Queridos
amigos de La
Orilla de las Letras,
nos
vamos acercando poco a poco al final de la canícula, que puede que este año se
prolongue más de la cuenta, con la entrevista que nos ha concedido Lidia Saldaña Afán. Si queréis conocer
a esta autora, no tenéis más que seguir leyendo este artículo:
¿Cuándo
descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?
Nunca la he considerado un pasatiempo
porque no es una actividad que haga por placer. La escritura en mi vida ha respondido
a la necesidad de comunicar, más bien. Desde que he tenido uso de razón he
tenido ese ímpetu, pero en los últimos años, a raíz de la creación de esta novela,
ha ido cobrando importancia en mi vida, lo que me ha llevado a priorizarlo
frente a otros proyectos vitales.
¿Qué
lecturas crees que te han influenciado como escritora?
De niña me marcaron muchos libros,
pero especialmente Momo de Michael Ende. Recuerdo que fue de las
primeras lecturas donde, más allá de la moralina que contienen muchos libros
infantiles, noté que había un subtexto, una crítica social. Años después, me
emocionó mucho conocer a Borges y, más adelante, a Italo Calvino. Son lecturas
sugestivas que trabajan muchos temas existenciales. Fuera de la fantasía, me he
sentido inspirada por los textos de la historia Antigua, en la forma de narrar
sus relatos míticos, y por algún clásico de la literatura hispánica.
©
Lidia Saldaña Afán.
¿Qué
estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
Estoy leyendo poemas de Mahmoud
Darwish. Es el poeta palestino más conocido. Tengo varias obras suyas, que he
ido coleccionando con el paso de los años. Por supuesto que lo recomiendo,
especialmente a quien le gusten las referencias poéticas al Oriente clásico. Estoy
también buscando una nueva obra de algún autor autopublicado.
¿Escritora
mapa o brújula?
De brújula, desgraciadamente. Creo
que se debería planear bien lo que se escribe porque lo que se quiere decir o a
una estética que se busque desarrollar es lo que guía la manera de narrar. Pero
me tengo que obligar; siempre funciono por rachas de energía o inspiración, cambio
mucho de parecer y me pierdo desarrollando escenas o ideas que me gustan
dejando de lado otras.
¿Cómo
ves el panorama literario actual?
Dominado mayormente por tendencias
que lo copan todo, ya sean más comerciales (libros con clichés o temáticas
virales) o de un carácter más cultural (literatura posmodernista con personajes
de moral cuestionable, nihilista). También pasa con los autores de moda. Se va
sobre seguro. Como ocurre con el cine, se edita y se publicita lo que
presuntamente más se consume, dificultando que se conozcan nuevos rumbos que
también podrían gustar a un público amplio.
Si
tuvieras que elegir entre relato, novela y poesía, ¿con cuál te quedarías?
La que más me llena es la novela.
Puede abarcar más que las otras dos, más variedad de forma y contenido. También
es, por más que haya quien diga que no, la más complicada, porque el lenguaje
se cuida a lo largo de muchas páginas. En poesía he recibido algún reconocimiento
a nivel local, pero nunca me ha interesado engendrar una obra más larga.
¿Qué
ha supuesto para ti tener cierta relevancia en los concursos literarios a los
que te has presentado?
Creo que
los concursos han sido una buena excusa para obligarme a mí misma a escribir algún
texto con ciertas limitaciones (un número de páginas, un tema…). Luego, cuando he
ganado algo, siempre he obtenido cierta confianza y satisfacción. Ese texto lo
ha leído y valorado alguien. Así, el proceso cobra sentido porque la escritura,
si es artística (existen otros tipos, claro) se concibe para ser leída.
¿Por
qué has decidido autopublicar tu primera novela en Amazon?
En un primer momento quise enviar
el manuscrito a alguna editorial. Eso sí, desde el principio descarté contactar
con editoriales grandes que sabía que buscan obras más comerciales, y también
editoriales que sabía que no iban a aceptar una historia de fantasía, por más
reflexiva que pueda ser. Luego, descarté editoriales muy pequeñas y con poca
visibilidad, porque no me merecía la pena arriesgarme a que en un tiempo mi
novela esté descatalogada y nadie pueda acceder a ella. Al final, la autopublicación
me acabó resultando una opción que me tranquilizaba. No busco prestigio.
¿Qué
puedes contarnos de Nuestros pasos en el umbral del mundo?
Cuenta la historia de dos
personajes que realizan un viaje a través de un mundo sin límites. La novela se
centra bastante en cómo evolucionan a medida que viajan y afrontan sus búsquedas
personales: una de ellas relacionada con una crisis existencial y la otra con
un retorno al hogar. El mundo y las historias que encuentran por el camino se
convierten en testimonio de su avance interior.
¿Qué
crees que hace que tu novela se diferencie de otras de temática similar?
Comparando con otras novelas similares,
la fantasía es más surrealista. No hay ninguna descripción de un mundo racional
(con economía, historia...), ni tampoco sistemas de magia. La justificación de
los elementos fantásticos, al igual que los del resto de la obra, se relaciona
con el tema de la visión de un mundo decadente y con la interioridad de sus dos
personajes principales. También la trama parte de un contexto social que quizá
no se aborda mucho en otras novelas del mismo tipo, como es el de la crisis económica
en España.
¿Qué
esperas que los lectores aprendan de tus escritos?
Me basta con que la obra les resulte
entretenida o interesante, pero si les hace reflexionar o les persuade, pues
mucho mejor. Una de mis mayores motivaciones ha sido mostrar una visión del
mundo diferente a través de los ojos de lo fantástico.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Aún no hay nada concreto, pero
estoy pensando en escribir una novela corta dividida en pequeñas historias
vinculadas entre sí por algún criterio. Algo así hice en Nuestros pasos en
el umbral del mundo, que contiene algunos relatos insertos, pero con un
desarrollo de la trama más adelgazado.
¿Te
gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?
Que ha sido un privilegio poder compartir
la entrevista contigo, tu trabajo es muy valioso para escritores como yo, que
somos muchos. Espero que entre los que nos lean la novela encuentre un lector
que consiga conectar con lo que se propone, poder hablar con él a través de las
páginas.
Muchas
gracias, Lidia, por tu tiempo, tus
palabras y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y
próspera.
Y
a vosotros, amigos del blog, gracias
por estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!
Cristina Monteoliva