miércoles, 9 de marzo de 2022

Reseña: LA HISTORIA TRISTE DE UN HOMBRE JUSTO, de Ángel González Olmedo.

 

¿Te gusta las novelas de tipo steampunk pero te cansa que la mayoría de ellas estén ambientadas en la época victoriana? ¿Buscas una obra de fantasía diferente que, de alguna forma, te haga interesarte por la historia de España? ¿Anhelas encontrar un protagonista tan carismático como atormentado que consiga descifrar un gran misterio? Pues entonces tu novela es La historia triste de un hombre justo, de Ángel González Olmedo. Si quieres saber algo más sobre esta obra, ya sabes: sigue leyendo esta reseña.

Tras once tortuosos años de exilio, Dragos Corneli, ingenioso bardo donde los haya, vuelve a la ciudad estado de Ísbar, la más grande del mundo. Algo terrible ha ocurrido en el palacio y nuestro héroe, natural de Tierrafértil, es requerido para averiguar exactamente qué es. Una vez otorgados de nuevo sus títulos y reunido un buen equipo para la misión, Corneli se encontrará en disposición de emprender sus investigaciones. ¿Qué peligros le acecharán? ¿Conseguirá hacerse con la verdad y evitar la terrible guerra civil que acecha el reino?

Nos encontramos en el siglo XVII, pero no exactamente tal y como lo conocemos, pues si bien en este tiempo y en la ciudad de Ísbar todos los hombres visten como caballeros, las mujeres son meros adornos, los religiosos quieren imponer su poder a cualquier precio y el gobierno es corrupto, tal y como ocurría en ese siglo en nuestro país, también nos encontramos con elementos típicos del steampunk: máquinas de vapor, soldados autómatas y estructuras de metal. Por si fuera poco, el arma más poderosa no es la espada ropera que adorna la vestimenta de muchos caballeros, sino otra bien distinta: la magia que producen las armonías y que la Iglesia controla férreamente.

Dragos Corneli es un bardo y, como tal, siempre viaja con un arpa de muñeca. Sus conocimientos de las armonías prohibidas le dieron problemas en el pasado (se le acusaría de usarlas), pero le son del todo útiles en el presente, cuando se trata de desentrañar el misterio por el que le han traído de vuelta a la gran ciudad. Gracias a él, descubriremos este tipo de magia tan peculiar y sumamente complicada (explicada, eso sí, tanto a lo largo de las páginas de esta novela como en un apéndice final del libro; el segundo apéndice con el que nos topamos nos ofrece un rico glosario del habla de germanía (el de Ísbar), que nos traslada de nuevo al siglo XVII real).

Dragos Corneli es un hombre de honor, todo un caballero: un verdadero héroe que no cejará en su empeño por descubrir la verdad. En su emocionante y musical aventura, le acompañarán el también bardo y oriundo de Tierrafértil Closter Tol; el físico Felidante Pelguin; el joven bastardo del rey e impetuoso aprendiz de bardo Lintus Corne y la siempre bella e ingeniosa armonista Nolvaria de Bruma (prácticamente el único personaje femenino de toda la obra, pues se conoce que el siglo XVII, tanto el imaginario como el real, era terreno del patriarcado).

Como es de esperar, las cosas no resultarán nada fáciles para nuestro héroe y sus amigos. Hay demasiado en juego y el tiempo corre en contra. Como se suele decir, hasta ahí puedo leer: el resto tendréis que averiguarlo vosotros mismos leyendo esta obra.

La historia triste de un hombre justo, en definitiva, es una obra que conjuga a la perfección lo peor del siglo XVII de la España real con la magia y el steampunk. Se trata esta de una historia muy bien construida que se desarrolla en una ciudad fantástica perfectamente descrita y que nos presenta un sistema de magia muy original basado en la armonización. Si te gustan las grandes novelas de aventuras de época pero además eres un amante de la buena fantasía, yo no me lo pensaría. ¿A qué esperas para conocer a Dragos Corneli y sus increíbles amigos?

Cristina Monteoliva