Hay bodas a las que
acudimos con ganas e ilusión, y otras, por compromiso. ¿Y qué me decís cuando
se dan las dos circunstancias? Puede resultar un poco contradictorio, como
vemos en obras como No me invites a tu
boda, la comedia romántica de Bruno Oro de la que a continuación
hablaremos.
El
protagonista de esta historia es un músico que toda en un hotel tres noches por
semana. Criado por su tía Miriam en la ficticia isla de Tera (Islas Baleares),
conocería de adolescente a Mar, una veraneante con la que entablaría una
amistad duradera. Si bien Mar es el amor de la vida de nuestro hombre, ella
decide casarse con otro, concretamente, con un italiano de nombre Giancarlo, en
una idílica isla. Nuestro hombre acudirá al enlace acompañado por su amiga
Bomba (la cual hace honor a su apodo) con dos cartas en el bolsillo: el
discurso oficial y la declaración de amor a la novia. ¿Cuál de las dos acabará
leyendo?
Un
hombre ha de enfrentarse al mayor reto de su vida: acudir a la boda de la mujer
a la que ama. Esta se desarrolla en una isla idílica en la que no se han
escatimado en gastos. Los invitados no pueden ser más variopintos: actores
contratados, influencers pendientes de sus redes sociales, un ciego obsesionado
con ligar con una lesbiana y, por supuesto, el mejor amigo de la novia: nuestro
protagonista.
La
acción se desarrolla en el presente, durante todo el día de la boda, en esa
isla paradisiaca a la que los invitados llegan de una forma la mar de
pintoresca. Pero también en el pasado, pues nuestro hombre no deja de recordar los
momentos vividos con Mar, la bella novia, desde que se conocieran siendo
prácticamente dos niños curiosos.
Nos
encontramos ante una original comedia romántica en la que cualquier escena
disparatada (o grotesca, según se mire) puede ocurrir (nunca dijimos que esta
fuera a ser exactamente una boda glamurosa): una sátira sobre el excesivo mundo
de los ricos, la sobreexposición a las redes sociales, la vanidad y la
superficialidad, en general. También es esta, sin embargo, una obra tremendamente
melancólica que nos habla de un hombre que no sabe cómo enfrentarse a la
pérdida de la mujer de su vida. Un tipo que se aferra a los recuerdos, buscando
en ellos la clave que le permita conquistar el corazón de la mujer amada justo
antes de que esta dé el sí quiero a otro. La cuestión es: ¿debería haber ido a
la boda? Tendrás que leer esta novela para averiguarlo. ¿Te atreves a viajar
con nuestro hombre a tan disparatado evento?
Cristina Monteoliva