sábado, 26 de febrero de 2022

Entrevista: LUISA GONZÁLEZ.

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

volvemos a la carga con las entrevistas, esta vez con la que la autora multipremiada Luisa González nos ha concedido.

Luisa González escribe relato y novela. Con sus relatos, ha ganado el concurso de cuentos del Ayuntamiento de Tarragona con Palabras en 2001; el concurso Filando Cuentos de Mujer con El hijo póstumo en 2009; y el concurso Sobre Ruedas Alsa con Viaje a Wamba en 2021. También ha obtenido: Premio de novela corta Fuente Agria 2003 por Tiempos de tregua (novela publicada por Editorial Litopress); Premio CAM de novela corta “Gabriel Sijé” 2004 por Hielo (novela publicada por Editorial Nostrum); y Premio de Novela JOSE MARIA PEREDA 2013 por Para Elisa (novela publicada por Editorial Estvdio). Ha publicado: El buscador de guacas (Edhasa, 2006); La posada de las almas (Edhasa, 2010); Alfonsina (publicada en Argentina, 2020) y El infierno empieza aquí (Menoscuarto, 2021).

Dicho esto, os dejamos por fin con las palabras de la autora:

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Tenía siete años cuando gané un concurso de redacción en el colegio y fui premiada con un juego de cartas de El gato con botas. De niña me pasaba horas leyendo y  escribiendo. Escribir y leer eran mis juegos preferidos. Algún tiempo después, ya en el instituto, volví a ganar otros concursos literarios. Con trece años escribí una novela en una noche. Por fortuna, solo hay pruebas de su existencia en mi memoria.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Todas las lecturas a lo largo de mi vida han sido importantes. Los cuentos de la infancia, resalto El principito, los cómics de la preadolescencia con Zipi y Zape, entre otros. Poco después llegó el descubrimiento de los autores del boom latinoamericano. Gabriel García Márquez me fascinó, y las obras de escritores españoles como Juan Marsé, Miguel Delibes, Eduardo Mendoza, Ana María Matute, Carmen Laforet, Mercé Rodoreda, por citar algunos. Jane Austen, Emily Bronte, Dostoyevski, Kafka y muchos otros vinieron después. Además de novelas, soy una lectora apasionada de cuentos, poesía y teatro.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

La última novela de Antonio Muñoz Molina, Volver a dónde. Por supuesto que recomiendo esta y cualquier otra novela de este gran escritor.

¿Ha cambiado la pandemia de covid tus hábitos de escritora?

No, en absoluto. La inspiración no me pilla trabajando. Solo me siento a escribir cuando tengo ideas que plasmar. Solo entonces trabajo. Escribo si fluye, si me apasiona lo que cuento.

©Luisa González.

¿Dónde encuentras la inspiración?

No sabría cómo explicarlo… De repente aparece una idea que me obsesiona y sé que no podré dejar de darle vueltas hasta que se concrete en un texto. A veces es un cuento; otras, una novela. Cada idea tiene su propio formato. No depende de mi empeño. En alguna ocasión he creído que debía escribir un relato y acabó convirtiéndose en una novela. También al revés.

Pero esa idea ha de ser tan potente para mí que no me deje en paz hasta que la escriba.

Tienes varios premios literarios en tu haber. ¿Qué te ha supuesto conseguirlos?

Los premios literarios fueron la llave para mis primeras publicaciones y me abrieron las puertas de otras editoriales que decidieron publicar mis obras posteriores.

Por cierto, ¿qué crees que tiene que tener una obra para ser premiada?  

Calidad literaria. En los concursos se valora la obra como producto literario, no como producto comercial destinado a la consecución de un gran número de ventas. Para eso están los grandes sellos editoriales, algunos de los cuales además de tener sus propios concursos literarios tienes sus propios autores ganadores.

Tu última obra publicada es El infierno empieza aquí, una novela sobre las caras de Bélmez. La pregunta es inevitable: ¿crees en los fenómenos paranormales o crees que solo son buenos para la literatura?

En la vida existen muchos fenómenos inexplicables desde los parámetros de la ciencia. De esa realidad maravillosa, se nutrió el realismo mágico literario. 

©Luisa González.

¿Cuánto tiempo has investigado el fenómeno antes de ponerte a escribir sobre el tema?

No puedo precisar, pero creo que fue algo más de un año entre lecturas bibliográficas, documentales varios y las visitas a Bélmez de la Moraleda.

¿Cuánto de ficción y cuánto de verdad hay en El infierno empieza aquí?  

El fenómeno de las caras de Bélmez es un hecho, datado y constatado. Hoy por hoy, sigue siendo uno de los fenómenos paranormales más importantes. Tuvo y tiene sus partidarios y detractores. En ningún caso se ha podido demostrar que fuera un fraude.

Por lo que a la novela respecta, no pretende posicionarse a favor o en contra del fenómeno, pero sí dar fe de unos hechos, de una época, de un lugar.  De una mujer, su protagonista, María Gómez Cámara, que vio cambiar de la noche a la mañana su modesta vida en un pueblo tranquilo por un infierno.

¿Por qué crees que, tantos años después de su aparición, todavía nos siguen fascinando las Caras de Bélmez?  

