lunes, 19 de mayo de 2025

Reseña: LA TRANSMIGRACIÓN, de Juan Jacinto Muñoz-Rengel

 


Los acontecimientos de los últimos años, tanto a nivel planetario como solo dentro del territorio español, nos lo están dejando muy difícil a los escritores de fantasía y ciencia ficción a la hora de imaginar futuros apocalípticos. Por suerte, aunque la realidad se esfuerce por superar a la ficción, todavía quedan resquicios por los que colar una buena trama. Hoy os voy a hablar del porvenir distópico que nos presenta Juan Jacinto Muñoz-Rengel en su magnífica y original obra La transmigración.

Tras un desvanecimiento, el jubilado Doctor Fernando Garrigues aparece dentro del cuerpo del empleado de un matadero; la autónoma Andrea Lledó, en el envejecido y enfermo cuerpo de Garrigues; y la joven Marta, estudiante española en Londres, en el de un japonés, a miles de kilómetros de distancia de todo lugar conocido. Pronto los tres se dan cuenta de que todas las almas están mudando de cuerpo, un problema menor teniendo en cuenta todo lo que ello conlleva. ¿Conseguirán sobrevivir en un mundo en el que reina el caos?

¿Cuál es el comienzo en una distopía: el hecho fantástico o de ciencia ficción que hace que el orden mundial cambie y acabe reinando el desastre, o los antecedentes que lo precedieron?  En La transmigración el encargado de ponernos en antecedentes y de contarnos que pasó tanto durante el suceso fantástico como después es un narrador omnisciente, sabio y un tanto aleccionador que, curiosamente, se dirige de tú a tú en los capítulos dedicados a Andrea. Este ser superior sabe de buena tinta que el ser humano ha traspasado los límites de su soberbia, lo que no solo ha puesto en peligro al planeta, sino a sí mismo. ¿Justifica así el evento extraordinario que le sucede a los humanos? Puede ser. ¿Quiere decir que todos en el planeta lo merezcan? No lo creo. Tampoco él pues, aunque esta es una novela coral en la que veremos un buen número de casos de transmigraciones de almas, este ser se centra en tres personas fundamentalmente buenas: Fernando, Andrea y Marta.

¿Quiénes son nuestros tres protagonistas antes del fin del mundo conocido? El doctor Garrigues era un hombre que batallaba con un cuerpo enfermo en el hospital; Andrea, una mujer solitaria a la que su terrible ex marido le había quitado tanto la custodia como el cariño de su único hijo; y Marta, una muchacha más preocupada por vivir un presente de apariencias que por pensar en el futuro.

¿Y quiénes son después? Sin entrar en detalles, pues me gustaría que leyerais este libro con un poco de sorpresa, tres pobres criaturas que luchan por encontrar un nuevo orden lo más pacífico posible.

Los que hayáis leído antes a Muñoz-Rengel ya sabréis que sus obras siempre encierran algo de comprometido, algo de filosófico, algo que hace que te acabes planteando el sentido de tu propia existencia. En una novela como esta, cada página nos invita a reflexionar sobre lo que es ser humano y lo que estamos haciendo con nuestra especie y el planeta. Los temas sobre los que el narrador pone el foco son diversos, a cada cuál más interesante y preocupante. Algunos de ellos son: las macrogranjas y el maltrato animal, símbolos de esa supuesta superioridad del hombre sobre las demás especies; el maltrato psicológico, tan  dañino como sibilino en algunos casos; la inteligencia artificial y cómo dejamos que controle nuestras vidas actualmente y, por supuesto, el problema de la identidad.

Con respecto a la identidad de cada uno, algunas preguntas son totalmente inevitables (y resueltas en esta novela). Por ejemplo, si tu alma pudiera mudar de cuerpo, ¿conseguirías adaptarte al que te tocara en la lotería del destino? ¿Intentarás volver a tu antiguo cuerpo? ¿Qué pasaría con todos esos depravados que pueblan La Tierra? ¿Y los niños: quién cuidaría de ellos?

La transmigración, es para mí, en definitiva, la mejor obra hasta la fecha de Juan Jacinto Muñoz-Rengel, ya no solo por lo magistral de su prosa, sino por su ternura, su crudeza y su carga filosófica y ética. No estamos ante una distopía más: la de esta novela es sin duda inolvidable. Es por ello que creo que deberías hacerte con un ejemplar en cuanto tengas la oportunidad. ¿O es que crees que ya estás preparado para el fin del mundo?

Cristina Monteoliva

domingo, 18 de mayo de 2025

Entrevista: JOSÉ LUIS BURGOS FRESNO

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

como ya sabéis, aquí nunca se descansa, mucho menos si tenemos una entrevista interesante que ofreceros, en este caso, la que nos ha concedido el autor José Luis Burgos Fresno. ¿Preparados? Allá vamos:

¿Cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

Creo que desde los 18 o 20 años siempre he sentido que la escritura era una parte esencial de mí. Simplemente, había cosas que era incapaz de expresar de otro modo que no fuera plasmándolas por escrito. Muchas vivencias personales solo adquieren pleno significado cuando se piensan para ser escritas. Creo que escribir es una forma de dar, de algún modo, profundidad a nuestra propia vida.

