En mi niñez, allá por
los ochenta del siglo pasado, imaginábamos un futuro con coches voladores,
eterna juventud e inmortalidad garantizada. Si retrocediéramos en el tiempo y
miráramos hacia nuestros días, veríamos que muchas de nuestras expectativas no
se han cumplido aunque, en cambio, hemos obtenido otros grandes progresos. Tal
vez no tendríamos que seguir mirando más hacia adelante. Tal vez el futuro es
ahora, como vemos, entre otras muchas cosas, en el libro de relatos La vía del futuro del autor Edmundo Paz
Soldán: la obra que comentaremos a continuación.
¿Qué
es el futuro? Un lugar difuso, inabarcable. Nunca se queda quieto, siempre nos
invita a ir un poco más allá. Cuando crees que lo has alcanzado, se convierte
en presente. Nuestro presente. Un presente que tiene mucho de fantástico, de
irreal, como vemos en los ocho cuentos que componen La vía del futuro: La vía del futuro, El Señor de la Palma, Mi querido
resplandor, La muñeca japonesa, El astronauta Michael García, Las calaveras, En
la hora de nuestra muerte y Bienvenidos
al nuevo mundo.
¿Habrá
religiones dentro de unos años? ¿Dejaremos de creer en dioses y mitos? Pero, ¿qué
nuevas formas de religión podemos encontrar hoy en día? En La vía del futuro y El Señor
de la Palma obtendréis la respuesta. Y es que en La vía del futuro nos encontramos con una religión donde el dios a venerar
es una forma de inteligencia artificial creada con intereses poco divinos. De igual
manera, en El Señor de la Palma vemos
una forma de religión que sirve para esclavizar a un grupo de trabajadores. En ambos
casos, todo es una estafa.
El
espacio siempre ha sido objeto de fascinación, yo diría que más aún desde que
el hombre perfeccionó los métodos para estudiarlo, tanto desde el planeta como
fuera de él. En El astronauta Michael
García nos encontramos con un hombre perdido en el espacio. O, más bien,
perdido en el reflejo de su cámara, hasta el punto de ver su propia identidad
desvanecerse. Por otro lado, ¿cuántas veces nos hemos planteado la existencia
de extraterrestres que acabaran llegando a La Tierra? En Mi querido resplandor nos encontramos con una mujer que visita con
unos amigos a su madre, una mujer que cree en los alienígenas. ¿Lo hará también
su hija?
¿Hay
algo más futurista que un androide? Pero un androide, ¿no es acaso una muñeca
en su forma evolucionada? Esto es lo que nos plantea La muñeca japonesa, una historia donde conoceremos las ventajas y
los inconvenientes de tener androides en casa.
Ya
lo vimos en La vía del futuro: las
realidades virtuales pueden resultar del todo engañosa. También lo haremos en Las calaveras, un inquietante relato en
el que sus protagonistas acaban teniendo una suerte de alucinación, tal vez
como consecuencia del abuso de los juegos de realidad virtual.
Pero
si hay algo que te hace alucinar, ver el pasado, el presente y el futuro en un
mismo momento, eso son las drogas. Drogas como las que vemos en En la hora de nuestra muerte, un relato
coral sobre con una epidemia de muertes por sobredosis como trasfondo; y Bienvenidos al nuevo mundo, una historia
sobre un supervisor de alumnos de doctorado que se vale de las drogas para
controlarlos.
El
futuro es un misterio, pero el presente de la ciencia ficción en español, como
vemos en La vía del futuro, puede ser
muy rico en historias que nos harán pensar en nuestra realidad. Una realidad
que cambia a pasos agigantados (ahora es el presente lo que es difícil de
abarcar), de forma que todos acabamos un tanto confusos, desubicados, y en
busca de nuestro lugar en el mundo.
La vía del futuro,
en definitiva, es una interesante obra de relato breve que nos invita a
plantearnos nuestros conceptos de presente, futuro, aquí y ahora. Un libro con
el que reflexionar sobre hacia dónde va el ser humano hoy en día, lo que
esperamos del mundo, de los otros y de nosotros mismos. Y tú, ¿te atreverás a
adentrarte en sus páginas?
Cristina Monteoliva