Porque el misterio sigue estando ahí, sin resolver. Sin respuesta a muchas teorías e hipótesis.

¿Qué esperas que los lectores encuentren en El infierno empieza aquí?

Mi mayor anhelo sería que disfrutaran de una historia bien contada que les dejara un buen sabor de boca.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Estoy en barbecho. Entre una novela y otra, necesito un tiempo. Mientras llega la siguiente, leo, leo y leo.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Mi enorme agradecimiento para ti, Cristina, y a La orilla de las letras.

Muchas gracias a ti, Luisa, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Esperamos que tanto El infierno empieza aquí como tus otras obras tengan gran repercusión.

Y a vosotros, amigos lectores, gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Y ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

Reseña: EL INFIERNO EMPIEZA AQUÍ, de Luisa González.

 


¿No crees que por más que intentemos buscarle una explicación a ciertos sucesos siempre hay cosas que se nos escapan a la razón? Cosas como las caras de Bélmez de la Moraleda. Porque por más que parezcan manchas de aceite o de cualquier otra sustancia, lo cierto es que la ciencia no ha logrado todavía explicar por qué salieron un buen día en la casa de unos campesinos. Si quieres conocer un poco mejor este fenómeno, sobre todo sus orígenes, lo mejor es que te hagas con un ejemplar de El infierno empieza aquí, la nueva novela de Luisa González y precisamente el libro que comentaremos en esta reseña.

Bélmez de la Moraleda (Jaén), 23 de agosto de 1971. María Gómez Cámara estaba friendo unos pimientos en el fuego cuando se percató de la presencia de una extraña mancha en el suelo de la cocina. Al fijarse mejor, se dio cuenta de que la mancha parecía una burlona cara humana. Aunque el marido de María picó el suelo para deshacerse de ella, la cara volvió a brotar en la nueva capa de cemento. Más tarde, llegarían otras caras, siempre enigmáticas y controvertidas: todo un misterio que superaría a un pueblo y que llegaría hasta nuestros días.

Esta es, en esencia, la historia de una mujer de pueblo, María Gómez Cámara, que vio cómo su mundo cambió un buen día de agosto, tornándose un verdadero infierno.

Como tantas amas de casa, María freía un buen día pimientos sin saber que algo extraño estaba ocurriendo en su cocina. Las caras empezaron a brotar de las paredes y el suelo. Llegarían los vecinos, el Alcalde (lo escribo con mayúsculas pues así aparece en el texto), el Parapsicólogo y un sinfín de personajes que perturbaron tanto la vida de la buena señora como el fenómeno paranormal que se estaba dando en su hogar.

La novela nos habla de aquel primer tiempo de las caras de Bélmez, de cómo unos y otros intentaron encontrar sin éxito una explicación al asunto.

La narración, sobria pero efectiva, se centra fundamentalmente en la figura de María Gómez Cámara. El resto de los personajes son nombrados por la función que cumplen alrededor de ella: el Marido, el Alcalde, el Parapsicólogo… La mujer, sencilla y casera, se nos muestra como la posible generadora de los entes. Pero, ¿cómo? ¿Y por qué? El misterio está servido.

Han pasado los años y las incógnitas alrededor de este misterio paranormal son las mismas. Tal vez nunca sabremos qué son de verdad las caras y por qué surgieron en la casa de María Gómez Cámara y no en cualquier otra. En todo caso, me ha resultado muy interesante leer El infierno empieza aquí, una excelente novela sobre cómo empezó todo, lo que supuso para María y para todo el pueblo: un verdadero infierno. Y tú, ¿a qué esperas para descubrir este misterio?

Cristina Monteoliva

viernes, 25 de febrero de 2022

Entrevista: TERESA DOMINGO CATALÁ.

 

Estimados amigos de La Orilla de las Letras,

         ¡Nuevo día, nueva entrevista! En esta ocasión nuestra invitada es Teresa Domingo Catalá.

