Queridos amigos de La Orilla de las Letras,
Volvemos a la carga con las entrevistas, esta vez con
la que tan amablemente nos ha concedido la autora Andrea Dones.
Andrea
Dones Gimeno nació en Madrid y compaginó su carrera de psicología con estudios de alemán, italiano, cine, maquetación y
corrección profesional (a la que se dedica actualmente).En el terreno
literario, ha publicado la antología poética Paroxismo (2014); la antología de relatos cortos inspirados en
enfermedades mentales Psique (finalista
de los Premios Círculo Rojo 2018); la novela de fantasía religiosa con fuerte
crítica social Azael (Alma Negra, 2019);
el thriller sobrenatural, Vitae,
primera entrega de su nueva saga de vampiros Dioses de sangre (Amazon 2020); una novela new adult con Penguin
Random House bajo seudónimo en 2022; y la segunda entrega de la serie Dioses de sangre, V+: la plaga (Amazon 2022). Además, es coordinadora y editora de la Antología
benéfica por la lucha contra el cáncer The Writer Raccoon, que se convocará
anualmente desde 2022 y cuyos beneficios se destinan a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Dicho
esto, ¡vamos por fin con las palabras de nuestra escritora!:
¿Cuándo
comenzaste a escribir?
Antes de los ocho años. Crecí en
un hogar hostil con una familia desestructurada en la que yo era completamente
invisible, así que empecé a escribir como método de supervivencia. Entonces
descubrí que podía escribir para expresarme, para comunicarme con otros y
conmigo misma. A los trece años ya no se me veía sin un cuaderno, lo llevaba
encima a todas partes.
¿Qué
lecturas crees que te han influenciado como escritora?
Leo de todo, así que tengo un
batiburrillo de influencias: desde Paul Auster hasta Le Guin, pasando por
Rothfuss o Philip Pullman; pero sin duda, los que más me han influido son Anne
Rice, J.K. Rowling y Bécquer.
¿Qué
estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
Siempre leo varios libros a la vez. Ahora mismo estoy haciendo una relectura de Lolita, de Nabokov, y leyéndome (bebiéndome) la bibliografía completa de Luis Landero y de Sara Mesa. Los recomiendo encarecidamente por su calidad literaria, pero la mayoría de estos libros son muy crudos y hay que ir mentalizados antes de abrir sus páginas. Para mí están siendo duros, pero necesarios.
¿Ha
cambiado la pandemia de covid tus hábitos de escritora?
En absoluto. Vengo de una historia
de más de un lustro sufriendo agorafobia, así que la pandemia en realidad no ha
cambiado apenas ninguno de mis hábitos. Desde que decidí dedicarme a la
escritura de manera profesional, he trabajado en ello desde casa durante un
mínimo de diez horas al día, todos los días del año, así que no me ha afectado
en ese sentido. Como mucho, quizá, que ahora escucho la música más alta para no
oír las reuniones de teletrabajo de mi marido.
¿Dónde
encuentras la inspiración?
Siempre hay que estar atenta,
porque puede venir de cualquier parte, pero para mí las mayores puertas de
entrada a las musas son las imágenes y la música. Cuando veo una fotografía o
escucho una canción que me tocan el alma, sé en el acto que contienen una
historia, y mi trabajo consiste en indagar hasta encontrarla, como una
arqueóloga que desentierra un tesoro perdido que alguien puso ahí una vez.
Has
escrito poesía, relato y novela. ¿En qué género te sientes más cómoda?
Cuando empecé a escribir, mi medio
era la poesía. La sentía mía, era natural. Ahora, después de más de veinte
años, me siento más cómoda en la novela. Tengo más espacio donde jugar con las
ideas, más personajes que conocer, más ideas que descubrir. Los relatos siempre
me han resultado lo más difícil, requiere un nivel de maestría mucho mayor de
lo que la gente piensa.
Has
publicado una novela con pseudónimo en una de las grandes editoriales de la
industria. ¿Por qué no firmar con tu auténtico nombre?
Por muchas razones. En primer lugar, para diferenciar géneros: la gente que me lee con mi nombre espera encontrar historias bastante oscuras; si de pronto escribiera una comedia o una romántica, confundiría a los lectores. Por otro lado, bajo pseudónimo tengo libertad de crear sin miedo al qué dirán, a experimentar con géneros y formatos diferentes sin sentirme cohibida. Además, también es muy interesante a la hora de leer las reseñas: cuando nadie sabe que eres tú, cuando creen que reseñan a alguien a quien no conocen, las opiniones son mucho más sinceras y esto me sirve mucho a la hora de ver si voy o no por el buen camino. Las reseñas por compromiso son una de las cosas más inútiles que puede sufrir un escritor.