Luego, por motivos también profesionales, he tenido que escribir desde publicaciones de carácter más técnico a artículos y colaboraciones para algún que otro medio, pero digamos que ha sido en los últimos 8 o 10 años cuando la escritura ha acabado por convertirse en algo esencial.


 © José Luis Burgos Fresno.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritor?

Pues depende mucho de la época. Hay muchos escritores del llamado Boom latinoamericano de los 70 que me influyeron mucho durante unos años aunque ahora mismo me pueden resultar algo bastante más ajeno.

Soy —siempre he sido— un gran amante de la novela gótica clásica. Mis gustos son diversos y, por tanto, también mis influencias. Por ejemplo, un autor que me ha fascinado siempre ha sido Torrente Ballester. Pero, si tuviera que destacar a uno por encima de todos, sin duda es Paul Auster. Creo que he leído todos y cada uno de sus libros según iban saliendo desde que allá por los 90 descubriera El palacio de la luna. Sin duda, creo que es el autor que más me ha influido, no sólo como escritor sino a nivel personal.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías? 

Precisamente, ahora mismo estoy releyendo La noche del oráculo, una de las mejores novelas de Auster que es como un complejo juego de muñecas rusas, con una historia dentro de otra historia dentro de otra historia... y que tiene la rara cualidad de que, siempre que pasa a otra historia te deja con ganas de continuar con la anterior.

Justo antes de esto, acabé de leer Otra vuelta de tuerca de Henry James.

Por supuesto, ambos son clásicos y absolutamente recomendables.

¿Cómo compaginas tu trabajo fuera del mundo de las letras con la escritura? 

Pues actualmente bien, ya que, por diversas circunstancias, dispongo de más tiempo que anteriormente.

Durante muchos años he estado trabajando en diversos puestos relacionados con la igualdad de género y, más recientemente, con la cooperación internacional que apenas me dejaban tiempo para dedicarme a otra actividad. Actualmente, compagino la escritura con diversos proyectos culturales y en defensa de derechos humanos.

También intento compaginarlo con la otra de mis grandes pasiones: la música. Nunca me he dedicado a ello a nivel profesional, ni mucho menos, pero sí que hago mis pinitos con la guitarra y el piano, para dar la tabarra a familiares y vecinos.

¿Cómo ves el panorama literario actual?

Creo que es el resultado de un fenómeno que no solo afecta a la literatura, sino a muchas otras expresiones culturales y artísticas, como la música o la fotografía; incluso a profesiones como el periodismo o la propia radio.

La famosa “democratización” que trajo internet posibilitó que muchos creadores no profesionales pudiéramos dar a conocer nuestros trabajos de forma mucho más sencilla a través de la red. La autoedición de libros y discos, los podcasts, los blogs, YouTube... permitieron expresarse a mucha gente que antes dependía de editoriales, emisoras de radio, periódicos, discográficas, etc., para poder darse a conocer.

Por supuesto, eso tiene una faceta muy positiva, pero, al tiempo, creo que tiene dos efectos no tan beneficiosos. El primero es que, ciertamente, la calidad de mucho de lo que ve la luz no cumple con unos mínimos. Lo segundo es que el peso de las editoriales, discográficas, críticos, diarios, etc., se ha diluido tanto que ahora mismo es casi imposible encontrar una referencia por la que guiarse. Cada cual tiene que buscar quiénes son aquellos que le presentan propuestas de gustos similares a los suyos para guiarse de su criterio.

En definitiva, ciñéndonos a la literatura, creo que hay muchísima más oferta, que la calidad media ha bajado ostensiblemente, pero que, al tiempo, hay muchas más obras de excelente calidad, lo que hace que sea más complicado localizarlas. Como ves, un panorama con aristas, diría yo.

Si tuvieras que elegir entre relato y novela, ¿con cuál te quedarías? 

En principio, diría que, por imposiciones derivadas de la limitación de tiempo, siempre me he tenido que mover en el ámbito del relato corto, del artículo de opinión o de la reseña (también suelo hacer “reseñas emocionales”, como yo las llamo, de conciertos a los que asisto, libros que leo, películas que veo, discos que escucho, etc.).

Mi incursión en la novela es bastante más reciente y eso me ha hecho ver que son dos mundos completamente diferentes. Yo diría que hasta la forma de expresarse ha de ser distinta. En el relato predomina la idea. Yo, por lo menos,  ya sean textos que incitan a la reflexión como de pura ficción, me centro sobre todo en la idea a transmitir. En la novela, en cambio, uno se deja llevar por los personajes que, en definitiva, son los que te van guiando. Yo, cuando escribo novela, nunca sé a dónde voy a llegar y, en muchas ocasiones, cuando creo que lo sé, van los personajes y me conducen por caminos totalmente distintos.

De modo que solo puedo decir que ambos: novela y relato.

¿Escribirías una novela de moda para hacerte famoso?  

Si te refieres a la temática —es decir, a que si elegiría una temática de moda para vender más—, la respuesta categórica es NO. Jamás escribiría sobre un tema que no me interesara.

