchos los temas que se tocan: el amor, la amistad, la familia, los viajes en el tiempo y en el espacio, la rebeldía de un pueblo oprimido, la magia… En este libro hay dos novelas en una, dos tramas que acaban colisionando, con dos protagonistas fuertes que harían cualquier cosa por el amor de su vida. Se trata esta de una obra que tiene los ingredientes para gustar a lectores muy diversos: a los amantes de la ciencia ficción, a los de la fantasía, a los de las novelas de amor, a los de las historias de aventuras… A jóvenes y mayores. Es por ello que recomiendo encarecidamdente su lectura. Adéntrate ahora en los mundos de Édani y Olvido y vive una verdadera aventura que te mantendrá en vilo en todo momento. ¿O es que acaso no te atreves a comprobar qué encontrarás al final?

Cristina Monteoliva

jueves, 13 de abril de 2023

Reseña: SABIDURÍA DEL ANTIGUO EGIPTO. ANTOLOGÍA DEL PENSAMIENTO EGIPCIO, de Raúl López-López.

 

Tenemos en nuestras manos la primera edición bilingüe egipcio jeroglífico-castellano editada en España de cinco de los textos sapienciales más antiguos del Egipto faraónico, la primera de la historia de la egiptología española. Viene acompañada, además, de una transliteración de las “palabras divinas” de la mítica civilización nilótica. Su autor ha conseguido reunir en Sabiduría del Antiguo Egipto. Antología del pensamiento egipcio los diferentes fragmentos dispersos de estos escritos gracias a un importante trabajo de investigación y búsqueda que ha llevado a cabo con la ayuda de fuentes diversas como papiros u ostraka (fragmentos de cerámicas utilizados para escribir). Con todo ello elabora esta antología que nos llevará a conocer de primera mano las bases del pensamiento de esta enigmática civilización. Comienza el volumen con Sabiduría de Hordjedef, el más antiguo de ellos. Hordjedef fue, junto con Imhotep, uno de los sabios legendarios del antiguo Egipto. Le siguen Sabiduría para Kagemni, Sabiduría de Ptahotep, Sabiduría para Merikaré y Sabiduría de Amenemhat.

         Estos escritos constituían la base educacional de las élites del país del Nilo puesto que condensaban su pensamiento respecto a infinidad de temas culturales, políticos, sociales o éticos. En ellos hallamos los valores por los que se regían los antiguos egipcios; así como el pensamiento y las opiniones que tenían sobre los temas más diversos, algunos tan significativos como las cualidades que debía poseer un faraón o cuál era el comportamiento que garantizaba gozar de la vida eterna, la educación de los hijos, la homosexualidad o el sexo. De marcado carácter oral, están salpicados de dichos populares, frases hechas y proverbios, en especial los más antiguos.

         Se trata de un libro único, imprescindible para ahondar en los cimientos del pensamiento de una de las civilizaciones más carismáticas e interesantes de la antigüedad. Los textos que aparecen aquí reunidos no se hayan completos en ninguna otra obra de acceso al gran público, hasta ahora solo podían encontrarse de manera fragmentada, no siendo accesibles en su totalidad hasta hoy para los amantes de esta cultura milenaria. Otra de las virtudes de esta obra es la de presentarnos estos textos primigenios en su lenguaje original, poniéndolos a nuestro alcance con el cuidado que fueron escritos para que conserven toda su belleza. La escritura jeroglífica posee una fuerza iconográfica que se perdería en la traducción. El autor hace también un resumen crítico de ellos poniéndolos en contexto y añadiendo información a través de numerosas y acertadas notas aclaratorias. Además, nos explica de dónde procede cada uno de los fragmentos que ha reunido para conformar cada texto en su totalidad. Completan el volumen varios apéndices y una extensa bibliografía. Es una obra densa y de gran rigor que hará las delicias de los amantes del antiguo Egipto pero también de los lectores que aman la filosofía o los temas relacionados con la espiritualidad.

