viernes, 6 de septiembre de 2019

Reseña: RÍOS DE LONDRES, de Ben Aaronovitch.


Título: Ríos de Londres
Autor: Ben Aaronovitch
Traducción: Cristina Martínez
Publica: Oz Editorial
Páginas: 352
Precio: 17,90 € / 9,95 € (ed. Bolsillo)

Para muchos, Londres es sin duda una ciudad mágica (aunque también haya quien diga que ha perdido el encanto de antaño en los últimos años). Una ciudad con una larga historia a sus espaldas, compuesta de montones de historias individuales, apasionantes y, en ocasiones, trágicas. No es de extrañar que en una ciudad así, tan llena de ecos del pasado, puedan habitar los más pintorescos fantasmas. Pero, ¿qué pasaría si estos decidieran entrometerse en el mundo de los vivos, sembrando el caos? Haría falta una policía especial para hacerse cargo de ellos, como vemos en Ríos de Londres, el primer libro de la saga de fantasía de Ben Aaronovitch.
Peter Grant es un agente de policía novato de Londres que no acaba de centrarse en su trabajo, tal y como no deja de recordarle Lesley, su compañera y amiga. Una noche, aparece un cadáver en Covent Garden y, sorprendentemente, un fantasma le da cierta información a Peter sobre lo sucedido. Una vez que quedan al descubierto las habilidades de Peter para hablar con seres de otro mundo, y puesto que la serie de asesinatos que se ponen en marcha a partir de entonces en la ciudad tienen mucho de paranormal, el chico es reclutado por el inspector Nightingale y llevado a su guarida para ser entrenado en la búsqueda del asesino espectral. Mientras descubren quién puede estar cometiendo los terribles crímenes, Peter, además, deberá mediar entre el Dios del río Támesis, situado a las afueras de la ciudad, y la Diosa del mismo río.
Peter Grant, el descarado narrador y desastroso protagonista de esta novela de aventuras mágicas en el Londres actual, es un agente de policía novato, bastante despistado, hijo de un músico de jazz drogadicto y una empleada en el sector de la limpieza originaria de Sierra Leona. Un buen día, nuestro chico descubre que no es que sea disperso, sino que a veces puede ver cosas que los demás no. Será entonces cuando entre a formar parte del reducido equipo del inspector Nightingale. Su primera misión, la que vemos en Ríos de Londres, le llevará a investigar un crimen que parecer ser obra de un fantasma vengativo capaz de poseer cuerpos humanos, y de mediar entre los poderosos e inquietantes clanes del Dios y la Diosa del río Támesis, en guerra por ver quién es más importante.
De entre todos los personajes secundarios que conoceréis en esta novela, yo destacaría los de Nightingale, el misterioso inspector de policía que, personalmente, me recuerda bastante a doctor Who (¿tendrá algo que ver que el autor de esta saga de libros sea guionista de la serie de televisión?); Lesley, la eficiente novata del cuerpo de policía londinense y amiga de Peter (y que él sueña con que sea algo más); Beverly Brook, una de las atractivas e interesantes semidiosas del río Támesis, además de una chica con la que Peter vivirá grandes episodios; y Molly, la criada o ayudante de Nightingale, un ser sobrenatural y a veces, terrorífico. Por supuesto, hay muchos más personajes, pero, ¿qué tal si leéis este libro y los conocéis por vuestra cuenta?
Esta novela, además de ofrecernos grandes dosis de intriga, acción y seres fantásticos, nos proporciona un plano muy preciso del Londres actual, con sus lugares emblemáticos cargados de historia. También nos habla precisamente de esas historias a destacar de cada sitio, de sus personajes y sus circunstancias. Por último, y puesto que el libro se llama Ríos de Londres, también nos hace una buena cartografía de los afluentes de tan importante río.
Ríos de Londres, en definitiva, es una novela de fantasía actual con la que conocer la geografía y la historia de Londres, vivir aventuras mágicas y sorprendernos con el intenso final que nos espera al final del libro. Un buen volumen para comenzar una saga que promete ofrecer grandes dosis de emoción a sus lectores. Y tú, ¿a qué esperas para descubrir el universo del joven Peter Grafnt y sus mágicos colegas?
Cristina Monteoliva


© Cristina Monteoliva.