Pero bueno, en realidad, sería un NO extensible a cualquier otro aspecto porque estoy bastante cansado de leer a youtubers, gurús literarios, etc., que siempre te dicen que lo más importante para vender es elegir una portada impactante, hacer una reseña que llame la atención, empezar la novela con un párrafo que enganche, hacer capítulos cortos, acabar cada uno de ellos con algo que te deje con ganas de seguir leyendo, etc.

Francamente, no creo que Auster, Tolstoy o Borges se preocuparan mucho de ese tipo de aspectos. Sé que los tiempos son otros y, quizás, un autor puede hacer alguna pequeña modificación para adecuarse al gusto de su tiempo, pero, en general, creo que cada cual tiene que escribir lo que le pida el cuerpo. Hay oferta para todo el mundo y luego, cada cual, que elija lo que más le guste.

Yo, desde luego, si lo que quisiera es vender productos hechos en serie, me habría dedicado a otra cosa en lugar de a escribir.

¿Por qué has elegido Amazon para dar a conocer tus obras? 

Por la razón más obvia. Ofrece muchas facilidades para quien desea empezar a publicar y no quiere hacerlo poniendo mil o mil quinientos euros por delante. Mi interés no es hacer fama ni fortuna sino poder dar a conocer lo que escribo. Por supuesto, cuando uno escribe desea que lo que hace llegue al mayor número de gente posible, pero eso no implica hablar de ventas millonarias. Creo que Amazon puede cubrir ese aspecto aunque no descarto en absoluto buscar una editorial para publicar mi próxima novela.

¿Qué nos puedes contar de tus libros publicados? 

De algún modo, ambos tienen un origen común: la famosa pandemia.

Durante aquellos meses de encierro, me puse a ordenar archivos que tenía dispersos en el ordenador y descubrí que había varios relatos cortos —algunos de los cuales ni siquiera recordaba— que no solamente me parecieron que tenían bastante calidad, sino que resultaban homogéneos en cuanto a su “espíritu”. Fue así como me decidí a recopilar varios de ellos en un volumen al que llamé Un cuento carmesí y otros relatos.

Lo de Un cuento carmesí es curioso porque no es un cuento mío en solitario, sino un experimento literario que hicimos entre varios escritores que participábamos en un foro sobre música. Como entretenimiento, decidimos escribir una especie de “cadáver exquisito”, una narración conjunta en la que uno empezaba escribiendo algunos párrafos y el siguiente continuaba donde lo dejaba el anterior.

Para mi sorpresa, cuando lo releí años después, me pareció una historia no sólo homogénea, sino llena de misterio y que debía ser publicada.

Fruto de esa revisión pandémica me encontré con una narración inacabada que, en su momento, abandoné porque sentí que necesitaba mucho más desarrollo del que podría darle en aquellos momentos. Ese es el germen de la novela La mirada esmeralda que, para mi propia sorpresa, está teniendo una gran aceptación y, de hecho, esta misma semana está número 1 en ventas de Amazon en una de sus categorías.

La idea de esta novela era hacer una especie de novela gótica contemporánea. Tomar algunos de los elementos característicos de las novelas góticas (de hecho, hay algunas claves que se entienden mejor si nos remitimos a obras como El gato negro de Poe o Los ojos verdes de Bécquer) pero despojarla de todo aquello que tenía que ver con el tradicional lenguaje un tanto barroco, descripciones ominosas, etc. Para ello tuve que hacer un ejercicio deliberado de simplificación del lenguaje para trasladar todo eso a un entorno tan absolutamente cotidiano como puede ser el de un joven arquitecto que vive en un apartamento alquilado del barrio de Malasaña de Madrid.

¿Cuál de tus dos libros te ha costado más escribir?

Sin duda La mirada esmeralda. Al partir de un texto iniciado hace años, me costó encontrar el tono y, de hecho, una vez empezada, tuve que deshacerlo todo y volver a empezar desde el principio, quedándome tan sólo con la parte de la idea inicial para desarrollarla por completo.

© José Luis Burgos Fresno.

¿Qué esperas que los lectores aprendan de tus escritos?

Por supuesto, el primer objetivo es que se diviertan leyendo, que pasen un buen rato con ellos, pero no desestimo la posibilidad de sugerir temas y reflexiones.

No me gusta definir a los personajes, ni siquiera que sean otros personajes los que se definan entre sí. Me gusta que cada uno se vaya definiendo a sí mismo en base a lo que va pensando y haciendo. Creo que eso permite acercarse mucho mejor a las incongruencias que todos llevamos dentro.

Si uno define un personaje como “altruista y sincero”, parece que ya está obligado a presentarse siempre así. Sin embargo, si son sus acciones las que le definen, en unas ocasiones pueden actuar altruistamente y en otras no tanto. Vamos, como nos pasa a todos.

Me interesan mucho, por tanto, las reflexiones internas de los personajes. Algo con lo que creo que las y los lectores se identifican plenamente, haciéndose mucho más partícipes de lo que les va ocurriendo en la trama.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Pues ahora mismo estoy inmerso en una nueva novela, que me tiene absolutamente absorto.