         Como curiosidad, decir que Sabiduría del Antiguo Egipto. Antología del pensamiento egipcio acabó de maquetarse e imprimirse el día 27 de septiembre de 2022. Ese día se cumplían doscientos años de la presentación de J.F. Champollion de los resultados de su trabajo para descifrar los jeroglíficos ante los miembros de la Académie Royale des Inscriptions et Belles-Lettres. También era el centenario del hallazgo del primer escalón que llevaría al descubrimiento de la tumba de Tutankhamón.

María Dolores García Pastor

lunes, 10 de abril de 2023

Entrevista: ESTHER CABRERA.

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

volvemos después de Semana Santa (ya os habréis dado cuenta de que NO hemos tenido vacaciones) con una nueva entrevista: la que nos ha concedido Esther Cabrera.

Esther Cabrera es licenciada en Derecho y experta universitaria en Criminología. En su faceta como escritora, podemos señalar un accésit en los Premios Gandalf de Relato Corto convocados por la Sociedad Tolkien Española en 2021 y el primer premio en los Bilbo de Microrrelato 2022. Ha colaborado con el proyecto de literatura cooperativa El hilo de la historia y participado en el concurso internacional de microrrelatos Microatardeceres (texto seleccionado para formar parte de antología). Actualmente es redactora en el blog literario Espiademonios. El crimen de Santa Olga es su primera novela publicada.

Dicho esto, vamos allá con la entrevista:  

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Tengo por ahí escritos que ahora podrían clasificarse como microrrelatos, compuestos con 8 o 9 años. Apenas un año después vio la luz un cuentito que publicaron en la revista del colegio y, entre los 12 y los 14 escribí un par de novelas cortas, de apenas cien páginas y de uno de los géneros de “moda” en los 80, el de aventuras (qué sería de la gente de mi generación sin Indiana Jones).

En esa época comencé a escribir poesía y obtuve como reconocimiento una mención especial en un concurso de poesía juvenil. Novelas “de verdad” comencé a escribirlas a los 17. Tengo, de hecho, dos novelas policíacas terminadas de aquella época, así como algún que otro relato corto y recopilaciones de cartas (también le he dado al género epistolar).

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Los clásicos, sin ningún género de dudas. Me han influenciado en la forma de describir y de adentrarse en la faceta humana de los personajes. Vuelvo una y otra vez a Dumas, Victor Hugo y Dostoievski, mis autores fetiche. El conde de Montecristo, Los miserables y Crimen y Castigo, figuran entre mis lecturas predilectas. Aunque, qué sería de mí sin las tragedias de Shakespeare y las obras principales de Cervantes. Entre los autores contemporáneos, me quedo con Tolkien y Bernard Cornwell para lo fantástico y lo histórico, y con A. Conan Doyle, Agatha Christie y P.D. James para el género detectivesco.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?  

Suelo tener varias lecturas en marcha a la vez. Leo de todo, como muestra dos botones: actualmente tengo en marcha Metro 2033, una novela postapocalíptica de Dimitri Glujovski ambientada en los túneles del metro de Moscú donde los supervivientes se ocultan después de una guerra nuclear; y Cosecha roja, la primera novela de Dashiell Hammett, padre del género negro, al que no había abordado todavía. Son historias absolutamente diferentes pero ambas recomendables. 

© Esther Cabrera.

¿Cómo se lleva lo de escribir géneros tan dispares como la alta fantasía y la novela negra? ¿O es que acaso no son tan distintos?

Bajo mi punto de vista el género no es más que un barniz, una manera de clasificar o etiquetar. Para mí y, aunque a priori, la novela policíaca y la de alta fantasía sean géneros diametralmente (y comercialmente hablando) opuestos (en uno hay que ceñirse lo máximo posible a la realidad y documentarse hasta el más mínimo detalle mientras que, en el otro, aunque la historia debe ser coherente, la imaginación toma el mando), lo que verdaderamente importa es la calidad del lenguaje, la elegancia en las formas, la manera en que se abordan los temas que se tratan y la profundización en los personajes.

