Título: El
maestro de Auschwitz
Autor: Otto B.
Kraus
Traducción:
Arturo Peral Santamaría
Publica: Roca
Editorial
Páginas: 287
Precio: 19,90 €
/ 9,99 €
Siempre que creo
haberlo leído todo sobre los horrores que tuvieron lugar en la Segunda Guerra
Mundial, que es imposible que una obra sobre cualquier aspecto de la contienda
bélica y todo lo que muchos tuvieron que
padecer por su culpa me sorprenda, me topo con un nuevo y fascinante libro que
me habla de sucesos de los que no se suele hablar, por el motivo que sea. Un
libro como El maestro de Auschwitz,
la novela de autoficción de Otto B. Kraus de la que a continuación hablaremos
en esta reseña.
Alex
Ehren fue un poeta y prisionero checo del campo de concentración de
Auschwitz-Birkenau que, entre otras cosas, se encargaba de la educación de los
niños, numerosos en su pabellón. Durante mucho tiempo, Alex escribió un diario
que cada noche escondía bien para que los guardias no lo encontraran. Tras la
triste muerte de Alex y el final de la guerra, el diario acabaría en un museo.
Una copia de tan interesante documento sería supuestamente enviada a Otto B.
Kraus, que se encargaría en transcribirla luego en este libro.
Nuestro
protagonista, el ficticio Alex Ehren (probablemente el alter ego de Otto B.
Kraus), era un preso del campo de concentración familiar de Birknau, un lugar
en el que los adultos convivían con unos niños a los que los oficiales no
querían que se les educara de forma estricta, pero sí que, de alguna manera,
tomaran clases ligeras para que estuvieran entretenidos. En estas clases, los
niños aprendían teatro y dibujo, pero también, clandestinamente, otras
asignaturas que podrían serles útiles para la vida posterior al encierro, si es
que llegaban a salir de allí alguna vez.
¿Por
qué aquellos niños estaban en el campo de concentración? ¿Y por qué se les daba
un trato especial?, os preguntaréis. Pues porque en aquel campo era donde hacía
sus experimentos Josef Mengele, el escalofriante médico nazi que utilizaba a
los niños como sus conejillos de indias en trabajos que solo podían ser
concebidos por una mente desquiciada.
Aunque
buena parte de la obra se centra en la vida de Alex en el campo de
concentración, su romance con otra de las prisioneras y todo lo que observa y
aprende en su larga estancia allí, no podemos decir que nuestro hombre sea el
protagonista absoluto. De igual modo que todos los personajes tienen un peso
importante en esta obra, el diario de Alex nos habla de la vida en el campo de
concentración sin que podamos decir que esta historia tenga una trama principal
concreta. Y es que cuando parece que el hilo conductor nos llevará por un
camino, de pronto gira hacia otro. Y vosotros diréis: es normal, ¡es un diario!
Exacto, en eso consiste escribir un diario: en que todo lo que sucede alrededor
del que lo escribe puede ser importante, más aún cuando estás en un campo de
concentración y no sabes si mañana será tu último día.
¿Qué
es lo que, por tanto, vamos a encontrar
en El maestro de Auschwitz? Una
narración que se basa en vivencias reales, las del propio autor, Otto B. Kraus
en el campo de concentración, y en la que vemos cómo los distintos personajes,
hombres, mujeres y niños valerosos, han de encontrar la manera de sobrevivir
día tras día a las penurias del encierro, a las enfermedades, al hambre, a la
tristeza imperante. Una historia en la que unos cuantos adultos se esforzaron
por darle luz a la sombría vida de unos niños que jamás debieron pasar por un
trance tan duro. Una obra, en definitiva, que nos habla de las luces y las
sombras del campo de concentración, de todo lo que pasó antes, durante y
después del confinamiento de los reclusos y de cómo estos consiguieron
sobrevivir a pesar de todo. No se puede decir que haya muchas novelas como
esta. Y tú, ¿a qué esperas para descubrir toda la verdad que encierran sus
páginas?
Cristina Monteoliva
© Cristina
Monteoliva.