El tema central tiene que ver con la memoria o, mejor dicho, con la amnesia. El protagonista sufre amnesia anterógrada y, por tanto, solo puede recordar lo ocurrido antes del accidente que le causó este problema y lo ocurrido durante las últimas horas del día en que vive. De este modo, cada nuevo despertar es como si siguiera viviendo en el día siguiente a aquel en el que tuvo el accidente.

Los vericuetos por los que este personaje, que vive solo, se las apaña para poder dar continuidad a su vida con tan corto escenario temporal es una de las claves de la novela.

La otra es que, cuando, finalmente, recupera la memoria (aunque no, evidentemente, de todo lo acontecido durante los años amnésicos), es alguien que tiene ante sí todo un mundo de elecciones. Puede dedicarse a reconstruir un pasado que desconoce, obviarlo o, incluso, inventárselo. Por el contrario, antes sí tiene un futuro libre de cualquier atadura previa y puede ser absolutamente quien quiera ser.

Veremos en qué queda todo.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Nada, solamente agradeceros la oportunidad de realizar esta entrevista y agradecer, sobre todo, a los lectores y lectoras que os habéis acercado ya a mis obras, el haber dedicado unos euros y un rato de vuestro tiempo a compartir mi mundo.

Un abrazo.

Muchas gracias, José Luis, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y próspera.

Y a vosotros, amigos lectores, gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

jueves, 15 de mayo de 2025

Entrevista: PILAR GARCÍA ARROYO

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

el día 15 de mayo se lo dedicamos a Pilar García Arroyo, nuestra nueva invitada. ¿Preparados para conocerla? ¡Allá vamos!

¿Cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

La primera noche en que me desperté a las cinco de la madrugada llena de ideas sobre personajes, tramas, subtramas, conflictos y diálogos. La escritura había entrado en mí con tanta fuerza que supe que necesitaba plasmar todo el mundo que me había poseído.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Siempre me ha gustado leer un poco de todo y en los últimos años me desafío a leer géneros que no me atraían especialmente, como la ciencia ficción o la fantasía.

Pero, sin lugar a duda, las lecturas que más me han configurado como escritora son las de ficción histórica: Sinuhé, el Egipcio; Yo, Claudio; Circe; La Canción de Aquiles; toda la saga sobre la República Romana de Colleen McCullough o la de Trajano de Santiago Posteguillo.

Me parecen muy inspiradoras todas las obras de Almudena Grandes, de Eduardo Mendoza y de José Saramago.

Y no pueden faltar las grandes tragedias griegas. En especial, las de Eurípides, que están muy presentes a lo largo de toda la novela.

© Pilar García Arroyo.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?  

Suelo llevar dos títulos a la vez. Uno en español y otro en inglés, porque formo parte de un club de lectura en ese idioma.

En español estoy leyendo La República del Dragón. Es la segunda parte de una trilogía de fantasía y la verdad es que me ha enganchado la vida de la protagonista. Es una mujer muy joven con un gran poder y mucho sufrimiento. La narración está cargada de giros y, a pesar de su crudeza en algunos momentos, consigue crear la necesidad de seguir leyendo.

En inglés estoy leyendo Tuesdays with Morrie, una novela que habla de la enfermedad terminal con gran sensibilidad y una carga importante de esperanza en el género humano.

¿Cómo compaginas tu trabajo como fisioterapeuta con la escritura?  

Estudié Historia en la UNED mientras trabajaba y tenía una niña pequeña, también hice el doctorado compaginando ambas facetas, así que estoy acostumbrada a trabajar de fisioterapeuta por las mañanas y a dedicarme a mi otra pasión por las tardes.

A pesar de todo, lo más complicado no es compaginar el trabajo con la escritura, es compaginar la vida de mujer adulta con la escritura: organizar la casa, cuidar de una madre octogenaria, comprar, sacar tiempo para hablar con amigas y con mi hija, cuidar varios gatos, etc.

¿Cómo ves el panorama literario actual?

Pienso que es muy rico y variado. El principal problema es que hay tantas publicaciones que es complicado estar informada de todas las novedades que salen cada mes. Como lectora me faltan horas al día para leer todo lo que me apetece. Como escritora encuentro complicado que los lectores potenciales sepan que existo.

¿Escribirías una novela de moda a cambio de hacerte famosa? 

Sé que lo políticamente correcto sería decir que no, pero creo que se puede escribir una buena novela de moda y darle tu sello personal. Sería un reto interesante. Si la fama que conlleva me diera lo oportunidad de poder escribir lo que me gusta más, lo haría.

¿Qué ha supuesto para ti la publicación de Olimpia, hija de Neoptólemo?   

Cuando recibí el correo de la editorial diciendo que lo iban a publicar me eché a llorar. Suponía el fin de una etapa muy complicada en mi vida. Una etapa de la que salía con muchas ganas de vivir cada minuto y disfrutar de cada pequeño logro como un gran éxito. Olimpia es, en lo personal, la constatación física de una revolución íntima y profunda.

¿Qué vamos a encontrar en este libro?  