María Teresa Domingo Català se licenció en Ciencias Políticas y en Sociología por la UCM. Tiene en su haber varios premios literarios, entre los que destacan el Premio Nacional de Poesía José Zorrilla, (Valladolid, 2006), la Mención de la Editorial Hespérides, (La Plata, Argentina, 2006), la Selección en el I Concurso Internacional de Poesía de Viña del Mar (Chile, mayo de 2007) y el 3r Premio de Cuento del Concurso Interdisciplinario de Arte de la revista argentina El Rescoldo (Buenos Aires, diciembre de 2007). Finalista en el 7º Concurso de Poesía del periódico español La Vanguardia (mayo de 2008). Quedó entre los 21 últimos finalistas del Premio de Poesía Hermanos Argensola (año 2008). Ha sido seleccionada para el II Día Internacional de la Poesía en Segovia (26 de marzo de 2011). En diciembre de 2015 ganó el Primer Premio de la editorial Letras Cascabeleras, que en abril de 2016 editará el libro con el que ganó, titulado Las flores. En febrero de 2022 ha quedado finalista en el concurso convocado por la Fundación Juan Carlos Pérez Santamaría con su libro de cuentos Libro de las Filtraciones. Ha publicado los libros de poesía: Iris de Sombras (Cuadernos de la Perra Gorda, 2003), Loliloquios (Silva Editorial, 2004) La nieve, los ángeles (www.portaldepoesía.com, 2005), Un amor que palpita solitario (Editorial Torremozas, 2006) Sonetilandia (Publicatuslibros.com), El Gravitar del Agua (Diedycul Editorial, 2007), Compasión en el tiempo de los locos (Editorial Omicron, 2007), Majar las Rosas (Editorial Omicrom, 2008), Luzbel de penumbra (El Gaviero, 2010). También ha participado en varios libros colectivos de poesía. Ha publicado los libros de teatro: Las peculiares aventuras de Belinda Miraflores y La revolución (Editorial Irreverentes, 2009) y Ciano solo (Silva Editorial, 2009). Sus últimas publicaciones han sido: Luna Muerta (Latin Heritage Foundation, 2014),  Las piedras lunares (traducida al náhuatl por el poeta Sixto Cabrera González y editada por Albert Lázaro Tinaut, en el proyecto Carmina in mínima re, 2014), Destrucciones (Los papeles de Brighton, 2014), La Concejala de Igualdad (Editorial Potlacht, 2014), He hablado con la lluvia (Potlacht, 2021) y Las profanaciones del amor (Letras Cascabeleras, 2022). Varias de sus obras, además, han dado lugar a múltiples representaciones teatrales.

Dicho esto, os dejo ya con las palabras de la autora:

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Siempre he escrito, ya de niña gané algún concurso en el colegio. En la adolescencia también escribía pero eran papeles destinados al cajón. No me pensaba a mí misma como escritora. Cuando empecé a escribir “en serio” fue después de la muerte de mi madre. Ahí volqué todo mi dolor en la escritura. Para mí la muerte de mi madre fue muy traumática porque no nos llevábamos bien y antes de morir no se produjo ninguna reconciliación. Ahí fue cuando empezaron mis problemas psicológicos. Curiosamente, entonces escribía cuentos e intentaba alguna novela. También escribía poemas, sonetos en particular. Escribía uno por día y eran infumables, muy malos. Estuve unos cuatro años escribiendo sin cesar y sin pretender tener calidad literaria. Hasta que llegó el año 1998 y me integré en una tertulia de poesía donde aprendí la parte técnica de la escritura. Era la tertulia de poesía Mediona 15.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

En poesía me ha influido el poeta Juan Eduardo Cirlot. Más de uno de mis poemarios llevan el sello de su influencia. No le puedo releer porque se me  “pega”. Es algo inconsciente. Escribo y ahí me deja su marca. En teatro y prosa no reconozco influencias de nadie.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

Estoy leyendo un libro en catalán. Llibre d’Amic e d’Amat, de Ramon Llull. Es de la época medieval y el libro que yo estoy leyendo tiene una versión moderna, actualizada, cosa que agradezco mucho, porque aunque puedes disfrutar del original si te pierdes tienes la versión actual. Existe en la editorial Pre- textos una edición del libro bilingüe español catalán, en una traducción realizada por el poeta Eduardo Moga. Por supuesto que lo recomiendo. Es una lectura lenta, paladeando la escritura, vas poco a poco y te vas llenando con las palabras de amor a lo invisible.

©Teresa Domingo Catalá.

¿Ha cambiado la pandemia de covid tus hábitos de escritora?

Soy pensionista, así que la pandemia de covid no ha cambiado ninguno de mis hábitos. Sólo en los primeros meses de confinamiento se vio alterada mi vida social. Pero mis hábitos de escritura no se vieron afectados. Escribo poesía cada día. Ahora hace muchos años que no escribo teatro. Ni prosa. Estoy volcada totalmente en la poesía.

¿Dónde encuentras la inspiración?

Para la poesía amorosa en mi Amado, que es una fuente de inspiración continua. Para la poesía satírica me inspiran las malas personas. El teatro viene en un clic, sucede algo en la vida real que me inspira una obra teatral, larga o de microteatro. La prosa está inspirada también en la realidad. Así podría afirmar que prosa y teatro se inspiran en la realidad y la poesía en mis sentimientos, positivos y negativos.

Escribes poesía, teatro y cuento, pero, ¿en qué terreno dirías que te encuentras más a gusto?

También escribo novela. Me siento a gusto en todos los géneros pero si tuviera que elegir uno sería la poesía. La poesía llena mi vida. Con ella mi vida tiene sentido. Yo escribo para la posteridad. Acepto la muerte pero no el olvido. Escribo para la gente que aún no ha nacido. Para los contemporáneos también, evidentemente, pero tengo más fe en un futuro que en el presente.

De todos los premios literarios que has recibido a lo largo de tu carrera, ¿cuál has recibido con mayor satisfacción y alegría?

El premio de poesía de l’Orgull Boig, recibido en Barcelona el año 2021. Traducido: Premio de poesía del Orgullo Loco. Es un premio que no da prestigio pero me hizo mucha ilusión ganarlo. Ya cuando vi las bases en el facebook me dije que quería participar en este concurso. Fui a recogerlo con una buena amiga. Se me rompió un zapato. Era domingo. Mi amiga ideó una manera de colocar el zapato y atarlo para que pudiera caminar con él. Yo vivo en Tarragona, fuimos hasta Barcelona para recoger el premio en una nave donde se ofrecía un espectáculo. Llegamos al fin. Recité los poemas ganadores y me dieron un cuadro muy bonito con una regadera adornada y muy bonita.