Yo trato temas universales. El amor y al muerte están presentes, en mayor o menor medida, en todos mis escritos. También el odio, la venganza, la traición, la amistad, la esperanza, la redención… y algunos de los miedos cervales del ser humano: la soledad, el dolor, la enfermedad. Y mis personajes, con independencia de si se trata de un policía, una guerrera con poderes místicos, un caballero curtido en mil batallas o una reina sin corona, sienten, sufren, caen, se levantan, como tú o como yo.

Así que, en mi caso, no es complicado navegar de un género a otro.

¿Relato o novela?

¡Novela! Como lectora y también como escritora me inclino por obras extensas.

El relato es para mí un ejercicio de creatividad, un entrenamiento. Y me ha reportado muchas alegrías: como ejemplo un accésit en los Premios Gandalf de Relato Corto 2021 y un primer premio en los Bilbo de Microrrelato 2022 (ambos certámenes convocados por la Sociedad Tolkien Española). Pero se me hace corto, me sabe a poco.

Sé que menos, es más, pero, dado que mi estilo está marcado por lenguaje preciosista y que me encantan las descripciones y el análisis de personajes y situaciones, llevo fatal la limitación de palabras o páginas.

¿Cómo surgió la idea de escribir El crimen de Santa Olga?  

La novela policíaca fue mi primera inclinación. En mi casa siempre se habían leído novelas y visto en bucle, series y películas policíacas, estaba “predestinada” a elegir este género. Como curiosidad, el protagonista de El crimen de Santa Olga bebe del protagonista de aquella primera historia del género escrita a los 17. Le debía a este personaje darle una vida, una historia que contar.

Pero, fundamentalmente, mi obra surge de la necesidad de escribir una novela de las que a mí me gusta leer. En el panorama actual, donde predominan el thriller y la novela negra frenética y sangrienta, me apetecía irrumpir con una historia de corte clásico, recrearme en los cánones de las historias de detectives donde priman los personajes y la investigación sobre el truco o trato o los giros constantes y a veces forzados.

¿Qué nos puedes contar de El crimen de Santa Olga?  

Es una novela policíaca, pero también una historia de muerte, de pérdida, de dolor, de amor, amistad y esperanza. Su protagonista, un policía inteligente y perspicaz que se encuentra desahuciado emocionalmente, se tropieza con una investigación criminal en la que, por fin, puede demostrar sus habilidades, y también con una persona muy importante de su pasado que le hará replantearse sus emociones y convicciones. Es una historia de las que enganchan, de las que dejan buen sabor de boca. De las que merece la pena leer.

© Esther Cabrera.

Por cierto, ¿por qué publicaste El crimen de Santa Olga en Amazon?  

Buena pregunta.

El mundo editorial tiene demasiadas perversiones como para abordarlas todas en tan escaso espacio, intentaré, pues, resumir.

A la puerta de una editorial tradicional solo se puede llamar si se cuenta con el respaldo de un/a padrino/madrina, una cuenta en IG o FB con miles de seguidores o un canal de YouTube propio con proyección.

Por otro lado, las editoriales de autopublicación tienden, en su mayoría, a prometer mucho más de lo que acaban cumpliendo. Me parece aberrante, abusiva, la manera en que muchas mercantilizan la ilusión del escritor por ver una obra suya publicada.

Amazon no es la panacea. Ha quitado las puertas al campo facilitando la publicación de mucha morralla con ínfima calidad literaria. Pero es el público, soberano, el que tiene la última palabra.

Autoeditando en esta plataforma he dejado, por tanto, en manos del lector, y no de intereses económicos y comerciales, el poder de decidir si mi historia es buena, mala o regular.

¿Te está costando dar a conocer la novela?

Mucho.

Hasta ahora he llegado al entorno cercano y, gracias a alguna que otra presentación he tenido acceso a lectores desconocidos. Pero el boca a boca, que es la mejor manera de promocionar al autoeditado, va muy despacio. Tanto que a veces ni llega. Tengo muchos lectores que me llaman y escriben para darme su opinión en privado, pero no dan el salto a publicar sus valoraciones en Amazon o en plataformas como Babelio o Goodreads, que son el verdadero escaparate.