La Historia contada desde un punto de vista femenino. Alejandro Magno es el personaje histórico que más bibliografía ha generado, pero apenas sabemos nada de las mujeres que le rodearon, comenzando por su madre. Las mujeres griegas vivían aisladas de la vida social, incluso en aquellas ciudades que, como Atenas, presumen de su democracia.

Esta novela usa a Olimpia como excusa para dar voz a miles de mujeres que han sido silenciadas durante siglos.

¿Cuánto tiempo has tardado en escribir esta obra?

Desde que comienza el proceso de escritura hasta la versión que ha sido publicada han pasado cuatro años. La fase de documentación fue larga ya que no me gusta dejar ningún detalle sin explorar. Los primeros capítulos del primer borrador tenían un estilo demasiado académico porque yo acababa de finalizar la tesis doctoral. Todo ello ha habido que pulirlo hasta conseguir un texto con rigor histórico, pero fácil de leer para el público no experto.

© Pilar García Arroyo.

¿Qué tiene de ti Olimpia, hija de Neoptólemo?

La necesidad imperiosa de ser considerada como una persona integral más allá de su condición de madre. Olimpia es, además de madre, esposa, amiga, enemiga, sacerdotisa, estudiosa…Y se niega a ser catalogada solo en una de sus facetas.

¿Qué esperas que los lectores aprendan de este libro?

A amar el legado griego, a pesar de sus sombras: su teatro, los conocimientos médicos, incluso la magia y hechicería.

Sentía la necesidad de dar a conocer la vida cotidiana: qué comían, qué leían, cómo se divertían o a qué dedicaban su tiempo…

Y, sobre todo, su espiritualidad. Más allá de los dioses olímpicos y de la religión oficial, los griegos vivían en la necesidad de encontrar sentido a su vida. Algunos lo encontraron en la filosofía, otros, en las religiones mistéricas.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Estoy finalizando la segunda parte de la saga de Olimpia.

También tengo una colección de microrrelatos que voy escribiendo con calma. Le pedí a amigos y conocidos que me dieran una frase de inicio. La idea es escribir una microhistoria con cada uno de esos comienzos.

Por otra parte, he desempolvado un par de novelas que escribí cuando era muy joven. Quizá…

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Aunque Olimpia es una novela de ficción histórica y la he abordado como historiadora, siempre hay una parte de la Pilar sanitaria en todo lo que escribo. Como autora, tengo el poder de enfermar y sanar (o matar) a los personajes. Me gusta mostrar los síntomas de tal manera que alguien con conocimientos médicos pueda hacer un diagnóstico del siglo XXI. Aunque, por supuesto, los “pacientes” reciben un tratamiento del siglo IV a. C.

Muchas gracias, Pilar, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y próspera.

Y vosotros, amigos lectores, gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

miércoles, 7 de mayo de 2025

Entrevista: INMA LUNA

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

llegamos al séptimo día del mes de mayo con la entrevista que nos ha concedido Inma Luna. ¿Preparados? Pues allá que vamos:

¿Cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

No creo que nunca haya sido un pasatiempo para mí. Más bien ha sido siempre un tiempo aprovechado y experimentado a conciencia, un tiempo que ha supuesto gozo, búsqueda, descubrimiento y cuestionamiento. Me recuerdo escribiendo desde muy niña, pero con todas las ganas y casi diría que con una responsabilidad muy alejada de lo que podríamos considerar un pasatiempo. Las palabras escritas han sido para mí una forma de ser y de sentir, y de eso fui consciente muy pronto.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Seguro que todo lo que leemos, de alguna manera nos influye; pero me gustaría pensar que he aprendido de autoras como Clarice Lispector, que me mostró las profundidades de una escritura arriesgada, simbólica, matizada y bruta, con la que me siento muy identificada. Me gustan las voces de las poetas suicidas, como Anne Sexton, Sylvia Plath o Alejandra Pizarnik. Encuentro en ellas conexiones con mi propia voz, a pesar de que, personalmente, vivo la vida con pasión y estoy lejos de deseos kamikaces. Otra escritora que me interesa muchísimo es Siri Hustvedt, tanto sus obras de ficción como los ensayos. Destaco también, no sé si como influencia o como aspiración, la poesía de mi querida Ana Pérez Cañamares, que, en ocasiones, escribe lo que pienso mejor de lo que lo haría yo. Una soledad demasiado ruidosa, es un libro de Bohumil Hrabal, que puedo mencionar, asimismo, entre esas joyas que te animan a bucear en las posibilidades de la escritura.


 © Inma Luna.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?  

Las lecturas que ahora mismo tengo entre manos son las siguientes:

Obra maestra, de Juan Tallón. Se trata de una novela sobre la desaparición de una escultura gigantesca de Richard Serra. Me está pareciendo curiosa. El tema me parece muy sugerente y la fórmula que ha elegido para abordarlo, con varias voces que, en diferentes momentos temporales, opinan o investigan sobre ese singular hecho. Pero, sobre todo, me atrae el hecho de que sea una novela de no ficción, ya que ese es un tema que me interesa enormemente.