©Teresa Domingo Catalá.

Define tu poesía.  

Mi poesía es inclasificable. Busca el amor más místico, y también busca el amor más terreno y material. Se embarca por cauces muy distintos unos de otros. Por una parte está el misticismo, y por la otra está la sátira, la burla. Busco encontrarme y definirme a mí misma cuando escribo poesía, desde todas las vertientes soy yo. He escrito mucho sobre el amor y sigo escribiendo. He escrito también sobre la identidad, sobre la relación con la madre, sobre la locura. Y también he escrito poesía abstracta que espero publicar muy pronto y que como su nombre indica es arte por el arte, sin significado, poesía por poesía, para verdaderos amantes del género.

¿Qué buscas transmitir cuando escribes teatro?  

El teatro que escribo es cómico en su mayor parte, aunque también he escrito teatro “serio”. Mi obra Ciano solo o En el diván se han publicado en libro, también en Internet, y ésta última se ha representado en México. El resto de mis obras teatrales se componen de comedias. Para mí el teatro es una relación de ida y vuelta con la realidad. Se me enciende una lucecita, hay un tema que me fascina, que me toca por dentro, y yo quiero hablar de ese tema y el lenguaje y escena elegidos son dramáticos. Con La concejala de igualdad se elaboró un cómic, un tebeo, y la obra quedó preciosa, con el dibujante Frigol García, que es arquitecto.

Próximamente vas a publicar un libro de cuentos. Háblanos de él.

Lamentablemente no lo voy a publicar. Seré muy sincera.  Me entraron y me dijeron que había quedado finalista en un concurso. Y que me querían publicar el libro de cuentos, porque tenía la calidad literaria necesaria que pedían para su editorial. Yo me puse muy contenta, alegría que me duró el tiempo hasta que leí el contrato. Ellos iban a editar 1000 libros de los cuales yo debía comprar 100, a 16 o 17 euros. Por supuesto, me negué. Quiero denunciar públicamente a estas editoriales que juegan con la ilusión del escritor o de la escritora. Te lo pintan todo maravilloso hasta que lees que tienes que gastarte mil o mil quinientos euros o más, o encargarte de vender cien libros entre familia y amigos para poder publicar el libro. Decididamente, no voy a dar ningún nombre pero ya es puro cansancio, que no es la primera vez que me entran para proponerme una coedición después de participar en un concurso.

©Teresa Domingo Catalá.

Por cierto, ¿qué tiene que tener para ti un buen cuento?  

Vida y enganche. El cuento es un destello, y como tal debe brillar. Hay cuentos maravillosos escritos por grandes autores, como los de Chejov, o los de Julio Cortázar y están vivos, juegan con la imaginación del lector, le proponen rutas y caminos. Y no dejan indiferente a nadie. Cada cuento es una nueva proposición. Y debe enganchar, el lector viaja a través de las páginas y aunque es un viaje corto, debe quedar maravillado entre las pocas estaciones por las que pasa.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

He publicado muy recientemente el libro Las profanaciones del amor, en este mes de febrero de 2022, con la editorial de Cáceres Letras Cascabeleras, un conjunto de poemas en prosa que hablan sobre el amor, de carácter místico. Tengo previsto publicar La fosa de cobre  en el curso de este año, que es poesía abstracta.

Seguiré presentándome a concursos, porque soy una escritora muy prolífica.  Tengo escrita mucha obra entre poesía, teatro, cuento y novela. Tengo los cajones llenos.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Escribir en mí es una vocación, una pasión, una forma de vida. No concibo mi vida sin la escritura. Escribo para vivir, vivo para escribir. Sin los libros mi vida sería un erial, un desierto, un absurdo. La literatura me lo ha dado todo y yo se lo doy todo a ella. Le guardo mucha gratitud al daimon que es el que me da el arte, por todas sus bendiciones.

Pues muchas gracias, Teresa, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Mucha suerte con tu escritura.

Y a vosotros, amigos lectores, muchas gracias por estar de nuevo al otro lado de la pantalla.

Cristina Monteoliva

jueves, 24 de febrero de 2022

Entrevista: PILAR VERA.

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

     seguimos entrevistando a autoras que tienen mucho que contar. En esta ocasión, nuestra invitada es Pilar Vera.

     Pilar Vera (Cádiz, 1975) se metió a periodista convencida de que el periodismo es un cuento, de modo que lleva toda la vida contando historias de finales abiertos, cerrados, más allá de la ficción, contra la ficción, por dinero, sin dinero. Durante años, ha trabajado en temas relacionados con el mundo cultural, ampliando el campo a cuestiones de corte social, ciencia y medio ambiente. Más allá de lo profesional, ha participado en distintas antologías (Steampunk. Antologia retrofuturista, Lunta y 13 puñaladas) y escrito dos libros de relatos de corte gótico, Cámara oscura y Cosas que acechan en la noche.

     Dicho esto, aquí vamos con la entrevista:

¿Cuándo comenzaste a escribir?