Por otro lado, tengo bastantes ejemplares repartidos en cuatro librerías, pero no logro darles salida. Sin una campaña de marketing promovida por una editorial, la distribución y promoción se convierten en misión casi imposible.

¿Qué esperas que encuentren los lectores en El crimen de Santa Olga?  

Espero que encuentren la historia creíble, adictiva, entretenida, que se metan en la historia, que sufran, se alegren, se emocionen a la par que lo hacen los personajes. Que la historia les atrape y empuje a seguir leyendo sin tregua hasta llegar al final. Y que, cuando acaben, la recuerden como una lectura de las que apetece compartir con otros lectores.

Sabemos que El crimen de Santa Olga no es tu única novela. ¿Qué secretos esconden tus cajones escritoriles?

Tengo una novela de fantasía épica terminada y a la espera de publicación. Probablemente saldrá a finales de este año o comienzos del que viene. Aún está por decidir si optaré de nuevo por Amazon o la dejaré en manos de una editorial que ha mostrado interés en ella.

Mientras estoy dándole visibilidad a varios relatos cortos que estaban perdidos, como dices, en el fondo de mis cajones. Tengo uno publicado y otros dos a la espera de publicación en sendas webs literarias.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Estoy dándole vueltas a la idea de acometer la continuación de El crimen de Santa Olga. Es una novela autoconclusiva, pero puede que el clamor popular logre que su protagonista tenga más casos que investigar… quién sabe.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Agradecerte el interés en mi obra y mi trayectoria y animar a los lectores de esta entrevista a adentrarse en los misterios de El crimen de Santa Olga.

Muchas gracias, Esther, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Mucha suerte con tu novela, y a ver si pronto te vemos publicando aquella de la que nos hablabas.

Y a vosotros, amigos lectores, muchas gracias por estar de nuevo al otro lado de la pantalla. Y ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

viernes, 7 de abril de 2023

Reseña: LOS SOÑADORES, de Francesc Miralles.

 

¿Eres un soñador? ¿Cuál es el sueño que te quita el aliento? ¿Cuándo fue la última vez que tu sueño se convirtió en realidad?

No suelo creer en las casualidades y por ello estoy convencido que el libro Los soñadores de Francesc Miralles llegó a mis manos justo cuando estaba listo para embarcarme en el enésimo viaje hacía un sueño. No es el primer viaje, ni será el último y si hay algo que he aprendido en este periplo llamado vida, es que para llegar lejos hay que ir acompañado. Y no hay mejores compañeros que los protagonistas de cada novela que a su vez componen la primera obra de Francesc Miralles

Seis personajes, seis sueños que esperan ser transformados en realidad. Hacerlo no es fácil. Quizás estés dispuesto a dejarlo todo, a soltar la velas y embarcarse hacia un viaje lleno de incertidumbre.  Cuando estás listos para zarpar, las expectativas, los deseos, los anhelos son tan fuertes que es fácil olvidar que las tormentas puedes aparecer cuando menos te lo esperas; aunque sabes que los vientos pueden volverse en contra, cuando comienza el viaje no hay espacio para pensar que las cosas saldrán de una forma diferente a lo previsto.

Seis sueños que esperan cumplirse y que en algún momento has compartido con los protagonistas: Hasta cuando la vida se revela en toda su dureza, hasta hacerte asumir los contornos de una tragedia.

A lo largo de las páginas de este libro las preguntas emergen con todas sus fuerzas y piden ser respondidas: ¿Qué es lo que te empuja a dejar una existencia cómoda y tranquila? ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es lo que dejamos?

Y así como hay infinitas preguntas, infinitos son los sueños que persiguen los protagonistas de este cajón de sastre haciendo que el lector pueda identificarse con alguno de ellos y tomar consciencia de que hay una gran diferencia.

El sueño de la palabra. El sueño del amor. El sueño de Dios. El sueño de la bondad. El sueño del tiempo. ¿Cuál es tu sueño? Si lo sabes, no será difícil navegar a través de las páginas de Los soñadores; si no lo conoces, puedes empezar tu viaje aquí, dispuesto a perderte y que los cantos de sirena te lleven lejos de ti mismo. Porque soñar es sencillo: el verdadero viaje empieza cuando despiertas.

Giuseppe Favale

Reseña: MEMORIAS DE R. CRUMB. REMEMBRANZAS Y OTRAS CHANZAS, de R. Crumb y Peter Poplaski.

 

Se publican montones de biografías y autobiografías cada mes. No todas ellas, sin embargo, me parecen igual de interesantes. De algunos personajes ya poco más hay que decir, puesto que son demasiado populares. Otros pecan de un excesivo “ombliguismo”, es decir, de un narcisismo extremo que les hace creer que lo que a ellos les ha pasado es más interesante de lo que verdaderamente es. ¿Qué biografías de qué personajes me interesan? Las de aquellos que no conozco tanto y que tienen de verdad algo que decir. Este sería el caso del libro que hoy reseñaremos: Memorias de R. Crumb. Remembranzas y otras chanzas, de R. Crumb y Peter Poplaski.

En el mundo del cómic, existe un decano del uderground: R. Crumb. El artista, enormemente popular a pesar de moverse en los márgenes de la industria, ha tenido una vida plena que nos narra en este libro en primerísima persona.

Crumb, de nombre Robert, se crio en el seno de una familia numerosa. Muy unido a su hermano Charles, que durante un tiempo también dibujaría cómic, se vio tremendamente influenciado desde su infancia por las distintas mudanzas que acometió la familia, la televisión y el cine, y la sociedad de consumo. Se casaría joven por primera vez, probaría las drogas y se haría hippie. Más tarde, conocería a Aline, su segunda esposa y pilar fundamental de su vida, y encontraría cierta estabilidad.

¿Quién es R. Crumb en realidad? Desde luego, un artista prodigioso y prolífico con innumerables obras a sus espaldas (El Gato Fritz, La diablesa, White man meets bigfoot… La lista es interminable). El libro está plagado de ellas, más de 300 viñetas en blanco y negro y color que nos hablan de su punto de vista siempre crítico y corrosivo, de su ironía y sus obsesiones sexuales.

Crumb es un individuo inteligente que se da cuenta de su propio narcisismo. Son muchas las veces en las que él mismo ha aparecido como personajes de películas y obras de teatro. Hasta que llegó un momento en el que decidió apartarse.

Resulta siempre interesante leer una biografía en primera persona, empaparse de la verdadera esencia del personaje. En este caso, veréis que Crumb es un ser único, sin duda brillante.

El libro cuenta, además con 50 fotos personales del artista y un CD que contiene una selección de canciones grabadas por los distintos grupos musicales por los que a lo largo de los años ha pasado R. Crumb. Porque sí, nuestro hombre también es músico.

Memorias de R. Crumb. Remembranzas y otras chanzas ha sido traducido ahora al español, pero es un libro publicado originalmente en 2004. Me pregunto qué pensará de los tiempos actuales el dibujante, en su retiro francés. Seguro que tendrá mucho que decir. Por lo pronto, no te quedes sin saber, gracias a esta obra, qué es lo que opinaba de la América en la que se crio, creció y se convirtió en un ser humano adulto. ¿O es que acaso tienes miedo de que su ironía y su sarcasmo te salpiquen?

Cristina Monteoliva

miércoles, 5 de abril de 2023

Reseña: ENRABIADOS, de Jorge Volpi.

 

Para llevar una existencia larga y plena hay que tomarse las cosas con calma. Sin embargo, la vida moderna tiende a desquiciarnos. ¿Podríamos evitarlo? ¿O no es acaso la rabia la sal de muchas vidas? ¿Qué tal si lo averiguamos con un libro? Me refiero a Enrabiados, la nueva antología de cuentos de Jorge Volpi de la que hablaremos en esta reseña.

Enrabiados es un complejo y rico volumen compuesto por seis relatos largos en donde la rabia de los personajes está siempre presente, de forma más explícita en unos casos que en otros.

El volumen arranca con Irreversibilidad, un relato que a mí me ha producido cierta rabia (en el buen sentido de la expresión) por la forma tan compleja en el que está escrito, a saber, como un largo monólogo en el que no existe ni un solo punto (ni siquiera el final) y las comas campan a sus anchas (siempre bien puestas, eso sí). En esta historia, un discípulo de un físico, médico y filósofo germano-mexicano escribe su obituario una vez ya fallecido. El discípulo hace y deshace, es decir, escribe y luego se arrepiente; cuenta la vida del profesor; cómo era el en trato, etc, siempre con desparpajo.

Fatalidad, el segundo relato del libro, se nos presenta como una moderna tragedia griega en la que varios personajes nos exponen su punto de vista sobre un mismo tema. Básicamente, los distintos componentes de una familia se disputan, apasionadamente, el control de la empresa del clan. Aquí nos encontramos algunos textos en verso y otros en los que nuevamente solo encontramos frases separadas por comas, nada de puntos.

Sustentabilidad nos habla de una ministra de Sostenibilidad (perdonadme si cambio el termino al castellano pero es que soy licenciada en Ciencias Ambientales y así es cómo lo aprendí) en Suecia. Nuestra mujer fue en su día una rabiosa activista. Llegados a un momento dado, se ve sumida en un escándalo de corrupción. Por supuesto, ella es intachable, pero es lo que menos importa. Esta larga historia, como tantas otras de este libro, nos es expuesta desde el punto de vista de varios personajes.

Transparencia es un relato relacionado con Sustentabilidad pues también nos habla de mujeres en la lucha. En este caso, el texto se nos presenta de una forma un tanto caótica pues en él reúne a un buen número de voces que, muy enrabietadas, hablan a favor y en contra de la mujer en cuestión. En manos del lector queda averiguar si la activista hizo bien o hizo mal, si estaba a favor de los puestos originarios o si en realidad era una corrupta.

En Atonalidad, puede que la pieza más serena, íntima y poética de todo este libro, nos encontramos con varios personajes que apaciguan su rabia gracias a los instrumentos que suenan en un momento dado de cada una de sus historias.

Finalmente, en Poética nos es expuesta la rebeldía de un personaje ficticio contra su creador. Aunque nos cuenta que se trata de un actor de un libro llamado Enrabiados, el escritor no sería Jorge Volpi. Si bien otros relatos de este libro se me han antojado en un momento dado un tanto divertidos, creo que este es el que, con su ironía y su desparpajo, despertará más sonrisas entre los lectores.

Enrabiados, en definitiva, es un interesante libro de relatos que nos ofrece diversas perspectivas desde las que analizar lo que es la rabia hoy en día, cómo la viven las distintas personas y cómo acabar con ella. Una obra de rabiosa actualidad, como se suele decir, dispuesta a no dejar indiferente a ningún lector tanto por sus contenidos como por las distintas formas en que se presentan los mismos a lo largo de sus páginas. Y tú, ¿te atreves a enfrentarte a tu propia rabia gracias a este volumen?

Cristina Monteoliva

martes, 4 de abril de 2023

Reseña: EL GRAN DÍA DE LA SEÑORITA PETTIGREW, de Winifred Watson.

 

Mientras hay vida, hay esperanza. Nunca es tarde para cumplir tus sueños, incluso aquellos que no sabías que tenías. Porque la vida es así de impredecible: un día estás en eso que llaman la zona de confort y, al siguiente, viviendo toda una montaña rusa emocional. Y si no, que se lo digan a Guinevere Pettigrew, la protagonista de El gran día de la señorita Pettigrew, la novela de Winifred Watson de la que hablaremos en esta reseña.

A sus cuarenta años de edad, Guinevere Pettigrew se encuentra casi en la indigencia. Por suerte para ella, en la agencia de colocación le ofrecen un puesto como institutriz. Aunque nunca le ha gustado encargarse de los niños ajenos, está dispuesta a aceptarlo con tal de no verse en la calle. Sin embargo, cuando llega a la casa de la empleadora, la señorita Delysia LaFosse, no encuentra niño alguno. La señorita LaFosse es una joven guapísima que se dedica al mundo del espectáculo. Por su casa no paran de entrar y salir hombres con los que ambas deberán lidiar. ¿Con cuál se quedará finalmente Delysia? ¿Conseguirá nuestra protagonista sobrevivir a tanto sobresalto?

Esta es la divertida historia de Guinevere Pettigrew, una apocada mujer de cuarenta años con una existencia gris hasta el día en el que entra en la casa de Delysia LaFosse. La señorita LaFosse es una guapa cantante que no sabe con cuál de sus amantes quedarse. Los tres irán entrando y saliendo de la historia durante el loco día que viviremos con ambas.

No estamos ante una obra de teatro, pero sin duda la trama de esta novela es puro vodevil: los hombres no paran de entrar y salir, hay enredo, hay engaño, hay amor… Y, por supuesto, grandes dosis de humor.

En esta historia, que dura tan solo un día (el más intenso de todos en la vida de la protagonista), nuestra mujer es a veces una Cenicienta madura; otras, el hada madrina que ayuda tanto a LaFosse como a otros personajes que conoceremos en esta novela.

         Gracias a esta obra, conoceremos el esplendor del Londres de entreguerras, un mundo lleno de color, música y, por supuesto, grandes oportunidades, incluso para una mujer que creía haberlo perdido todo en la vida.

         El gran día de la señorita Pettigrew, en definitiva, es una historia con grandes dosis de humor, enredo y buenos deseos que nos hace creer que los sueños, incluso aquellos que no creíamos tener, se pueden llegar a cumplir tarde o temprano. Un clásico del siglo XX que merece, sin duda, conocer. Y tú, ¿a qué esperas para pasarlo bien con la increíble Guinevere?

Cristina Monteoliva

sábado, 1 de abril de 2023

Reseña: EL MUNDO DE AYER, de Stephan Zweig.

 

El mundo de ayer es la visión de Stephan Zweig de la Europa del siglo XX hasta el año de su muerte en 1942, una mezcla de crónica histórica y biografía sentimental.

Hay razones de peso para considerar 1942 el peor año de la historia de la humanidad en términos objetivos y estadísticos. También fue el año en que Stephan Zweig, el autor de El mundo de ayer y otras decenas de títulos, todos geniales, se suicidó con barbitúricos junto a su esposa Charlotte, en Brasil.

Alianza ha reeditado con mimo varios títulos de Zweig con los que en estos tiempos vale mucho la pena reencontrarse; estos tiempos de miedo a lo grande y a lo pequeño, a los jinetes del Apocalipsis, a la tos de nuestro compañero de asiento o a la psicopatía secreta del desconocido con quien charlamos en las redes o en la app de citas.

“Vayamos al encuentro del tiempo que nos busca”, es la cita de Shakespeare con la que el autor arranca la novela, y a continuación aclara que nunca se sintió tan importante como para contar su vida, hasta que las circunstancias le pusieron ante esa necesidad. Y estas son las dos claves de este libro: el tiempo y las circunstancias.

El tiempo es un continuo; ya sea esta su naturaleza verdadera, o el modo en que lo percibimos, el caso es que no existe un principio y un final. Zweig no podía más en 1942, estaba agotado. En el exilio, viajando por toda América intentando encontrar apoyos para los conocidos y desconocidos que había dejado atrás y que le sepultaban en kilos de cartas europeas pidiendo ayuda. Judíos que querían escapar, intelectuales que querían escapar, artistas, opositores, enemigos de tal o cual poder, de tal o cual estado, ramitas en la corriente del horror europeo que necesitaban su ayuda, que se justificaban por alguna ofensa, por una mala crítica a un libro suyo en el pasado, porque ahora él podía ayudar; había que halagarlo, rogarle, llegar hasta él.

No en vano el último capítulo de El mundo de ayer se titula: La agonía de la paz.

Zweig era un superviviente y trataba de mantenerse activo, buscaba actividades racionales en medio de lo irracional, planes en medio del caos. No se refugiaba en opiniones, rastreaba lo universal, la mezcla de culturas e ideas, como siempre había hecho. Investigaba la rebeldía. Intentaba también mantener una vida privada con amigos, con su mujer. Pero los amigos eran desconocidos que hablaban otro idioma, que les conseguían alojamientos temporales, rutinas improvisadas, y su mujer estaba enferma de asma y tan agotada como él.

Ya no había Viena, círculos de doctores hablando de la salud mental y la estética abstracta del mundo, reparos burgueses, hipocresía, vergüenza, la búsqueda del tiempo perdido, la roja insignia del valor. Todo eso moría, aplastado, y un día los Zweig decidieron que no querían estar más en un mundo en que nada era como ellos podían recordarlo y abarcarlo. Se envenenaron tumbados en una cama, uno junto al otro como Romeo y Julieta, y se fueron para siempre. Eran creadores, escritores, y quisieron dar a su historia el final que no podían poner a la locura del mundo en que les tocó vivir.

“Está en la naturaleza humana que los sentimientos extremados no se prolonguen hasta el infinito, ni en el individuo aislado ni en el pueblo, lo cual es sabido por la organización militar. Por eso, es necesaria una incitación artificial, un doping permanente de excitación, y ese servicio han de prestarlo los intelectuales, los poetas, los escritores y los periodistas, sea con buena o con mala conciencia, con sinceridad o por rutina profesional. Habían hecho sonar el tambor del odio y redoblaban con fuerza hasta que no quedase un solo imparcial al que no le resonasen los oídos y no se le estremeciera el corazón. En Alemania, Francia, Italia, Rusia, Bélgica, casi todos servían obedientes a la «propaganda de guerra» y, por lo tanto, al delirio y odio colectivos de la guerra, en lugar de combatirla”. (Pág. 250)

Charlotte y Stephan ignoraban que el momento en que se dormían para no volver a despertar era el peor; un día, una semana, un mes, en que era perfectamente probable que el nazismo controlase todos los continentes y, sin embargo era, al mismo tiempo, el momento en que los nazis habían tocado techo.

A partir de este año en que se gestaban El extranjero de Camus, El túnel de Sábato y Rebelión en la granja de Orwell, moría de tifus Ana Frank y se suicidaba Zweig, fue todo cuesta abajo. Sin que sus protagonistas y antagonistas pudieran predecirlo, aquel era el punto de inflexión hacia la derrota del ejército más poderoso en muchos lugares de la tierra.

Hoy leemos El mundo de ayer como miramos los cuadros de Van Gogh o como leemos los cuentos de Poe o las rimas de Bécquer, o conocemos las trágicas historias de los primeros estudiosos de los gérmenes: con un sentimiento de rabiosa nostalgia retrospectiva, con ese “si hubiese aguantado un poco más” dándonos vueltas en la cabeza. Si hubiesen aguantado un poco más habrían visto la derrota del enemigo, habrían visto el éxito de su obra, la demostración de sus teorías, que parecían de locos. Si hubiesen podido vivir diez, veinte años más, a veces, como en el caso de Zweig, habría bastado con tres. Pero no pudo ser. Las personas tenemos un límite físico muy por debajo del que alcanzan nuestros sueños.

Las circunstancias y el momento hicieron a Zweig imprescindible y sitúan su obra en un lugar tan relevante que solo leyendo El mundo de ayer se tiene una idea lo bastante ajustada de la primera mitad del siglo XX en Europa, como para juzgar lo que vino después. Nacido en plena revolución industrial, varón, judío, burgués, mundano e inteligente, Stephan Zweig estaba en la posición adecuada y tenía la sensibilidad perfecta para encontrar la belleza en los buenos tiempos, y para comprender el odio y la destrucción en toda su compleja amplitud.

Si tuviera que quedarme con un solo libro que describiera lo que ganamos y lo que perdimos en el siglo XX, qué murió en nosotros y por qué vale la pena atesorarlo y no dejar que se olvide, sería El mundo de ayer de Stephan Zweig.

Rebeca Tabales