El día que inventamos la realidad, de Javier Argüello. Este es un ensayo fascinante sobre las ficciones en las que vivimos y que consideramos “reales”. Desde la filosofía, las matemáticas, la inteligencia artificial o las mitologías, nos hace cuestionarnos muchos de los aspectos de nuestra vida que asumimos sin preguntarnos por qué lo hacemos. Lo recomiendo muchísimo.

Me atrevo a contarlo, de Naomi Watts. Es un libro escrito por la actriz, dando cuenta de su visión personal de la menopausia y su labor divulgativa, casi activista sobre el tema. Es interesante y se mete en charcos necesarios, aunque hay que tener en cuenta su mirada estadounidense, que no siempre comparto.

Hermano pulpo, de Miguel Martínez López. El último poemario de este autor, al que sigo desde su primer libro, y por el que experimento devoción. Con su habitual y personalísima voz, nos habla de los temas más inquietantes con la más engañosa sencillez. Un libro exquisito y necesario.

¿Cómo compaginas tu trabajo como profesora de futuros escritores con tu propia escritura?  

Mi escritura es bastante libre y autónoma. A veces se silencia y la dejo estar. Mientras, todo lo que aprendo con mis alumnas y alumnos me sigue fascinando. Esta labor docente, que realmente me ha llegado de una manera casual, se ha convertido en una de mis mayores fuentes de satisfacción. Actualmente, además de mis talleres online, imparto un curso presencial de Escritura creativa para personas mayores de 55 años, en la UNED de Tenerife, y está siendo una de las mejores y más nutritivas experiencias que he tenido en este campo. Disfrutamos mucho en cada clase, son inspiradores y trabajamos muy bien juntos. Me encanta ver con qué rapidez evolucionan y con qué curiosidad se acercan a todo lo que les resulta novedoso y rompe con la idea que tenían de la escritura y de los diferentes géneros, especialmente de la poesía.

¿Cómo ves el panorama literario actual?

Muy variado y muy interesante. Desde que terminé el grado de Arte Dramático, hace un año, estoy leyendo muchísimo y lo que encuentro en la librería me atrae tanto que tengo que dosificarme. Descubro continuamente autoras y autores nuevos, con voces sugerentes y temáticas que me llaman mucho la atención. Si sabes en qué estanterías buscar o tienes una buena librera de referencia, el mundo de la lectura está lleno de posibilidades. Además, unas lecturas siempre llaman a otras. Es un universo interminable.

Si tuvieras que elegir entre relato y poesía, ¿con cuál te quedarías? 

Supongo que te refieres a la hora de escribir. Me quedaría con la poesía, porque la poesía lo abarca todo y se puede meter en cualquier parte. La poesía no está en los poemas, me gustaría pensar que tiene cabida en todo lo que escribo, así que me la quedo.

¿Escribirías una novela de moda para hacerte famosa?   

Jajajajaja. Aunque quisiera, estoy segura de que no podría. La escritura merece todo mi respeto. Apropiándome de ese conocido eslogan sobre la educación o la sanidad, creo que la escritura no se vende, la escritura se defiende.

Tienes un currículum literario extenso. ¿Qué obras destacarías de las que has publicado?  

No sé si soy capaz de destacar alguna de mis propias obras. Cada una ha surgido en el momento en el que tenía que hacerlo. La suerte que tengo es que, desde luego, no reniego de ninguna de ellas; las reconozco y me reconozco en sus palabras. Pero, por señalar algunas, te diría que No estoy limpia y Divina son dos poemarios con los que me siento especialmente vinculada porque me permitieron entrar en temas que no habría sido capaz de enfrentar de otra manera. La novela, Mi vida con Potlach, fue también una experiencia muy intensa y creo que sus personajes se mostraron generosos conmigo a la hora de cobrar vida. Por último, el libro de relatos Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en el mortero, me dio también muchas alegrías y veo que esos cuentos todavía se mantienen en pie.

La piel es quien mejor lo entiende es tu último poemario publicado. ¿Qué nos puedes contar de él?  

Este poemario es el que más se aleja de todo lo que había escrito anteriormente. Creo que ha sido el que quizás ha llegado menos a las lectoras y lectores y, sin embargo, es el que considero que tiene una voz más profunda y personal. Es verdad que es menos narrativos que otros de mis poemarios, hay más simbolismo, más abstracción, pero he intentado, desde ese lenguaje con misterio, no ser críptica, sino esencial. Creo que Tigres de papel hizo una edición muy cuidada y acorde con estas intenciones.

Tus obras han sido traducidas a varios idiomas. ¿Qué se siente al saber que van a leerte en otros países de hablas tan distintas a la nuestra?

Me gusta mucho la idea de compartir mi escritura con lectoras y lectores de cualquier lugar. Quizá la distancia, incluso lingüística, aporte matices enriquecedores a esa lectura. Es emocionante.

© Inma Luna.

¿Qué esperas que los lectores aprendan de tus escritos?