Tienes
una saga de vampiros, Dioses de sangre,
por ahora compuesta por las novelas Vitae
y V+: la plaga. ¿Qué tienes tus
vampiros que los diferencias de otros de los que ya hemos leído?
Que son brutalmente humanos:
diversos, con personalidad y motivos propios. No les mueve solo la sed de
sangre ni todos están dispuestos a luchar contra ella. Tienen toda una sociedad
vampírica que les sustenta, una organización, una Historia e incluso una religión
fuertemente arraigada. Como nosotros, tienen sueños y objetivos, tienen miedos
y deseos, se hacen preguntas sobre su propia existencia y tienen crisis de fe,
bailan en todo el rango entre el bien y el mal. Y no brillan.
¿Por
qué estás publicando en Amazon tu saga vampírica? ¿Acaso los chupasangres no
tienen hueco en las editoriales tradicionales?
Ni siquiera lo planteé. Después de
un par de decepciones con editoriales, tenía ganas de probar a hacer algo
enteramente mío, a mi manera. La portada de Vitae,
por ejemplo, sería impensable que la publicara una editorial, y quería que
fuese esa. Hasta ahora, la experiencia está siendo muy gratificante y he
aprendido muchísimo sobre todo el proceso, así que estoy muy contenta de haber
tomado esa decisión. Quizá los próximos libros salgan con editorial, pero Dioses de sangre es solo mía.
V+: la plaga es tu última novela publicada. Háblanos
de ella. ¿Se puede leer con independencia de Vitae?
Sí, sin ningún problema. Aunque forma parte de una serie, todos los libros son (y serán) independientes. Estoy entrelazándolos con algunos guiños y cameos de personajes, por lo que quienes hayan leído el anterior encontrarán más detalles, pero no es necesario en absoluto leer Vitae para entender la trama de V+ La plaga. Son historias totalmente diferentes y con protagonistas diferentes, aunque ambientadas en el mismo universo oscuro. En V+ La plaga nos situamos en Milán, Italia, al inicio de la pandemia. La sociedad vampírica de Milán decide tomar cartas en el asunto antes de quedarse sin ganado del que alimentarse y recorren el mundo investigando el origen del virus. Sin embargo, por el camino se encuentran con algo mucho peor, con una sociedad oculta en las sombras y un secreto que lleva durmiendo quinientos años esperando para vengarse.
¿Qué esperas que los lectores encuentren en V+: la plaga?
Espero que les entretenga, que les
emocione, que les haga pensar. Me encantaría que algunos lectores se quedasen
dándole vueltas a los temas que trata, como el fanatismo religioso, la
intolerancia hacia los que son diferentes, la imposición por la fuerza o la
culpa y la redención.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Estoy escribiendo desde hace
tiempo una saga de fantasía juvenil que voy intercalando con otros proyectos.
Actualmente voy por el tercero, pero no diré nada sobre ellos hasta que termine
la saga completa, porque no quiero que ocurra como con ciertas sagas famosas a
medias… Ahora estoy a punto de embarcarme en una novela en la que cambio
completamente de registro y me voy a la narrativa contemporánea intimista, una
novela-herida. Sospecho que será una de las historias más difíciles de escribir
a las que voy a enfrentarme en mi vida, así que la estoy preparando con mucha
calma, buscando paz mental previa para protegerme de su fuego.
¿Te
gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?
Hoy estoy algo filosófica, así que
me gustaría decirle algo a todos los artistas que hay ahí fuera: aquellos que
tienen la capacidad de crear tienen también un poder del que no son plenamente
conscientes. Si tienes talento, tienes también el deber moral de mostrárselo al
mundo. Otros te mirarán: procura ser siempre un ejemplo.
Muchas
gracias, Andrea, por tu tiempo, tus
palabras, tus fotos personales y esa buena dosis de filosofía. Esperamos que
tus libros lleguen a muchos lectores y pronto sepamos de tus nuevos proyectos.
Y
a vosotros, amigos lectores, gracias
por estar de nuevo al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!
Cristina Monteoliva