¡Muy buenas, Cristina! Pues creo que la primera vez que me propuse escribir algo sin relación con redacciones o concursos escolares debía tener unos 14 años. Un horror, claro. Cuando de adulto miras a ese adolescente que creía saberlo todo, y eres consciente del océano de ignorancia en el que nadaba, quieres morir del bochorno.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Pues mira, hay varios títulos que terminan asomando haga lo que haga, pero no sólo en las lecturas que me puedan gustar o en lo que pueda escribir, sino en lo que soy. Todas ellos, también, cuentan entre las primeras lecturas. Uno es La Odisea: lo pillé de pequeña y no me enteré de nada, claro. Menos del Canto X, el de Circe: ese lo entendí a la perfección. Y luego, ya de mayor, descubrí que La Odisea es en realidad un hechizo, un sortilegio que abre puertas. El otro es La historia interminable: lo leí con nueve años, la edad que tenía el protagonista, y siempre me he sentido un poco como Bastian Baltasar Bux, escondido en su ático. Creo que es uno de los títulos fundamentales para aquellos que seguimos “creyendo”. Jane Eyre conjuraba nieblas, una huérfana fea y listilla, infancias solitarias, páramos y casas solariegas, un aire fantasmal, goticismo y un héroe byroniano. Como la araña a la mosca, vaya. Y, por supuesto, Mujercitas: como tantas, no hubiera puesto una palabra tras otra en la vida de no haber sentido que Jo March marcaba el camino.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

Pues ahora mismo estoy a mitad de lectura de El ejército de los sonámbulos (Anagrama), la novela de Wu Ming situada en la Revolución Francesa; y El tejido de la civilización (Siruela), de Virginia Postrel, un recorrido por la historia de los textiles y la moda que me recuerda un poco a El infinito en un junco. Ambos los estoy disfrutando mucho y los recomiendo, sí. 

© Pilar Vera.

¿Ha cambiado la pandemia de covid tus hábitos de escritora?

No. Pero es que no los tengo, no hay, no existen, cero. No tengo método y, cuando escribo, lo hago compulsivamente, a menudo con un algún tiempo de fecha tope sobre la cabeza. Un desastre. Pero eso de que no escribo es mentira, por supuesto: a escribir me dedico, porque trabajo en prensa, por eso me pagan (todavía). Así que, aunque el gustarme escribir tiene la culpa de que me dedique a lo que me dedico, y crear mundos es algo que me encanta, la idea de ponerme a hacerlo en mi escaso tiempo libre es como si le decimos a alguien que trabaje con datos, por ejemplo: “¿Qué? ¿Hace una tablita de Excel para relajarnos?”.

¿Dónde encuentras la inspiración?

Pues muchas veces en lo que leo, algún detalle histórico que parezca intrascendente, en la mitología, en los cuentos clásicos, incluso en fotografías.

¿Por qué escribir cuento y no novela?

Porque necesito que todo encaje como un guante en la historia, y hacer un mecanismo así en gran escala me paraliza, esa es la verdad. Un cuento puedes empezarlo, trabajarlo, y en dos o tres tomas, aunque pase tiempo entre ellas, lo terminas. Si después no funciona, pues tampoco se pierde tanto. Una novela, tengo la sensación, exige constancia: pienso que terminaría agotándome, porque como he dicho escribir no es algo a lo que pueda dedicarme de forma única, ni supone una ‘liberación’. Respecto a esto, no deja de ser curioso, incluso hoy en día, la vigencia de novelones con muchas páginas, cuando nuestra capacidad de atención está fosfatinada por las pantallas.

Has publicado dos obras de cuento gótico: Cámara oscura y Cosas que acechan en la noche. Entra una y otra publicación pasaría bastante tiempo. ¿Por qué?

Los motivos son muchos, o quizá sólo uno, no sé. Tras Cámara oscura tenía preparado otro tema, pero la editorial fue a concurso de acreedores y la mala suerte me comió la moral. Después han pasado muchas cosas: una depresión, un desprendimiento de retina, una niña… Y he seguido y sigo trabajando, también, a jornada completa en un oficio que no es muy ordenado. Aun así, creo que son todo excusas y que la verdad, la auténtica verdad, es lo que comentaba antes: que escribir, escribo casi todos los días, ocurre que no con un libro en la cabeza. La opción de quitarme sagrado sueño para hacerlo, o que mi hija deje de salir al mundo exterior para hacerlo… Pues, como suele decirse, no me quieras tanto. También influye el hecho de que lo que se conoce como vida literaria, no sólo es que no me llame la atención, es que me repele.

© Pilar Vera.

¿Crees que hay una evolución entre Cámara oscura y Cosas que acechan en la noche?

Sí, Cámara oscura tenía una especie de vindicación de la fantasía, de la mirada más allá obvio. Creo que como introducción a un rico mundo interior estuvo bien. Pienso que  Cosas que acechan en la noche es un libro con más referencias, de forma un tanto inevitable, por lo que resulta más sustancioso. Y creo que tiene una estructura más fuerte, con una médula común muy potente: lo tremendo, y mágico, de la Navidad.

En La Orilla de las Letras no hemos leído Cosas que acechan en la noche. ¿Qué puedes contarnos de este libro?