No me lo he planteado nunca. No sé si hay algo que aprender de lo que escribo. Tal vez me interese más la conexión. Ojalá conseguir que algo les toque, les haga reflexionar, descubrir intereses o hacerse preguntas que no se habían hecho hasta ese momento.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Tengo un precioso proyecto entre manos. La editorial Alkibla contactó conmigo para invitarme a formar parte de una colección que están preparando sobre temas de los que no gusta hablar, de esos que se dejan un poco al margen en la escritura que se publica. Me han propuesto que escriba uno sobre la menopausia, de ahí la lectura de Naomi Watts de la que os hablaba. Ya estoy trabajando en ello y espero que sirva para iluminar de alguna manera esa zona oscura, silenciada, obviada, ignorada y muchas veces ridiculizada de la vida de las mujeres.

Este es el proyecto fundamental en el que trabajo ahora, pero siempre se entrecruza algún poema, pequeñas dramaturgias o algún relato. También se está gestando una idea epistolar, pero aún no puedo adelantar mucho al respecto.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Daros las gracias por vuestro trabajo de difusión en La orilla de las letras que nos permite conocer el interesante trabajo que hacen muchos escritores y escritoras y nos abre aún más el apetito lector.

Muchas gracias, Inma, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y próspera.

Y a vosotros, amigos lectores, gracias por estar un día más atentos a nuestras publicaciones. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

 

martes, 6 de mayo de 2025

Entrevista: MARÍA LUISA REGALADO

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

no es la primera vez que lo decimos, pero creemos que no está mal recordar que en martes, ni te cases ni te embarques, pero nadie ha dicho nada de publicar una entrevista, así que aquí vamos con la que nos ha concedido la autora María Luisa Regalado:

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Creo que la primera vez que escribí con conciencia de estar contando una historia fue cuando tenía ocho años. Entonces vivía en Chiclana de la Frontera. Allí oí hablar por primera vez de los fenicios, y despertaron tanto mi imaginación que escribí un cuento sobre un navegante tirio que viajaba acompañado de una paloma. No sé dónde terminó aquel cuento, pero aún lo recuerdo.

¿Y cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

Eso fue un poco más tarde, en mis primeros años de Universidad. Mi gran pasión siempre ha sido leer, pero de pronto descubrí que yo también tenía historias que contar, aunque fuera sólo a mí misma, y es lo que he hecho durante muchos años.

 
© María Luisa Regalado.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Sin ninguna duda, leer a Homero a una edad más bien temprana fue una experiencia que influyó en mí de forma decisiva. Quería recorrer el Mediterráneo en barco y vivir mil aventuras, como Ulises. Lo que jamás imaginé es que mi primera novela publicada trataría precisamente acerca de personajes del universo homérico, como es el caso de Clitemnestra.

También el Romancero español, con el Cantar de Mío Cid o las gestas de Bernardo del Carpio, los siete Infantes de Lara,… Son obras de una fuerza narrativa increíble. Por otro lado, me influyeron mucho las narraciones de Hans Christian Andersen, Rudyard Kipling o Jack London, entre otros grandes autores.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

Acabo de terminar la biografía de Alejandro Magno escrita por Robin Lane Fox. Os la recomendaría si os gusta la Historia Antigua, si tenéis curiosidad por los detalles y si sois apasionados del rigor histórico. Es una obra densa pero muy enriquecedora.

¿Cómo compaginas tu trabajo fuera del mundo de las letras con la escritura?

Aunque hoy en día resulta complicado compaginar nuestras obligaciones diarias con nuestras pasiones, creo que todos lo intentamos. Para mí la lectura y la escritura son esenciales; no podría renunciar a ellas, pero también he aprendido a ser flexible: cuando las circunstancias lo permiten, escribo. Si no, hay que tener paciencia y centrarse en lo que se está haciendo en ese momento.

De hecho, muchas veces una conversación casual o alguna actividad que no tiene en apariencia relación con mis historias me han ayudado a inspirarme o a encontrar un nuevo arco reflexivo, de modo que no lo considero tiempo perdido en absoluto.

Al fin y al cabo, se trata de disfrutar del camino y de poner el corazón en lo que hacemos sin autoimponernos presiones.

¿Cómo ves el panorama literario actual?

Veo un entorno muy vigoroso, muy dinámico. A veces nos quejamos de que la oferta de libros y novelas es excesiva, pero hasta hace pocas generaciones en España la mayor parte de la gente no tenía acceso a la educación; no sabían leer y por lo tanto no podían escribir. Que tantas personas se animen a contar sus historias me parece maravilloso.

Otra cosa ya es hablar de calidad literaria, pero ahí no me corresponde entrar, o de si resulta fácil orientarse entre tantas opciones. Quizá no lo sea, pero al final cada persona conecta con las historias que le hacen vibrar, que le transmiten algo, y en ese sentido, el panorama actual tiene mucho que ofrecer.

¿Escribirías una novela de moda a cambio de hacerte famosa?

No, si no creo en el proyecto y la motivación principal, o la única, es la fama. Comprendo que otras personas lo hagan y me parece muy respetable, pero no es mi opción.

Durante muchos años he escrito para ganarme la vida en el ámbito de la comunicación, pero eso es diferente. Aunque he aprendido muchas cosas en este tiempo, en esos trabajos no escojo los temas ni figura mi nombre como autora, y tampoco escribo ficción. Son actividades de carácter laboral en las que me implico plenamente, pero que en última instancia no me pertenecen. En cambio, tengo muy claro que lo que yo firmo es enteramente mío, y lo construyo con mi propio criterio y con mis valores personales. ¿Deseo que guste? Por supuesto, pero no a cambio de dejar de tener mi propia voz. De otro modo, creo que no podría desarrollarme plenamente como narradora ni conectar con autenticidad con las personas que leen mis obras.

¿Por qué escribir novela histórica?

Sencillamente, porque es el terreno en el que me muevo con mayor naturalidad: me siento en casa. La fase de documentación e investigación, que para otras personas puede resultar difícil o tediosa, a mí me encanta, como me entusiasma reconstruir el pasado a la luz de nuestras vivencias de hoy. Por ejemplo, recuerdo el momento en que crucé por primera vez la Puerta de los Leones de Micenas, mientras preparaba la novela: sobre aquellas mismas losas de piedra caminaron un día los grandes reyes del pasado, incluso la misma Clitemnestra. Para mí, sentir esa conexión es algo único.

Creo que tenemos mucho en común con las personas que nos precedieron, y si estudiamos sus historias con detenimiento encontramos momentos fascinantes, grandes gestas desconocidas, valores, tragedias y logros,… Me gusta revivir todo eso, aprender, reflexionar, entusiasmarme y compartirlo.

Tu primera novela publicada es Lechuza blanca sobre Argos. ¿Qué vamos a encontrar en este libro?

Lechuza blanca sobre Argos es la historia de una mujer atrapada en un mundo de héroes que un día decidió tomar las riendas y actuar según su propio criterio. La novela cuenta, en primera persona, la historia de la reina Clitemnestra, uno de los personajes más controvertidos y marginados de la mitología griega. Por una parte, se hace referencia a estos mitos, pero por otra también he querido recrear el entorno micénico de la época, con sus tensiones sociales, intrigas políticas y todo el drama humano de un mundo que está cambiando. Hay amor, traición, acción y mucha reflexión… Espero que, al adentraros en su historia, también os emocione a vosotros.

¿Qué tiene de ti Lechuza blanca sobre Argos?

Los personajes de Lechuza blanca sobre Argos, no solo Clitemnestra, se mueven en una dicotomía entre el destino que les ha sido asignado, y que parece inconmovible, y el que ellos desean conquistar, a pesar de que conlleve esfuerzos y sacrificios, y a pesar también de ser conscientes de que no basta con su simple voluntad para alcanzarlo. Esa dinámica es muy propia de las personas que se esfuerzan día a día por mejorar sus vidas y las de quienes aman, incluso en circunstancias que no siempre parecen las más favorables, y es algo que no ha perdido vigencia a lo largo de la historia de la Humanidad. Creo que todos podemos reconocernos un poco en eso. 

© María Luisa Regalado.

¿Qué esperas que los lectores aprendan de Lechuza blanca sobre Argos?

La primera vez que leí acerca de Clitemnestra me pareció una mujer terrible. Fue muchos años después, con un conocimiento más amplio de su historia, cuando me di cuenta de hasta qué punto las narraciones tradicionales sobre ella han influido no solo en nuestro pensamiento individual, sino en el ideario occidental, y esto no es ninguna exageración.

Clitemnestra es un símbolo muy poderoso, porque su figura recoge todo lo que una mujer de su época (y de épocas muy posteriores) no debía ser. Su asesinato, y el juicio a su asesino, marcaron la justificación de un trato duro e injusto hacia las mujeres, perpetuando posturas misóginas en la Antigua Grecia que después pasaron a Roma y al pensamiento europeo.

Con esta novela, además de dar rienda suelta a mi pasión de escribir, pretendo acercaros a la realidad de ese mundo remoto y casi olvidado en que se originó el mito, porque solo comprendiendo ese momento y ese lugar podremos dar un nuevo significado a la figura de Clitemnestra, y a la de otras mujeres y hombres que, como ella, simplemente no se ajustaron al molde que se les había impuesto.

Quiero, en definitiva, hacer un pequeño acto de justicia. Después de conocer a Clitemnestra, vosotros podréis juzgar si es o no acertado.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Tengo entre manos un proyecto muy bonito y desafiante del que pronto espero poder contarte algo más. Sólo te diré que tiene también como marco el Mediterráneo, este mar que siempre me ha inspirado. Además, colaboro con iniciativas de divulgación en las que cuentan conmigo o bien me piden ayuda para aspectos diversos. Si queréis, podéis seguir mis andanzas en Instagram: @mediterraneoantiguo y en mi web: https://sites.google.com/view/mediterraneoantiguo

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Quiero agradecerte la oportunidad de participar en este magnífico espacio, y la generosidad con la que abres tu hogar virtual. Lechuza blanca sobre Argos es un proyecto muy especial para mí, porque me ha permitido elevar una voz silenciada durante milenios, y compartirlo contigo y con tus lectores y lectoras es todo un regalo.

Muchas gracias, María Luisa, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y próspera.

Y a vosotros, amigos lectores, gracias por estar una vez más atentos a nuestras publicaciones. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva