Título: Era más grande el
muerto
Autor: Luis Miguel Rivas
Publica: Seix Barral
Páginas: 400
Precio: 20 € / 12,99 € (ePub2)
Ser adolescente y no tener dinero es,
cuanto menos, un asunto complicado para muchos. Pensemos, fundamentalmente, en
todos esos chicos y chicas que desean asombrar a los demás con su ropa de
marca. Ropa de marca que, por supuesto, es difícil conseguir sin dinero. A no ser
que haya otra manera, una tan original como la que encuentran los chicos con
los que comienza Era más grande el muerto,
la novela de Luis Miguel Rivas de la que hoy vamos a hablar en este espacio.
Manuel es un muchacho
sin trabajo de un barrio humilde en el que puedes acabar llenando bolsas en un
supermercado o vendiendo droga para los capos locales. Su vida cambia cuando
conoce a Yovani y descubre que es posible conseguir ropa de marca procedente de
los muertos que van a ser enterrados. Puesto que a Yovani no le ha ido bien con
el tipo que le ha vendido su ropa, los dos deciden probar suerte directamente en
la morgue. La ropa que consigue allí Manuel hace que dos sicarios, La Chinga y
Hermosura, le confundan con el tipo al que mataron recientemente. La Chinga y
Hermosura, por otra parte, trabajan para don Efrem, uno de los más importantes
mafiosos del lugar, en guerra con su antiguo amigo, Moncada, y convencido de
que puede enamorar a la joven Lorena tomando clases de literatura. Yovani,
Manuel y Lorena se verán irremediablemente metidos en medio de la guerra de
mafiosos. ¿Conseguirán salir vivos de esta aventura?
Manuel, el narrador
principal de esta novela coral cuya acción transcurre en Villalinda, una
localidad sudamericana, probablemente colombiana (recordemos que el autor de
esta obra, Luis Miguel Rivas, es de este país), es un muchacho que sueña, como
muchos de su edad allí, en hacerse rico sin hacer absolutamente nada. Mientras
se decide a trabajar en un supermercado llenando las bolsas de los clientes
para cobrar solo las propinas, conoce a Yovani, otro muchacho de la zona que ha
conseguido ropa de marca de un cadáver de la morgue a través de un tipo que la
vende a plazos. Yovani no consigue pagar las cuotas, por las que el proveedor
de ropa se enfurece. Como Manuel también quiere ir con prendas de marca a las
que solo hay que hacer unos arreglos (los muertos han sido todos asesinados por
las bandas locales, por lo que sus ropas siempre necesitan algún trabajo de
costura para disimular roces y balazos), ambos van a la morgue a tratar
directamente con Juan, el encargado.
Una cosa lleva a la
otra en esta historia donde los asesinatos están a la orden del día, los muchachos
no son conscientes de dónde se meten y la ironía se cuela hasta por la más
pequeña de las rendijas convirtiendo el drama y la comedia en una misma cosa.
Así, Yovani y Manuel acabarán formando parte del círculo de don Efrem, uno de
los más importantes capos del lugar. El gran capo, en cruenta guerra con Moncada,
su antiguo amigo, se convierte en un ser indefenso cuando se topa con Lorena,
una joven que se lo pone difícil a la hora de conquistarla. ¿Os imagináis a un
hombre así aprendiendo a escribir poesía? ¡Leer para creer!
Era
más grande el muerto es una historia escrita en lenguaje
coloquial (abundan las transcripciones de la pronunciación que los lugareños
hacen de las marcas de ropa) que nos hace adentrarnos en la cotidianeidad de
una localidad en la que, sin duda, cualquier cosa puede pasar sin que los
habitantes se asombren en demasía, normalmente. Se trata esta de una obra en la
que la vida y la muerte se dan la mano, y los buenos y los malos son del mismo
bando, todo para el disfrute del lector que sabe sacarle jugo a esta trama que
nos viene a demostrar que la existencia puede ser a veces tan seria como
absurda. Y tú, ¿a qué esperas para adentrarte en este mundo de mafiosos y de
ropa de segunda mano de dudosa procedencia?
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.