viernes, 18 de enero de 2019

Reseña: A CORAZÓN ABIERTO, de Anna Gavalda.


Título: A corazón abierto
Autora: Anna Gavalda
Traducción: Isabel González-Gallarza
Publica: Seix Barral
Páginas: 256
Precio: 18 € /9,99 €

Todos tenemos inquietudes, miedos y anhelos: sentimientos que puede que nos cueste desvelar a los que nos rodean por temor a que no nos entiendan y nos acaben juzgando. Parece más sencillo a veces hablar de nuestras preocupaciones con un desconocido, alguien que nos escuche sin prejuicios, o plasmarlo en el papel sin saber siquiera quién lo leerá, pienso tras la lectura de A corazón abierto, el nuevo libro de Anna Gavalda del que a continuación os voy a hablar.
Aunque un buen número de lectores españoles conocemos a Anna Gavalda y su peculiar manera de narrar (siempre cercana, con su pizca de drama y su buena dosis de humor y amabilidad) por sus novelas (algunas breves; otras, bastante extensas), nos encontramos que A corazón abierto es un libro que contiene siete relatos breves. O tal vez no sea un libro de relatos: tal vez algunas de estas piezas, cuando no todas, inviten a pensar en historias más amplias, es decir, en futuras novelas o en novelas que se quedaron truncadas pero que tienen una parte más que salvable (la que queda reflejada en este volumen).
Hay libros con títulos que parecen elegidos al azar. A corazón abierto, desde luego, no es uno de ellos pues en cuanto comenzamos la lectura, nos damos cuenta del porqué de su elección. Y es que aquí no solo nos encontramos con un buen número de personajes que nos narran sus historias, sino también un sinfín de confesiones íntimas, de declaraciones a bocajarro en las que vuelcan sus sentimientos hacia nosotros, los lectores en busca de consuelo o simplemente comprensión.
El libro comienza con El amor cortés, un relato en el que una chica acompaña a una amiga a una fiesta a la que en principio no quería asistir y acaba teniendo una aventura con un chico que conoce allí. Curiosamente, el libro acaba con un relato de temática similar, Un chaval, aunque en esta ocasión la mayor parte de la trama ocurra, para su chico protagonista y en busca de un nuevo amor, en un tren, de vuelta ya de la fiesta.
La soledad puede hacer que la gente busque afectos en los lugares más inesperados. Y que los encuentre, como vemos en los relatos La clandestina, una historia sobre dos mujeres, una viuda con hijos pequeños a su cargo y una amante, que encuentran la amistad de forma casual; y El soldado de infantería, el cuento en el que dos vecinos que nunca se habían hablado antes de pronto se vuelven amigos tras el traumático divorcio de uno de ellos.
Una pérdida dolorosa puede acabar con una segunda pérdida: la del ser querido que nos hizo superar la primera, como descubriremos en Mi perro se va a morir, un cuento en el que un camionero se prepara para la muerte de su perro, el fiel compañero que le ayudó cuando murió su hijo; y el ya mencionado El soldado de infantería, donde el protagonista, el divorciado también ya mentado, habla con su vecino, ya fallecido, a lo largo de una narración un tanto histriónica.
No hay nada que nuestros personajes no harían por sus seres queridos, especialmente por sus hijos, vemos en los relatos La clandestina, con esa pobre viuda intentando recomponer su vida para que sus hijos vivan bien; Mi perro se va a morir, con ese pobre camionero que perdió a su hijo y encontró a un amigo en un perro callejero; Happy meal, con ese padre que aguantaría cualquier cosa por su hija; y Mis puntos de vida, con ese perito que, mientras acomete una nueva peritación, se da cuenta de que su familia, especialmente su hijo, son los verdaderos cimientos de su vida.
         A corazón abierto, en definitiva, es una inigualable antología llena de personajes tan trágicos como divertidos, sinceros y casi siempre amables. Un libro lleno de relaciones curiosas, de encuentros, de desencuentros, soledades y, sobre todo, mucho amor. Una obra muy cercana y, sin lugar a dudas, muy viva que está esperando que lo descubras para darte mucho más de lo que en principio podrías esperar de ella. ¿Qué esperas entonces para hacerlo?
Cristina Monteoliva


© Cristina Monteoliva.