martes, 29 de marzo de 2022

Reseña: LA VÍA DEL FUTURO, de Edmundo Paz Soldán.

 

En mi niñez, allá por los ochenta del siglo pasado, imaginábamos un futuro con coches voladores, eterna juventud e inmortalidad garantizada. Si retrocediéramos en el tiempo y miráramos hacia nuestros días, veríamos que muchas de nuestras expectativas no se han cumplido aunque, en cambio, hemos obtenido otros grandes progresos. Tal vez no tendríamos que seguir mirando más hacia adelante. Tal vez el futuro es ahora, como vemos, entre otras muchas cosas, en el libro de relatos La vía del futuro del autor Edmundo Paz Soldán: la obra que comentaremos a continuación.

¿Qué es el futuro? Un lugar difuso, inabarcable. Nunca se queda quieto, siempre nos invita a ir un poco más allá. Cuando crees que lo has alcanzado, se convierte en presente. Nuestro presente. Un presente que tiene mucho de fantástico, de irreal, como vemos en los ocho cuentos que componen La vía del futuro: La vía del futuro, El Señor de la Palma, Mi querido resplandor, La muñeca japonesa, El astronauta Michael García, Las calaveras, En la hora de nuestra muerte y Bienvenidos al nuevo mundo.

¿Habrá religiones dentro de unos años? ¿Dejaremos de creer en dioses y mitos? Pero, ¿qué nuevas formas de religión podemos encontrar hoy en día? En La vía del futuro y El Señor de la Palma obtendréis la respuesta. Y es que en La vía del futuro nos encontramos con una religión donde el dios a venerar es una forma de inteligencia artificial creada con intereses poco divinos. De igual manera, en El Señor de la Palma vemos una forma de religión que sirve para esclavizar a un grupo de trabajadores. En ambos casos, todo es una estafa.

El espacio siempre ha sido objeto de fascinación, yo diría que más aún desde que el hombre perfeccionó los métodos para estudiarlo, tanto desde el planeta como fuera de él. En El astronauta Michael García nos encontramos con un hombre perdido en el espacio. O, más bien, perdido en el reflejo de su cámara, hasta el punto de ver su propia identidad desvanecerse. Por otro lado, ¿cuántas veces nos hemos planteado la existencia de extraterrestres que acabaran llegando a La Tierra? En Mi querido resplandor nos encontramos con una mujer que visita con unos amigos a su madre, una mujer que cree en los alienígenas. ¿Lo hará también su hija?

¿Hay algo más futurista que un androide? Pero un androide, ¿no es acaso una muñeca en su forma evolucionada? Esto es lo que nos plantea La muñeca japonesa, una historia donde conoceremos las ventajas y los inconvenientes de tener androides en casa.

Ya lo vimos en La vía del futuro: las realidades virtuales pueden resultar del todo engañosa. También lo haremos en Las calaveras, un inquietante relato en el que sus protagonistas acaban teniendo una suerte de alucinación, tal vez como consecuencia del abuso de los juegos de realidad virtual.

Pero si hay algo que te hace alucinar, ver el pasado, el presente y el futuro en un mismo momento, eso son las drogas. Drogas como las que vemos en En la hora de nuestra muerte, un relato coral sobre con una epidemia de muertes por sobredosis como trasfondo; y Bienvenidos al nuevo mundo, una historia sobre un supervisor de alumnos de doctorado que se vale de las drogas para controlarlos.

El futuro es un misterio, pero el presente de la ciencia ficción en español, como vemos en La vía del futuro, puede ser muy rico en historias que nos harán pensar en nuestra realidad. Una realidad que cambia a pasos agigantados (ahora es el presente lo que es difícil de abarcar), de forma que todos acabamos un tanto confusos, desubicados, y en busca de nuestro lugar en el mundo.

La vía del futuro, en definitiva, es una interesante obra de relato breve que nos invita a plantearnos nuestros conceptos de presente, futuro, aquí y ahora. Un libro con el que reflexionar sobre hacia dónde va el ser humano hoy en día, lo que esperamos del mundo, de los otros y de nosotros mismos. Y tú, ¿te atreverás a adentrarte en sus páginas?

Cristina Monteoliva