He querido que fuera un acercamiento, a través de la ficción, a cómo el mono asustado que somos ha reaccionado desde que tiene conciencia de sí mismo al periodo más oscuro del año. Una época que llenamos de luces, precisamente, para espantar las tinieblas, pero que hace no tanto era especialmente dura, y nos daba una medida de nuestra vulnerabilidad. A veces digo que es el libro de cuentos del Krampus: historias ambientadas en la época navideña en las que aparecen el Green Man y el Buen Rey Wescenlao, el hada Morgana o el Támesis helado, pero en las que no hay turrones, ni Lotería, y no mucho de Papá Noel…  Quien sea un especialista en el tema de los ritos y mitos navideños, lo disfrurará; pero también quien busque una lectura dentro del género de lo fantasmal o de lo fantástico. Y, aunque no lo he escrito con ese público en la cabeza, podría ser una buena lectura para un adolescente descolgado de lecturas o al que le guste Neil Gaiman.

Tengo entendido que los cuentos de Cosas que acechan en la noche tienen lugar en distintas épocas. ¿Cuál de ellas sería tu favorita? ¿Y tu cuento favorito de este volumen?

Sí, Cosas que acechan en el noche salta en el tiempo de la Edad Media al siglo XVI, a la época victoriana y al mundo actual. Pues imagino que, estéticamente, y también por esa sensación que empezaba a filtrarse de ruptura y posibilidad en mitad de la marea de corsés, mi favorita es la época victoriana. Pero de estos cuentos, el que más me gusta es uno que he llamado Cuento de invierno, porque la referencia a Shakespeare es evidente todo el rato: está ambientado a finales de la época isabelina y las hadas, como esos seres caprichosos y sobrenaturales que tienen enorme predicamento en las vidas de los humanos (sin que estos lo sepan muy bien),  cuentan con un gran protagonismo.

© Txema Ferrando.

¿Qué esperas que los lectores encuentren en Cosas que acechan en la noche?

Pues espero que encuentren que hay una Navidad más allá de lo evidente, de todo el espumillón y de gran parte del sentimentalismo, y que puede incluso gustarles. A quién no le gusta leer unos cuentos de fantasmas en un día nublado. Con una chimenea. Y un setter a los pies. En una mansión en el campo irlandés. Sí, esa imagen es un poco cuando lo pides por AliExpress y cuando te llega. Pero el primer paso y la, digamos, invocación, sí que puedes tenerla con mi librito. Me gustaría que, quien se acerque a esta propuesta, recupere el goce porque le cuenten historias, ese cosquilleo adolescente. Y que se reconcilie con lo fantástico, si alguna vez se alejó.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Pues no sé a qué ideas meterle mano y así me puedo quedar, bloqueada, eternamente, aunque me tienta mucho continuar Cuento de invierno en formato novela. En la cabeza me rondan poner en orden un ensayo de mitos y cuentos de hadas, una historia de aliento largo en época victoriana, recontar el mito de Clitemnestra o algo que tuvo que ver con mi abuelo, fuera totalmente de mi zona de confort, eso sí. Nada, como ves, proyectos nada ambiciosos que no llevan nada de tiempo… Mi propósito de Año Nuevo era poner en marcha una newsletter con los temas que me gustan, y aquí me tienes. 

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Sólo darte las gracias por dejarme participar en este proyecto tan grande que llevas a cabo a pulso.

Muchas gracias a ti, Pilar, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales.    Esperamos que Cosas que acechan en la noche llegue a muchos lectores y pronto nos sorprendas con nuevas obras.

     Y a vosotros, amigos de las letras, como siempre, gracias por estar un día más al otro lado. Y ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

 

miércoles, 23 de febrero de 2022

Entrevista: SANDRA BECERRIL.

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

hoy venimos con la entrevista que nos ha concedido una escritora con un currículo extensísimo para su edad: Sandra Becerril.

Sandra Becerril es una escritora y guionista mexicana, nominada al Ariel 2020 por Mejor Guion Adaptado, Doctor Honoris Causa por el Congreso Iberoamericano de la Educación en Perú, miembro de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, miembro del Consejo Editorial de la Dirección de Publicaciones en Coneculta y del equipo de escritores para HBO LATAM. Ha publicado con Alfaguara, Random House, Beek y Amarante, entre otras editoriales, en México, Estados Unidos, Argentina, España, Italia, Inglaterra y Cuba. Entre los títulos de sus treinta y una novelas se encuentran: Valle de Fuego, Tu Cadáver en la Nieve, Antes de mí, La Calle de las Brujas, Ciudad Oscura, El silencio de todos los muertos, etc. Sus novelas han sido merecedoras de diecinueve reconocimientos internacionales en el área literaria como el Premio Auguste Dupin de Novela Negra y Denuncia Social (España), MiNatura (Cuba), Se busca un escritor (Editorial Otro tipo, México) y apoyos como el Juntos a la distancia por su trabajo cinematográfico y labor educativa (Fonca). Tiene en su haber cuarenta y cuatro producciones de guiones de su autoría, entre películas y series, que han ganado diversos premios alrededor del mundo y han sido exhibidas en prestigiosos festivales como Fantasía (Montreal), Strasbourg European Fantastic Film Festival (Estrasburgo), Sitges (España), Macabro (México). Entre sus guiones más reconocidos están Están Aquí (premio a mejor guión en Feratum Film Festival, 2014), los documentales La Guerra y la Compasión (UNESCO 2012) y Será por eso (Juan Carlos Rulfo, 2010); las series televisivas Café, Café, Remix (Televisa, 2013), Campus de sombras (Televisa, 2014), El Departamento (Televisa, 2014), Hora libre (Televisa, 2015), Nunca me dejes (Televisa, 2016), Feroz (Televisa, 2017), Embrujado (Televisa, 2018), Reflejos (Estrella Medina, México 2021). El largometraje Santiago, apóstol (Alan Coton Coproducción España-E.U. 2015), la adaptación de su novela Desde tu infierno, (Alexis Pérez Montero. México, 2015). Premio a mejor guión en Feratum Film Festival, 2016 y a Mejor película de terror Feratum, 2016, Nominada a Mejor guion adaptado en ARIEL 2020; el guion inédito En los tiempos de mi general (Taller internacional de Perfeccionamiento de guion Cinematográfico IMCINE y Sección de Autores y Adaptadores de la STPC, 2014, Ganador del Oaxaca Film Festival, 2019, ganador del Independent Talents Film Festival en la categoría de Mejor Guion Internacional - Estados Unidos, 2019, ganador de Los Angeles Feedback Screenplay Festival -2019 y ganador de Mejor guion Internacional en el Global India International Film Festival- India, 2019) y el largometraje Nightmare Cinema (Estados Unidos, 2017). Especializada en los géneros terror y thriller ha dirigido cuatro largometrajes y cuatro series televisivas con gran éxito. Ha sido jurado de largometraje y guion en sesenta y un festivales de terror e importantes premios en todo el mundo, incluido el Ariel (México), Goya (España), Fantasia (Montreal), Horror (Nueva York), Feratum (México), Terror Córdoba (Argentina), Macabro (México), FantLatam (Latinoamérica) entre otros. Es la primera mexicana en escribir para los maestros del terror de Hollywood y la guionista y novelista más prolífica de su generación.

Dicho todo esto, ¡vamos  por la entrevista!

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Desde los ocho años escribí historias para mis hermanos. Mis primeros recuerdos están ligados con la escritura y los libros. Siempre me ha gustado narrar historias que inquieten a los que las escuchan. No he parado desde entonces. Mi madre tiene guardadas libretas en cajas donde a través de diarios cuento cuando nació mi hermana, las anécdotas de la escuela o lo simple que se me figuraba el día si solo era salir a hacer las compras. Contaba todo lo que sucedía en un día común para después transformarlo.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Santa de Federico Gamboa Iglesia, fue la primera novela erótica que leí. Es una historia que transcurre en una casa de citas en el Porfiriato y quedé fascinada con la naturaleza de la historia, su fuerza y sordidez.

Pedro Páramo de Juan Rulfo, desde mi punto de vista, es el libro definitivo de fantasmas mexicano.

Soy Leyenda de Richard Matheson fue un descubrimiento. Es casi un monólogo plagado de una atmósfera inquietante.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

Estoy leyendo Mr. Gwin de Alessandro Baricco, casi a punto de terminarlo. ¿Lo recomiendo? Por supuesto. Baricco es un narrador sin igual, que dice todo sin escribirlo de forma explícita. Con sus historias me he inspirado, he llorado, he sentido empatía por unos personajes que pueden ser comunes y corrientes, pero que tienen sentimientos y pensamientos profundos. Son historias muy humanas.

¿Ha cambiado la pandemia de covid tus hábitos de escritora?

Sí, han debido cambiar para sobrevivir. Antes escribía todo el tiempo en cafés, me gustaba observar a la gente, sentir la atmósfera y saborear distintos tipos de expresso. Ahora debo hacerlo en casa o en la oficina, donde también está mi hijo tomando sus clases a través de zoom. Sin embargo, no ha sido tan malo. No me distraigo tanto y aprovecho más el día al tener todas las juntas virtuales y no tener que trasladarme de un lado a otro. Siempre pedía tiempo para escribir, ahora tengo todo el del mundo.

¿Dónde encuentras la inspiración?

Decía Picasso que la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Por lo que cuando escribo (que es siempre, aunque no esté escribiendo), la encuentro en todo: en las calles solas, en los sucesos de mi vida, en la gente que me rodea, en el cine y en los libros. Si de pronto llego a sentirme poco “inspirada” -que tampoco creo mucho en la inspiración, sino en el trabajo-, investigo. Abro videos de YouTube, leo más del tema que me interesa, veo películas del género, y así llego al papel más nutrida.

© Sandra Becerril.

Eres escritora, guionista, profesora y un montón de cosas más. Continuamente te vemos impartiendo talleres, asistiendo a conferencias y hablando online de escritura. ¿Cómo lo haces para compaginarlo todo con la escritura?  

Todo es parte de escribir. Cuando doy talleres preparo las clases antes y es un aprender continuo que luego me servirá para algún guion o novela. Lo mismo con conferencias. Los festivales me encantan porque siempre encuentro ahí a mis mejores amigos (que también son directores de cine, escritores o guionistas), platicar y convivir con ellos de lo que nos apasiona me hace feliz, vuelvo con más ganas de escribir y nuevas historias. La realidad es que imparto un número muy limitado de talleres, quizá unos tres al año y una vez a la semana, un par de horas, por lo que no es tanto, aunque lo parezca. Sin embargo, escribo de ocho a diez horas diarias, todo se compagina.

Eres la reina del terror y el horror en México, pero, ¿a qué le tiene miedo Sandra Becerril?

Al olvido. A despertar un día y no saber qué he hecho, quién soy, a quién amo. O que la gente que amo me olvide.

Hace algunos años encontré en un restaurante a un escritor famosísimo que ya falleció. Fui testigo de como se acercó un lector con uno de sus libros a pedirle una firma. El autor ya no recordaba que lo había escrito, ni siquiera quién era y por qué le pedían su autógrafo. Me aterró esa posibilidad.

¿Cuál podríamos decir que es el secreto de tu éxito como escritora y guionista?

No es ningún secreto, porque creo que el trabajo lo es todo. Si quieres ser escritor, bueno, hay que escribir. Mucho. Entonces tengo mucha producción literaria y cinematográfica porque han llegado oportunidades y si les dices: “Vaya, que no tengo nada qué ofrecerte”, se van. No pasan dos veces, pero sí suceden y cuando llegan hay que estar preparado.

Como guionista es algo parecido: crear historias y estar preparado para dejarlas ir en manos de un productor y del director.

Ahora mismo tengo en dictamen tres novelas, cuatro películas, dos series, etc. Y mientras tanto no me siento a esperar qué sucede, sigo escribiendo.

Por ejemplo, las novelas que salieron el año pasado, ya tenían esperando desde hace varios años.

Hablemos de La soledad de los pájaros, tu última novela publicada en España. ¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir esta obra?

Quería escribir un thriller que tuviera que ver con la denuncia de lo que sucede en México con el acoso, pero que diera un giro a la novela que había escrito antes, así que pensé: ¿qué tal que la protagonista está muerta y debe hallar a su asesino?

Acababa además de enterarme de la muerte de una actriz, de ahí surgió todo, porque todos somos secretos y al morir nadie sabe qué deseábamos, cuáles eran nuestros sueños, las fantasías, etc. A la vez, tampoco conocemos a los demás. Entonces dejé que la protagonista fluyera a través de la muerte conociendo así la red de secretos que se tejía a su alrededor. Disfruto escribir historias donde nada es lo que parece.

© Sandra Becerril.

¿Crees en los fantasmas o solo en los literarios?   

Me gusta creer en todo lo sobrenatural, me parece lo más divertido del mundo. Con amigos que se dedican al mismo género hemos explorado panteones de madrugada, invocado espíritus en reuniones, etc. No he visto mucho, sólo cuando era pequeña. Y creo que eso pudo haber sido mi imaginación porque cuando estás grande a todo le encuentras explicaciones.

Los literarios son entretenidos también, quizá incluso más perturbadores que lo que podríamos hallar en la vida real, esa es la magia de la literatura y del género de terror.

¿En qué se parece a ti la protagonista de La soledad de los pájaros?  

Somos completamente diferentes, de polo a polo, porque para mí es importante que los protagonistas de mis historias no se parezcan ni física ni mentalmente a mí, para poder desatarlos y que hagan todo lo que yo jamás haría.

Quizá lo único es el medio en donde se desenvuelve, ella es actriz y yo guionista, pero la industria del cine es la misma.

¿Qué esperas que los lectores encuentren en La soledad de los pájaros?

Me gustaría que se espejeen con sus propios miedos, que se encuentren ahí de alguna forma, en cualquiera de los personajes o situaciones.

Y causar un par de pesadillas y pensamientos tipo: “¿Y si esto me sucediera a mí?”

También intriga, que quieran saber tanto como Agni quién es el asesino, que disfruten hallar pistas y resolverlo.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Viene una nueva novela en un par de semanas con Editorial de Otro Tipo La vida de los muertos, que me emociona mucho porque es un proyecto que estaba detenido desde dos años atrás. Es la primera novela de terror dirigido a adolescentes que escribo.

También estoy desarrollando una novela y dos largometrajes con Henry Bedwell, el mejor director de terror en México; es muy divertido escribir con él porque tenemos puntos de vista parecidos y es un maestro del género. No suelo escribir con otros creadores, pero con él se vuelve un proceso muy disfrutable.

Nightmares, la antología en donde reúno a mis queridos amigos Richard C. Matheson, Lawrence C. Connolly y Mick Garris, con cuatro historias de terror (una mía incluida), acaba de ser lanzada en Estados Unidos con la prestigiosa editorial Gauntlet Press y en Italia en un par de meses con Independent Legions. Espero que pronto esté en España.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Muchas gracias por el espacio, por tu tiempo y las preguntas.

Muchas gracias a ti, Sandra, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Estamos seguras de que este año harás muchas y grandes cosas, ¡y nosotros estamos deseando verlas!

Y a vosotros, amigos de La Orilla de las Letras, gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Y ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva